viernes, 24 de abril de 2015

ASÍ PUEDEN HACKEARTE EL IPHONE


Muchas veces se tiene al iPhone por un dispositivo seguro de por sí. Ni que decir tiene, cuenta con una protección superior a la de Android, pero también es vulnerable.


Los problemas de seguridad del iPhone existen y no son un elemento despreciable. Habitualmente se conoce a Android como el campeón del malware, la mayoría de las amenazas van dirigidas a esta plataforma y la facilidad para entrar en Google Play tampoco ayuda a la protección de los dispositivos. Sin embargo, hay caminos para infectar el terminal de Apple. El jailbreak es una de las puertas de entrada que facilita la entrada de malware en el iPhone, pero no es la única.
Apple siempre recomienda actualizar a la última versión de iOS, pues ésta contiene los nuevos parches de seguridad que eliminan vulnerabilidades del terminal. Precisamente esto se hace porque el dispositivo no está protegido al 100 por 100, en cuyo caso muchas veces no habría necesidad de lanzar actualizaciones. Como todo sistema operativo, el de Apple también debe mejorarse poco a poco, incluyendo el conocimiento que se ha obtenido desde la versión anterior. Parte fundamental de este conocimiento está relacionado con la protección del terminal.
Apple se ha esforzado por crear un ecosistema controlado, vetado a la entrada de malware. Sin embargo, en un informe de 2013, Symantec señaló que en 2012 había 387 agujeros de seguridad en iOS, mientras que el número que le atribuía a Android era sólo de 13. La propia Apple reconoció que en iOS 7 se eliminaron 70 vulnerabilidades respecto a la versión anterior del software. Cierto es que una cosa es una vulnerabilidad y otra es una amenaza, pero la primera es el paso previo para que exista la segunda, aunque no tienen que ser siempre causa y consecuencia.
problemas de seguridad del iPhone

Las vulnerabilidades en aplicaciones

Como aseguran algunos expertos en The Guardian, una forma de recoger información en smartphones es explotando vulnerabilidades de aplicaciones. Uno de los problemas que existen es el de la redirección 301, una acción que resultará familiar a cualquiera que haya tenido que hacer una migración de dominio o realizar ajustes de SEO. Esta misma técnica también se usa en muchas aplicaciones de iOS para que los desarrolladores cambien fácilmente las URL que utilizan para obtener los datos.
Sin embargo, estando conectado a una misma red WiFi, un atacante puede cambiar esa URL del desarrollador por la de su sitio malicioso y así el usuario quedará expuesto a que el atacante busque vulnerabilidades en su terminal. Otro de los fallos habituales en los que incurren los desarrolladores es permitir a sus aplicaciones almacenar información en el dispositivo. En ocasiones se trata de claves de acceso que están sin cifrar o pobremente cifradas. Este contenido junto con los datos que envían las aplicaciones puede ser extraído con una red WiFi mediante.

Múltiples caminos

La instalación de certificados de terceros también es una vía que puede ser utilizada malintencionadamente. Los atacantes no lo tienen fácil para obtener este tipo de recurso, pero a veces se venden en foros escondidos o se extraen penetrando en equipos de desarrolladores que quieran subir software a la App Store. Con los certificados es posible suplantar la identidad y así enviar mensajes de pishing.
Además, a pesar del vetado parque que es la App Store, esto no quiere decir que sea imposible introducir aplicaciones maliciosas, tal y como demostraron los técnicos del Georgia Tech Information Security Center, cuyo software fue aceptado por Apple conteniendo una instrucción que reconfiguraba el código de la aplicación nada más instalarla, convirtiéndola en malware.
El jailbreak es otro de los problemas de seguridad del iPhone. Al llevarlo a cabo el usuario deja una puerta abierta para la entrada de amenazas y se eliminan las instrucciones de seguridad que impiden a una aplicación tener mucho control sobre el dispositivo. Muchos de los riesgos se pueden evitar, sin embargo, teniendo en cuenta algunos consejos sencillos.

Repasamos algunos consejos básicos sobre seguridad que te ayudarán a proteger la información que almacenas en tus dispositivos móviles.
Nuestros dispositivos móviles se han convertido en una de nuestras principales puertas de acceso a Internet. Realmente, este dato no nos resulta extraño y es algo que venimos viendo desde hace tiempo reflejado en estadísticas de uso o en los datos de venta de estos dispositivos (y su comparación con la venta de ordenadores personales).
Cada vez usamos más nuestros dispositivos móviles y, por tanto, intercambiamos información a través de ellos, accedemos a nuestro correo electrónico o a nuestros perfiles en Twitter, Facebook o Instagram. Nuestros smartphones y tablets atesoran información de carácter personal, guardan nuestras fotos, nuestros mensajes o nuestra agenda de contactos; información de valor que debemos proteger adecuadamente (y evitar que caiga en manos de terceros con no muy buenas intenciones).
La seguridad debemos verla como una inversión; es un tiempo bien invertido que nos puede sacar de una situación comprometida en el caso que seamos víctima de un robo, nuestro dispositivo móvil sufra una avería o, simplemente, nos lo hayamos dejado olvidado en el tren, en el autobús o en una cafetería.
¿Y por dónde empiezo? Si quieres mejorar la seguridad de tus dispositivos móviles y proteger tus datos pero no sabes por dónde empezar, vamos a intentar ponértelo algo más fácil con algunas pautas y buenas prácticas que te ayudarán a asegurar tus datos.

Evita que alguien acceda a tu dispositivo sin permiso

Partiendo de la base de que en nuestros dispositivos móviles estamos almacenando información personal (conversaciones de WhatsApp, fotografías, correos electrónicos, acceso a redes sociales…), es fundamental controlar quién accede a nuestro dispositivo. Lo más normal es que nadie, salvo nosotros mismos, pueda usar nuestro terminal móvil; por tanto, una de las primeras medidas de control que debemos implantar es una contraseña de acceso.
Como “no hacer nada” no es una opción que vayamos a considerar como válida, si accedemos a las opciones de seguridad de nuestro smartphone encontraremos la posibilidad de bloquearlo mediante un PIN o una contraseña.
En el caso de iOS, podremos fijar una contraseña numérica o, en el caso del iPhone 5s,6 y Plus podremos recurrir a la biometría y usar el lector de huellas digitales del dispositivo.



Protégete ante el robo o la pérdida de tu terminal
¿Alguna vez te has planteado qué pasaría si perdieras tu smartphone o fueras víctima de un robo? Si nuestro terminal no estuviese protegido por una contraseña, nuestros datos estarían al alcance de cualquiera, algo que podemos evitar con lo que hemos comentado en el apartado anterior.
Aún así, ante un robo o un extravío lo normal es que intentemos recuperar nuestro dispositivo móvil. La localización es algo posible y todas las plataformas nos ofrecen la posibilidad de localizar, de manera remota, nuestros dispositivos móviles para obtener su ubicación e, incluso, emitir una alarma, mostrar un mensaje o eliminar los datos de nuestro terminal de manera remota.

Android Device Manager - seguridad

Los usuarios de iOS tienen a su disposición los servicios de iCloud y, entre ellos, se encuentra un control remoto de dispositivos que ofrece a los usuarios la posibilidad de eliminar datos, hacer sonar una alarma y visualizar en un mapa dónde se encuentra nuestro teléfono móvil.
Para iOS y Android, además de los servicios oficiales que proporcionan Apple y Google respectivamente, podemos encontrar servicios de terceros como Prey o Lookout que también nos pueden ayudar, evidentemente, si los tenemos configurados en nuestros terminales.
Finalmente, una de las primeras cosas que deberíamos tener en cuenta cuando estrenamos un dispositivo móvil es su código IMEI. El IMEI (International Mobile Equipment Identity) es un código único que identifica nuestro dispositivo móvil a nivel internacional; un dato que el terminal envía a la red del operador cuando encendemos nuestro dispositivo y que se puede usar para rechazar un dispositivo robado. Si hemos perdido nuestro terminal y no hay manera de recuperarlo, si queremos evitar que se pueda usar, los operadores pueden pasar el IMEI en una lista negra y rechazar su identificación en la red.

iPhones - seguridad
Mantén tus datos a salvo, no te olvides del backup
Perder nuestro dispositivo móvil puede ocasionarnos bastantes dolores de cabeza, sobre todo si no tenemos una copia de la información que almacenábamos. En este sentido, las copias de seguridad son fundamentales y es una tarea que debemos asumir e implementar para poder recuperarnos ante un desastre como la avería de nuestro dispositivo o su pérdida.
Tanto iOS (a través de iCloud), como Android (en los ajustes de privacidad). En el caso de iOS, usando iCloud, podremos hacer una copia de seguridad muy completa.
Además, servicios como Dropbox y SkyDrive, además de ejercer de sistemas de almacenamiento en la nube, nos ofrecen apps que son capaces de respaldar las fotografías que tomamos con nuestros dispositivos móviles.

Controla lo que compartes

Finalmente, además de almacenar datos en nuestro dispositivo, con el uso del mismo también estamos generando información que es susceptible de pasar a manos de terceros.
Los fabricantes tienden a recopilar datos estadísticos de uso y es algo que nos suelen preguntar la primera vez que arrancamos nuestro dispositivo; si no prestamos atención a estos mensajes, puede que con la emoción estemos compartiendo datos sin darnos cuenta así que no está de más prestar atención a este aspecto.
También es importante que acotemos las conexiones que tenemos abiertas. Si no estamos usando la conexión Bluetooth del terminal, ¿para qué tenerla encendida? Dejar el interfaz Bluetooth encendido puede ser una puerta abierta a que nos envíen archivos sin nuestro consentimiento. Por otro lado, si no estamos usando el GPS o no hace falta usar los datos de ubicación, ¿por qué compartirlos con un tercero?
Androides - seguridad
Ojo con las aplicaciones que instalas
Aunque no muchos usuarios lo hagan, es importante pararse a pensar un poco antes de instalar una aplicación en nuestro dispositivo móvil. Instalar aplicaciones es fácil; de hecho, es tan sencillo que es aprovechado por terceros para implantar malware o convertirnos en su “producto” y hacerse con nuestros datos.
Independientemente de la plataforma que usemos, es recomendable revisar los permisos que requiere una aplicación o qué datos utiliza para funcionar. Esta evaluación es importante porque podremos comprobar si realmente la aplicación accede a más datos de los que debiera por la funcionalidad que nos ofrece. También es recomendable revisar qué opinan otros usuarios del servicio o la app.
Hay aplicaciones que esconden más de lo que declaran y, por ello, es fundamental revisar los permisos que requieren en su instalación. Además, también debemos verificar el origen del softwareque instalamos.
Si decidimos realizar el jailbreak a nuestro terminal, nos estaremos lanzando a los brazos de desarrolladores que no conocemos y que no tienen por qué declarar toda la información relativa a sus apps.

iPhone Update - Seguridad

Actualizaciones

Además de brindarnos nuevas funcionalidades, las actualizaciones también solventan problemas de seguridad detectados tanto en el sistema operativo de nuestro dispositivo como en las aplicaciones instaladas.
Aunque nos pueda llegar a parecer una tarea tediosa, las actualizaciones pueden solventar vulnerabilidades y fallos de seguridad; por tanto, un dispositivo actualizado implica algo menos de riesgo que uno sin actualizar.

El contenido del post no es de mi autoría, y/o, es un recopilación de distintas fuentes.

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