sábado, 16 de julio de 2016

TENGO EL PRESENTIMIENTO DE QUE ALGÚN DÍA TODO ENCAJARÁ



Tengo el presentimiento de que algún día todo encajará, de que cada esfuerzo hallará su rincón privilegiado y de que toda espera tendrá su recompensa. Porque confiar en lo que presiente la intuición es escuchar la voz del alma, la sabiduría de nuestro inconsciente conectado con el mundo y nuestra esencia.
Todos, en algún momento de nuestra vida, hemos tenido algún presentimiento. No es magia, no es pre-cognición ni una bola de cristal desvelándonos el futuro. Para Daniel Cappon célebre psiquiatra de la Universidad de York, en Canadá, el presentimiento es la corona de la inteligencia humana, un concepto desprestigiado, pero que en realidad sería el responsable de gran parte de nuestra supervivencia como especie.

Confía en tu intuición y atiende ese presentimiento que acelera tu corazón y que te indica que algún día, todo encajará en tu vida, porque a veces, dos ojos vendados ven más que una mente ciega.
Cada vez que le comentamos a alguien que tenemos el presentimiento de que algo va a salir bien, quien está ante nosotros dibuja al instante una sonrisa de escepticismo. No obstante, antes de caer en la crítica o en la burla, deberíamos entender qué finalidad tienen estas súbitas e inexplicables sensaciones: hacernos tomar una decisión rápida en base a datos y experiencias subyacentes en nuestra conciencia.
Un presentimiento no es más que nuestro instinto poniendo la luz del retrovisor para alertarnos de algo.

La anatomía del presentimiento

Malcolm Gladwell, autor del libro “Inteligencia Intuitiva” nos indica que los presentimientos son la voz de la intuición. Si para muchos de nosotros esta palabra nos causa cierta desconfianza es por la atribución sobrenatural que hasta el momento, se ha hecho de ella. Deberíamos pues “diseccionarla” y entender un poco más su apasionante anatomía.
Las personas, por lo general, confían más en sus decisiones conscientes, razonadas y profundamente meditadas que en las intuiciones. Sin embargo, gran parte de nuestras reacciones se deben más bien a eso que llamamos “instinto”.
Somos seres puramente emocionales, y puesto que no siempre tenemos tiempo para poner en marcha un análisis detallado de todo lo que nos envuelve a la hora de tomar una decisión, recurrimos a la voz de la conciencia: el presentimiento y la intuición.
El ser humano almacena gran parte de su conocimiento en el subconsciente, ahí donde el mundo emocional, el instintivo y la raíz de todas nuestras experiencias, se combinan de modo sutil para destilar eso que llamamos intuición.

Tanto es así que, según un artículo publicado en la revista “Psychology Today” los presentimientos serían nuestra mejor brújula cotidiana, porque nos permiten actuar de acuerdo a nuestra verdadera identidad.

Cómo entender los presentimientos

Los presentimientos se acompañan a menudo por diversas sensaciones fisiológicas: escalofríos, la piel de gallina y sobre todo, ese clásico “nudo” en el estómago. Michael Gershon, investigador de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos y autor del libro “El segundo cerebro”, nos indica que es precisamente en el estómago donde se aloja una extensa red de células nerviosas que se conectan con nuestro cerebro emocional.
Esa súbita sensación física que surge con el presentimiento, no es más que la voz de nuestras emociones advirtiéndonos de algo. Ahora bien, llegados a este punto es muy posible que nuestros lectores se pregunten de qué manera podemos comprender un poco mejor nuestros propios presentimientos. Veámoslo con detalle.

Claves para profundizar mejor en nuestros presentimientos

El doctor Daniel Cappon, citado al inicio del artículo, ha publicado un libro muy interesante titulado Intuition and Management“, donde nos enseña a desarrollar un poco mejor estas dimensiones. Según él, los presentimientos son parte de nuestra inteligencia, y por tanto, debemos atenderlos en todo momento.
  • Nuestro inconsciente es como un ordenador interno capaz de abrirse paso de forma rápida entre las tinieblas para darnos una información. Hemos de ser capaces de entender toda sensación, dato o inferencia que nos envíe.
  • No todos los presentimientos son válidos, es un detalle a tener en cuenta. Su finalidad es hacernos reflexionar sobre algo para, posteriormente, decidir.
  • La intuición, como los presentimientos son muy comunes en las personas creativas. 
  • No tienen nada que ver con el género, hombres y mujeres pueden ser igual de intuitivos y tener el mismo número de presentimientos positivos y negativos a lo largo del día.
  • Los presentimientos aparecerán de forma más habitual en nuestro cerebro en instantes de calma, cuando logramos por fin desconectar del ruido externo para sintonizar con el corazón, con las emociones.

La intuición, así como las corazonadas son puertas directas a nuestro sabio inconsciente, denostados a menudo por una sociedad que valora solo lo cuantificable, lo concreto y ese hemisferio izquierdo que gobierna la lógica-matemática.
No obstante, escuchar de vez en cuando a esos presentimientos que alborotan nuestra mente pidiendo permiso para ser escuchados, lejos de ser criticable, puede ser algo crucial. Porque la intuición es la lucidez de la experiencia, algo que el corazón conoce y que la mente ignora.

Fuente: https://lamenteesmaravillosa.com

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