jueves, 26 de enero de 2017

¿SON LAS VACUNAS TAN EFICACES Y SEGURAS COMO PENSAMOS?



Robert F. Kennedy Jr., defensor de las vacunas, dijo que el presidente electo, Donald Trump, le pidió que dirigiera una nueva comisión gubernamental sobre seguridad de vacunas. Pero la ciencia en este asunto ya está clara. Numerosos estudios muestran que las vacunas son seguras y eficaces, y que los efectos secundarios graves, es raro que ocurran.
El martes (10 de enero), Kennedy se reunió con el presidente electo en la Torre Trump, y más tarde habló a los periodistas sobre esta nueva comisión. Todo lo contrario que la administración de Trump, la cual no quiso confirmar nada de esa comisión. Un portavoz de Trump dijo sólo que el presidente electo estaba "explorando la posibilidad de formar un comité sobre el autismo", según The New York Times.
Los miembros de la comunidad médica rápidamente expresaron su fuerte preocupación acerca de la posibilidad de un comité gubernamental sobre la seguridad de las vacunas, encabezado por un defensor de las vacunas.
"Las afirmaciones de que las vacunas no son seguras o que incluso están vinculadas al autismo han sido refutadas por un cuerpo robusto de la historia médica", dijo el Dr. Fernando Stein, presidente de la Academia Americana de Pediatría (AAP) Remley, y vicepresidente ejecutivo de la AAP. Tal como dijo:  "Las vacunas son seguras, son eficaces y salvan vidas"

Pero, ¿cómo saben los médicos esto?
En primer lugar, los Estados Unidos exigen que todas las vacunas se sometan a pruebas extensas de seguridad y eficacia antes de que puedan ser llevadas al mercado, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Y una vez que las vacunas están en el mercado, hay varios sistemas para probar y controlar la seguridad de los tratamientos dentro de la población general. 
Estos estudios muestran que, al igual que todos los medicamentos, las vacunas tienen un pequeño riesgo de efectos secundarios, pero estos efectos secundarios son raramente graves. Es más grave el hecho de no vacunar al niño, ya que en ese caso este puede contraer enfermedades muy graves. Para cada vacuna aprobada, los investigadores han determinado que los beneficios superan los riesgos.
A continuación vamos a ver algunos de los datos que prueban la eficacia de las vacunas. 
- En las últimas dos décadas, las vacunas infantiles han salvado la vida de 732.000 niños estadounidenses y han impedido que más de 300 millones de niños se enfermen, según un estudio realizado en el 2014 por el CDC.
- Casi el 90 por ciento de los efectos secundarios de la vacuna no son graves, según el CDC.
-Más de 20 estudios científicos rigurosos han demostrado que no existe un vínculo entre la vacuna MMR y el autismo, según el CDC. El estudio original que afirmaba encontrar tal enlace ha sido desacreditado, y fue retractado.
-Un informe de 2011 de la Academia Nacional de Medicina revisó más de 1.000 estudios de vacunas y concluyó que las reacciones graves a las vacunas son extremadamente raras.
-La vacuna MMR puede causar fiebre, y algunos niños que desarrollan fiebre pueden tener una convulsión. Se denominan convulsiones desencadenadas por la fiebre. Sin embargo, los estudios muestran que hay un caso de convulsión desencadenada por la fiebre por cada 3.000 a 4.000 niños que reciben esta vacuna. Y estas incautaciones casi nunca causan daño a largo plazo.
-Alrededor de uno de cada 10 niños que están infectados con sarampión desarrolla algunas infecciones, como por ejemplo la del oído, que pueden dar lugar a una pérdida permanente de la audición.
-Por cada 1.000 niños que contraen sarampión, uno o dos morirán por esta enfermedad.
-Administrar las dos dosis de la vacuna contra el sarampión tiene aproximadamente un 97 por ciento de efectividad en la prevención del sarampión, según el CDC.
- En raros casos, la vacuna contra el rotavirus, llamada RotaTeq, está relacionada con el desarrollo de un trastorno intestinal grave llamado intususcepción. Un estudio de 2014 encontró que por cada 65.000 niños que recibieron esta vacuna, hubo un caso de intususcepción.
-Un estudio de 2011 encontró que la vacuna contra el rotavirus había evitado que 65.000 niños estadounidenses fueran hospitalizados con rotavirus desde 2006.
-Un estudio de 2012 explicó que la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) está relacionada con un mayor riesgo de desmayo. El estudio, que incluyó a casi 200.000 niñas que recibieron al menos una dosis de la vacuna Gardasil HPV, encontró que había 24 casos de desmayo por cada 1.000 personas el día de la vacunación. Para la comparación, hubo un promedio de cuatro casos de desmayo por cada 1.000 personas.
-La vacuna contra el VPH se introdujo en 2006, y durante los siguientes cuatro años, la tasa de infecciones por VPH entre las niñas y adolescentes disminuyó en un 56 por ciento, a pesar de tener una tasa de vacunación relativamente baja en este grupo de edad.
-Los estudios sobre la inocuidad de la vacuna contra la varicela descubrieron que alrededor del 3 por ciento de los niños tenían una erupción leve similar a la de la varicela después de la primera dosis de la vacuna, según el CDC. Estos niños podían tener entre 2 y 5 lesiones, en comparación con las típicas 250 a 500 lesiones. 
En resumen, como se puede observar los números favorecen a la administración de las vacunas, y sin duda, esperemos que siga siendo así y se siga ayudando a mantener erradicadas ciertas enfermedades.

Fuente: /www.losmasraros.com

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