No toda hernia discal debe ser sometida a cirugía. En la mayoría de los casos se puede acudir a tratamientos naturales. Estos sirven tanto para disminuir los síntomas, en especial el dolor, como para ayudarle al cuerpo a reabsorber el tejido de la hernia y curarla.La hernia discal es un problema de salud muy frecuente en la actualidad. Tan es así que, según las estimaciones médicas, 1 de cada 100 personas adultas en el mundo padece esta condición. Así mismo, se cree que al menos el 50 % de las personas padecen o padecerán algún problema en su espalda a lo largo de su vida.
No todos los dolores persistentes en la espalda corresponden a una hernia discal. Asimismo, no todas las hernias discales producen dolor. Se cree que alrededor del 30 % de la población podría tener una de esas hernias, sin que se manifieste ningún síntoma.
La hernia discal
La columna vertebral está formada por varios huesos que se llaman vértebras. Los adultos tienen 26 vértebras en total. Cada vértebra se separa de la siguiente y de la anterior mediante unas estructuras llamadas discos intervertebrales. Únicamente no hay discos en la zona del sacro y del cóccix.
Los discos están formados por un tejido pulposo. Su función principal es la de amortiguar el impacto entre las vértebras, durante el movimiento. Estos tienen un alto contenido de agua, el cual comienza a disminuir con el paso de los años.
Estos discos tienen un anillo fibroso que los rodea. Cuando el disco pierde resistencia, por efecto de la edad o de algún traumatismo, el anillo fibrosopuede romperse. Es ahí cuando se forma la hernia discal, que suele ser dolorosa e incluso incapacitante. Muchas veces se corrige a través de cirugía, pero también se puede tratar acudiendo a soluciones alternativas.
La nutrición como medio para tratar la hernia discal
Una de las medidas tanto para prevenir como para tratar la hernia discal es la de seguir una dieta adecuada. Es muy importante tomar suficiente cantidad de agua diariamente. Lo recomendable es que un adulto consuma al menos dos litros al día. Esto protege los discos intervertebrales y reduce la inflamación si hay una hernia discal.
La dieta por sí sola no corrige una hernia discal, pero sí contribuye decisivamente en el tratamiento. Combinada con otras acciones suele dar buenos resultados. Lo recomendable es tener una dieta basada en frutas, vegetales, cereales integrales y todo tipo de alimentos antioxidantes.
Así mismo, se deben evitar los elementos acidificantes o inflamatorios. Algunos de estos son las carnes rojas, el azúcar, todos los alimentos que contengan conservantes o colorantes, los que contengan gluten y la llamada “comida chatarra”, entre otros.
La fisioterapia y la quiropráctica
La fisioterapia es uno de los recursos más utilizados para tratar las afecciones discales. Por lo general, el profesional de la salud indica una rutina de ejercicios que se debe seguir escrupulosamente. También es muy frecuente que se empleen medidas como aplicación de frío, calor, o ambos, en la zona afectada.
Uno de los tratamientos más eficaces para la hernia discal es la quiropraxis.Frente a este punto es importante hacer hincapié en que quien lleve a cabo este tipo de intervención tiene que se alguien realmente capacitado y experimentado. Una mala quiropráctica no solo puede ser ineficaz, sino en algunos casos peligrosa.
Un buen quiropráctico está en capacidad de corregir una hernia discal, bien sea cervical o lumbar. El objetivo de este tratamiento es que la vértebra reabsorba el tejido y la hernia se cure completamente. En las primeras etapas, también es una medida muy eficaz contra el dolor.
La fitoterapia
Hay algunas plantas medicinales que se pueden tomar en infusión y que ayudan a tratar los síntomas de una hernia discal. En particular, reducen la inflamación y el dolor. Una de las más eficaces es la infusión de tomillo, orégano y cola de caballo. En conjunto tienen un efecto antiinflamatorio que resulta beneficioso sobre esta condición.
- Simplemente debes tomar un recipiente y agregar medio litro de agua.
- Luego, verter allí una cucharadita de tomillo, una de orégano y una de cola de caballo.
- Llevar a fuego medio y dejar hervir por cinco minutos.
- Después, reposar por 10 minutos y colar.
- Se deben tomar tres tazas al día, antes de cada comida.
También se puede preparar una infusión de tomillo y romero, de la misma manera. Otras plantas que sirven para el mismo propósito son la corteza de sauce blanco y la raíz de harpagofito. Recuerda que ninguna de estas medidas sustituye la consulta médica.
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