Muchas veces, los problemas con la conexión Wi-Fi no tienen que ver con el router ni con la conexión: están relacionados con la ubicación del router, la congestión del espectro o, inclusive, la construcción de tu casa u oficina.
Y aunque algunas de estas cosas están fuera de tu control, hay otras cosas que sí puedes hacer para ayudarle a tu Wi-Fi a llegar donde tú lo necesitas. Por eso, te presentamos un listado de cinco recomendaciones claves para eso.
1. Ojo con la ubicación del router
El problema más común consiste en que tu router está mal ubicado. Si está escondido en un rincón, o camuflado en medio de tu televisor, tu consola y tu decodificador de TV, debes cambiarlo de lugar.
¿Qué lugares son adecuados? Básicamente, cualquiera que esté elevado y que no tenga demasiados obstáculos alrededor. Los lugares altos facilitan la difusión de la señal, pues ésta debe viajar menos para llegar a más áreas en tu hogar. Los obstáculos, por su parte, impiden el paso de las ondas de Wi-Fi. Además, debes intentar que esté en un lugar central de tu casa u oficina, y verificar siempre que las antenas estén en posición vertical.
Debes tener en cuenta que no todos los obstáculos físicos obstruyen la señal. Los equipos electrónicos en general, pero especialmente los que emiten ondas –como los teléfonos inalámbricos o los hornos microondas– son obstáculos que debes evitar. En cambio, los muebles de madera o tela, o los libros, son fácilmente atravesados por tu señal de internet. Por eso, una repisa alta en una biblioteca es el lugar ideal para ubicar tu router. Recuerda que debes pedirle ayuda a tu operador de internet para trasladarlo dentro de tu casa, pues a menudo eso implica que hay que hacer una labor de cableado.
2. Despeja el trancón
Si vives en un edificio de apartamentos, y cada uno de tus vecinos tiene su propio Wi-Fi, podrías estar sufriendo de congestión de los canales. Si además usas tu red para controlar bastantes dispositivos que emiten su propia señal, como parlantes inalámbricos, impresoras conectadas, dispositivos tipo Chromecast o algunos electrodomésticos inteligentes, tu riesgo aumenta.
Resulta que la señal de Wi-Fi viaja por varios canales diferentes, pero la mayoría de los routers utilizan por defecto el mismo canal (normalmente el seis). Por lo tanto, una buena manera de solucionar el problema es configurar tu router para que tu señal viaje por otra banda. Eso lo puede hacer el técnico de tu operador, o si tienes un router propio, debes consultar el manual para saber cómo conseguirlo.
¿Cómo saber si el canal de tu Wi-Fi está congestionado? Si tienes un Android, puedes bajar una app gratuita llamada Wi-Fi Analyzer, que te permitirá no solo ver si hay muchas conexiones en el mismo canal que la tuya, sino también conocer la intensidad de cada una de ellas. Es muy útil para diagnosticar y corregir tus problemas de señal. Una alternativa para Mac es WiFi Scanner ($3.99 en la Mac App Store), y para Windows, puedes usar Wi-Fi Channel Scanner.
3. Gánale a las paredes
A veces, simplemente tienes mala suerte. Es posible que no puedas ubicar el router en un buen lugar, que las paredes de tu casa u oficina sean muy gruesas o tengan metal, lo que obstruye fuertemente el alcance de tu red. La solución en esos casos es comprar un extensor de señal de red, que ofrecen empresas como TP-Link o D-Link. Estos aparatos son muy sencillos: los conectas en una toma de corriente, sigues una sencilla configuración –que está detallada en los manuales de los dispositivos– y tu señal llegará más lejos que nunca.
4. ¿Te están robando Wi-Fi?
A veces el problema no eres tú, sino tus vecinos que se rehusan a pagar su propia factura. Para saberlo, puedes usar apps gratuitas como Wifi Watch para Android, o Fing para iOS y Android. La app detecta todos los dispositivos conectados a tu red en un momento determinado. Desde tu PC con Windows, puedes bajar una app llamada Who Is On My WiFi. Entre más dispositivos conectados, menos ancho de banda para cada uno. Y si el ‘invitado’ usa tu red para bajar contenidos pesados, como videos o archivos de gran tamaño, ahí está el problema.
¿Cómo hacerle el reclamo al vecino ‘gorrero’? No es necesario. La solución es cambiar la contraseña de tu red. Si tienes los manuales de tu router sabrás cómo hacerlo, o si no, un técnico de tu operador puede ayudar.
5. ¿Hay suficiente velocidad?
Si tienes muchos usuarios en tu casa, o muchos equipos conectados, puede que todo esté bien pero la experiencia –de todos modos– no sea satisfactoria. Si probaste todo y aun tienes lentitud en tu navegación, la solución es aumentar la velocidad de tu conexión.
En esta guía puedes tener una idea de la velocidad que necesitas según tu consumo y la cantidad de usuarios en tu hogar. Tu factura mensual va a subir un poco, pero la experiencia va a mejorar muchísimo.
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