• Pronto, las prótesis de cadera y los marcapasos no serán los únicos implantes que llevemos en el cuerpo. La medicina está dando pasos de gigante para mejorar nuestra salud y nuestro bienestar, y la tecnología está yendo aún más allá.
• La diferencia es que las prótesis y las pastillas pueden ser sustituidas dentro de no mucho tiempo por aplicaciones y ‘gadgets’ que formarán parte de nuestro cuerpo (y velarán por él). Hoy te traigo diez de esos probables y futuristas dispositivos que, más pronto que tarde, serán lo más normal del mundo (aunque vayan incrustados en los cuerpos de la gente).
Ojos biónicos
• Recientemente recibimos una muy buena noticia: una mujer de Córdoba recuperó parcialmente la visión gracias a que le implantaron un microchip en el centro de la retina que le permite ver imágenes a través de unas gafas con videocámara. Josefa, que es como se llama la mujer, ya ve luces y objetos. Con el tiempo, conseguirá percibir profundidad. Todo gracias a su ojo biónico.
Tatuajes inteligentes
• En unos años tendremos un ‘Amor de madre’ que informe sobre nuestro estado de salud. Estos tatuajes temporales (desaparecen en unas dos semanas) registran el ritmo cardíaco y transmiten datos sobre nuestras constantes vitales a través de electrodos ultrafinos y otros sensores. Si además son bonitos, podremos incluso presumir de ellos.
Baterías biodegradables
• Al igual que los tatuajes, estas pilas desaparecen al cabo de un tiempo. Están fabricadas con materiales biológicos, que no entrañan riesgos para el cuerpo humano, y servirán para administrar medicamentos en el intestino, donde se disolverán para ser absorbidos por el cuerpo. Fácil, más cómodo que estar tragando pastillas y más indoloro que administrarlos por vía intravenosa. Serán, prácticamente, nuestras baterías en caso de enfermedad.
Un teléfono en tu muñeca
• Mientras los ‘wearables’ luchan por arrasar, algunos piensan ya cómo lograr que llegue el día en que podamos instalarnos directamente un ‘smartphone’ donde ahora muchos desean ponerse un reloj inteligente. Investigadores de Autodesk están trabajando en un dispositivo que pueda emitir imágenes visibles desde el antebrazo. ¿Lo conseguirán?
Microchip anticonceptivo
• La Fundación Bill y Melinda Gates está detrás de este invento que cuenta con antena y batería y que está diseñado para alojarse bajo la piel de la mujer y suministrar hormonas a intervalos programados. A diferencia del DIU, no hay que retirarlo si se quieren tener hijos: basta con desconectarlo por control remoto. Está previsto que vea la luz en 2018.
BrainGate
• BrainGate es un implante cerebral con el que se busca que aquellos que perdieron la movilidad en sus extremidades puedan recuperarla. El ordenador al que está conectado el implante manda la orden al cerebro y este consigue ejecutarla. Ya se han realizado pruebas con éxito, así que habrá que esperar a que se generalice.
Un páncreas biónico
• Además de los ojos, el páncreas biónico es uno de los órganos en los que ya se trabaja para su futura implantación en pacientes. Científicos de la Universidad de Boston están probando un páncreas con un sensor que transmite información a una aplicación móvil sobre los niveles de azúcar en sangre de pacientes diabéticos. Suerte y éxitos.
Nuestro historial médico, bajo el brazo
• El Gobierno estadounidense dio luz verde a una empresa de Florida para desarrollar un chip de identidad que permitiría el acceso a los historiales médicos del paciente. De este modo se evitarían errores a la hora de aplicar un tratamiento médico de urgencia en un hospital que no es el de referencia del enfermo, que ahora podría llevar su expediente a cuestas.
Implantes cocleares
• Este ya lo podemos ver en la calle. Los implantes cocleares han permitido a muchas personas volver a escuchar, pues acaban con la sordera profunda. Es más, muchos niños que nacen así son operados y ya no aprenden la lengua de signos. Los resultados son muy satisfactorios.
Radiofrecuencia para olvidarse de las llaves
• No todo va a ser medicina. Habrá implantes que también sean, simplemente, útiles en el día a día. Puede que en unos años nos parezcamos a los ladrones de la cueva de Alí Babá. Con un “Ábrete, Sésamo”, pasaremos a través de puertas y ventana, ya que no tendremos llaves, sino un microchip bajo la piel que hará las veces de dispositivo de acceso. Hay que dar las gracias a la tecnología RFID, que permite transmitir información a través de radiofrecuencias. Su uso se remonta a la Segunda Guerra Mundial, pero hasta ahora no se había impulsado como implante corporal.
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