Las relaciones sexuales son mucho más que “dar la talla”. Sin embargo, la publicidad que se le da al rendimiento sexual y lo mucho que se habla de ello en determinados ambientes hace que muchas personas se obsesionen con ello.
La obsesión con el rendimiento sexual es un problema que suele afectar a los hombres en algún momento de su vida y que puede verse agravado por la actitud tanto de hombres como de mujeres. Superar esa ansiedad por “estar a la altura” es fundamental para poder mantener una relación sexual saludable física y psicológica.
De hecho, dejarse superar por esa ansiedad es fundamental para mantener una relación sexual. Esto se debe a que el deseo sexual cae en momentos de estrés, por lo que preocuparse demasiado por dar la talla será contraproducente.
Cómo mejorar la confianza sexual
¿Qué hacer si la ansiedad por el rendimiento sexual te bloquea? En estos casos es necesario atacar los pensamientos de anticipación que generan este miedo bloqueante. Un temor que se alimenta de las ocasiones pasadas en las que nos surgió el mismo miedo y no pudimos disfrutar.
Así, la confianza, igual que en en otros aspectos en este también es esencial. La seguridad de que seremos capaces de hacer disfrutar y de acompañar el placer del otro es el colchón sobre en el que en realidad nos relajamos. Su comodidad es lo que permite que nos relajemos y creemos esa burbuja de intimidad en la que se encuentran dos personas.
Las siguientes estrategias te ayudarán a superar la ansiedad o le permitirán a tu pareja superarla con el objetivo de tener un mejor rendimiento sexual.
No involucres el estrés de tu vida diaria en tus relaciones sexuales
La relaciones sexuales son un método muy eficaz para aliviar el estrés. Sin embargo, muchas personas no son capaces de dejar sus quebraderos de cabeza a un lado. De hecho, es fácil que los problemas se cuelen en la vida sexual. Si a esto se le suma un consumo excesivo de alcohol, cafeína o tabaco, la tarea de relajarse en la intimidad se complica.
Si te sientes ansioso o estresado, es necesario que tomes medidas para aliviar el estrés. Para empezar, no te tomes el sexo como una cuestión competitiva o de cumplimiento de metas o plazos. Ya tienes suficientes tareas que tienen esta naturaleza. Así, el hecho de que en otros contextos tengas que cumplir plazos y cuotas o que tengas que dar cierta apariencia no significa que en tu vida sexual tengas que replicarlo.
No te tomes el sexo como una obligación
Puede que a veces no tengas ganas de mantener relaciones sexuales o quieras pasar el tiempo con tu pareja de otra manera. No pasa nada. Otras veces necesitarás más tiempo para dejar atrás los pensamientos que preocupan o para poner tu cuerpo a tono. Tampoco pasa nada.
El problema viene cuando las personas se sienten en la obligación de mantener relaciones sexuales “porque toca” o porque su pareja les exige algo. Esta exigencia no siempre es cierta o tan exagerada como se cree, pero se ve incrementada por la ansiedad provocada por el rendimiento sexual.
En cualquier caso, es importante no tomarse el sexo como una obligación, dialogar con la pareja e intentar relajarse. Tómate el encuentro de forma tranquila. Pídele a tu pareja que te ayude a relajarte y céntrate en sensaciones y emociones. Recuerda que no eres una máquina.
Recuerda que el sexo no es solo algo físico
El órgano sexual más importante está en tu cerebro. Por eso es un error pensar que el sexo es solo una cuestión física. Tu actitud y la forma en la que tu mente se centra en el acto sexual tiene un impacto muy potente en la experiencia sexual, tanto en la tuya como en la de tu pareja.
Si pones el foco en rendir físicamente te vas a perder todo lo demás, y no vas a dejar que se desencadenen todos los estímulos que te ayudarán a tener y a proporcionar una experiencia sexual satisfactoria. A tu pareja le pasa lo mismo. No importa lo que físicamente seas capaz de hacer si solo te centras en ti.
En vez de pensar tanto en ti, concéntrate en tu pareja. Cambia el chip y conecta con esa persona. No pienses en lo que espera de ti, en lo que podría suceder, sino en dejarte llevar. Olvídate de la mecánica y vive el momento.
No te culpes
Como decíamos antes, no eres un máquina, no tienes un botón que se active para dar respuestas automáticas. Tampoco tienes ningún problema si alguna vez no has conseguido “cumplir”. No es culpa de nadie. La capacidad de respuesta sexual se rige por la parte inconsciente de la mente.
Puesto que la respuesta sexual no está totalmente bajo tu control, es vital que te relajes para dejar que esa parte inconsciente de tu cerebro pueda dar una respuesta sexual que te permita mantener una relación satisfactoria. Y si no puedes, no te culpes ni te sientas responsable. No pasa nada.
El problema es que muchas personas se sienten más presionadas si han tenido problemas de rendimiento sexual en el pasado, lo cual hace que les sea todavía más difícil relajarse. Además, esa culpa les acompaña más allá del momento de mantener relaciones, lo que les predispone llegado el momento. Lo mejor es que lo olvides y que no te obsesiones con ello. Fue algo puntual.
Aprovecha los “preliminares”
Hay muchos placeres en el sexo que se pueden disfrutar en los llamados juegos preliminares. Es más, la sexualidad va más allá. Pero muchas personas preocupadas por el rendimiento sexual evitan todo esto, engañándose a sí mismos, como si así evitaran el miedo.
Sin embargo, aprovechar los preliminares, centrándose en las reacciones físicas de la pareja, ayuda a dejar de pensar en el propio rendimiento físico. Las propias reacciones de la pareja funcionan como estimulante y te permiten tomarte el tiempo que necesites, dejando que todo fluya de manera natural.
La ansiedad por el rendimiento sexual desaparece cuando se deja de ver el sexo como una puesta en escena o como el desarrollo mecánico de una serie de acciones y se toma como una forma de comunicación corporal, un intercambio en el que te dejas llevar a ver qué pasa.
Fuente: https://lamenteesmaravillosa.com
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