Si acabas de instalar o reinstalar Windows, no tienes por qué conformarte con la configuración predeterminada. De hecho, ésta configuración no siempre es la mejor. Hoy te contaremos nueve opciones que es mejor cambiar justo después de instalar Windows. Nos centraremos en Windows 10, aunque algunas de ellas estaban presentes también en versiones anteriores.
A veces por pura cabezonería, a veces por propio interés, la configuración predeterminada de Windows 10 recién instalada no siempre es la que más te interesa. Los cambios que te vamos a sugerir te facilitarán el uso de Windows o reducirán el uso de recursos.
1. Muestra la extensión de los archivos
Desde hace más de una década, Windows siempre ha tenido activa la opción Ocultar las extensiones para tipos de archivos conocidos, que en las últimas versiones de Windows se muestra como la casilla Extensiones de nombre de archivo, en el Explorador de archivos, pestaña Vista. Te recomendamos que marques la casilla.
De forma predeterminada Windows te oculta las extensiones de archivo, de modo que no sabes si una imagen es PNG, JPG o GIF a primera vista, pues es posible que todas ellas tengan el mismo icono. Esto no solo es confuso sino que es carne de cañón para malware, pues es más fácil que caigas en abrir un archivo creyendo que es otra cosa.
2. Muestra los elementos ocultos
No nos vamos muy lejos para encontrar la segunda recomendación, pues está exactamente en el mismo sitio que la anterior: en el Explorador de archivos, en la pestaña Vista. En este caso nos referimos a la opción Elementos ocultos, que te recomendamos activar.
Aunque las carpetas ocultas son con frecuencia carpetas a las que no necesitas entrar, el hecho de que se oculten solo te puede llevar a malentendidos. Por ejemplo, algunas aplicaciones guardan sus datos en ProgramData, y te sería imposible encontrarla pues está oculta. Además, es uno de los sitios en los que se esconde el malware después de infectar tu ordenador.
Ojos que no ven, corazón que no siente, pero en este caso ver un puñado de carpetas y archivos ocultos realmente no te molesta ni te afecta en nada. Verlos no te molesta, pero ocultarlos todos te podría suponer algún problema, así que mejor mostrarlos.
3. Reduce la agresividad de UAC
UAC son las siglas de User Account Control, algo así como "la policía de Windows" que controla que ninguna aplicación se pase de la raya. Como concepto está bien, pero los avisos se pasan de agresivos. Algunas personas prefieren desactivarlo por completo, aunque quizá es más sensato simplemente reducir su nivel de agresividad. La forma más rápida de hacerlo es abrir el Menú Inicio, teclear UAC y elegir la primera opción.
La configuración predeterminada es el nivel 3, que muestra una ventana de confirmación y evita que sigas trabajando con el PC hasta que contestes, lo cual es un poco excesivo. Te recomendamos que reduzcas el nivel un escalón hacia abajo, que sigue mostrando los mismos avisos, pero te permite seguir trabajando mientras tanto.
4. Muestra todos los iconos del área de notificación
Windows empezó a agrupar y ocultar selectivamente iconos del área de notificación de Windows (al lado del reloj) para tener más espacio para las aplicaciones abiertas. Pero, ahora que es más común tener un monitor de gran pantalla y que las aplicaciones abiertas se muestran como un icono, esto no es necesario. Para cambiarlo, escribe "área de notificación" en el Menú inicio, y te debería aparecer.
Windows se encarga por sí mismo de seleccionar qué iconos son visibles y cuáles se ocultan, y esto puede resultar confuso pues a veces no encontrarás una aplicación o no sabrás si está abierta. Para cambiarlo, haz clic en Seleccionar los iconos que aparecerán en la barra de tareas.
En esta ventana puedes activar o desactivar iconos en el área de notificación, pero nosotros te recomendamos que elijas la opción Mostrar siempre todos los iconos en el área de notificación. ¿Te parecen muchos? En muchos casos las aplicaciones te dejan elegir si quieres que aparezca su icono ahí o no, todo es cuestión de ir a sus ajustes y configurarlo.
5. Reduce el tamaño de Cortana
De forma predeterminada Cortana se muestra como una barra de búsqueda en la barra de tareas, lo cual ocupa bastante espacio. Dicha barra realmente no vale para (casi) nada y es mejor que la reemplaces por un icono. Para ello, haz clic con el botón derecho del ratón sobre la barra de tareas y ve al menú Cortana > Mostrar icono de Cortana.
La funcionalidad es exactamente la misma con el icono que con la barra, pero ocupa mucho menos. Tras hacer clic en el icono, puedes escribir tu búsqueda, que es lo mismo que tienes que hacer si tuvieras la barra. Lo único que perderás es que necesitas hacer un clic más para hacer una búsqueda por voz.
6. Oculta Contactos de la barra de tareas
Y, ya que estamos hablando de la barra de tareas de Windows, ¿te has dado cuenta de que las últimas versiones incluyen un nuevo icono de Contactosal lado del área de notificación? Esta es una novedad destinada a permitirte interactuar con tus contactos fácilmente, pero en la realidad tiene poca utilidad pues se conecta a un número limitado de aplicaciones.
Para desactivarlo, haz clic con el botón derecho del ratón sobre cualquier lugar de la barra de tareas y desmarca la opción Mostrar Contactos en la barra de tareas. Si en algún momento cambias de opinión, siempre puedes traerlo de vuelta y probar de nuevo si es útil o no.
7. Cambia las horas activas
Hay pocas cosas más frustrantes que que Windows empiece a actualizarse mientras lo estás usando y te secuestre el PC por unas cuantas horas. Una de tus mejores bazas para evitarlo es configurar las horas activas, que en términos de Windows es algo así como la franja horaria en la que estás usando el PC y no quieres que se actualice. Para hacerlo, abre las opciones de Windows (atajo: Windows + I) y luego ve a Actualización y seguridad.
Volveremos a esta pantalla en la próximo recomendación para visitar las opciones avanzadas, pero por ahora dirígete al apartado Cambiar horas activas. Aquí podrás decirle a Windows que no te moleste cuando estás trabajando (o jugando).
Podrás entonces elegir la hora de inicio y la hora de finalización de las horas activas, un intervalo de tiempo en el que Windows no reiniciará para aplicar actualizaciones. El intervalo puede ser de un máximo de 18 horas. Pulga Guardar cuando termines.
8. Desactiva la Optimización de entrega
Windows tiene una función activada de forma predeterminada que usa tu PC para distribuir actualizaciones de Windows a equipos de tu red y de Internet. Esto puede suponer una carga extra a tu PC y a tu conexión, y probablemente lo quieras desactivar. Para ello debes ir al mismo apartado Windows Update que veíamos antes, pero ahora haciendo clic en Opciones avanzadas.
Deberás hacer clic en Optimización de entrega, pero antes de hacerlo hay otra opción que te recomiendo activar. Es la tercera, Te mostraremos un aviso cuando vayamos a reiniciar, que ayudará a evitar la desagradable experiencia de estar usando el PC y que de repente se reinicie mientras lo usas en un descuido.
Desactiva Permitir descargas de otros equipos y olvídate de que tu PC haga el trabajo sucio de Microsoft. Aunque es probable que esta función casi nunca te afectara, en verdad no te beneficia a no ser que tengas muchos PC en red y tu conexión a Internet sea muy lenta.
9. Desinstala el bloatware
Windows 10 viene con no pocas apps preinstaladas que probablemente te interesen poco. Y encima añade sus iconos en el Menú inicio, dándoles bastante protagonismo. Por suerte, librarse de ellas es muy rápido. Solo necesitas hacer clic con el botón derecho del ratón en su icono y elegir Desinstalar.
El proceso es generalmente muy rápido y no solo eliminarás la polución del Menú Inicio por lo que tardarás menos en encontrar las apps que sí te interesan, sino que liberarás espacio en disco.
Fuente: www.xataka.com
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