lunes, 15 de junio de 2015

ASÍ TE HACE LA TECNOLOGÍA MÁS IDIOTA

Así te hace la tecnología más idiota

Pese a que en un elevado número de aspectos la tecnología ha mejorado nuestro día a día, hay en otros muchos en los que nos ha vuelto completamente locos, inútiles y seres carentes de raciocinio. A continuación enumeramos todos ellos... ¿Estás de acuerdo?La tecnología ha cambiado por completo la forma de ver, entender y ejecutar nuestras vidas. La incorporación (día tras día) de productos como las tablets, los móviles y todo tipo de elementos incluidos en todos estos y que nos lo ponen en bandeja a la hora de comunicarnos con los demás y de llegar a pensar para hacer ciertas cosas, ha provocado que algunas personas tendrían evidentes problemas si algún día, de repente, al despertar se encuentran con que todos los avances vividos en estas últimas décadas desaparecen por completo.
¿Qué ocurriría? Miedo, angustia, ansiedad. Es algo normal, ya la tecnología ya es una más de la familia. ¿Quién no tiene un móvil con acceso a Internet y con el que estar enganchado a todas horas de lo que ocurre en su mundo y en el de todos? A continuación, repasamos las formas en las cuales todos esos avances nos han transformados de seres racionales en seres un tanto traumáticos y hasta idiotas...


El uso desmesurado de la calculadora
¿Qué ha pasado desde que la calculadora, ese invento mágico, apareciera por sorpresa y nos facilitara la vida? Pues que la utilizamos para todo y que nuestro intelecto se queda congelado hasta para hacer una triste multiplicación o raíz cuadrada digna de un niño de primaria que hace años se resolvía en sólo unos segundos. 
Qué tiempos aquellos en los que usábamos los dedos de la mano para contar días y estábamos alejados de todo 'bicho' tecnológico. Nada, que es que ahora si haces eso eres el bicho raro. Habrá algún día en el que las matemáticas se enseñarán con calculadora. ¡Qué tristeza!

El corrector ortográfico 
Ni en WhatsApp, ni en Word, ni en ningún sitio habido y por haber. Podemos escribir cerca de 3.000 palabras al día que todas (o casi todas) nos las tiene que corregir el maldito corrector. Luego hay problemas para saber si esta palabra va con "v" o con "b" si la otra lleva "h" o va sin ella. Está claro que nos ahorrará tiempo (y a algunos más de un disgusto en el trabajo) pero ha provocado que le demos unas patadas al diccionario que son para enmarcar para la posterioridad. ¡Con lo que éramos! Así viene luego el informe PISA...

La memoria de los móviles
Si le preguntas a tu madre, padre o incluso abuelos, ellos siempre se quedaban con los números de teléfono de las personas más importantes a las que llamar en caso de emergencia. Igual ocurre con los cumpleaños de los amigos. Ahora, los móviles y en su defecto Facebook en el caso de los cumples, nos hacen el trabajo. Luego pasa lo que pasa. ¿Qué pasa si te quedas sin batería y necesitas hacer una llamada de emergencia? Que estás vendido... ¿Y si las redes no te chivan el cumpleaños? Pues que haces el ridículo...

No eres capaz de mantener una conversación fluida en persona
Esto afecta especialmente a los más jóvenes de la casa. Y es que un gran parte de los adolescentes (tanto ellos como ellas) utilizan los móviles para dorar la píldora a aquellos de los que están locamente 'enamorad@s'. Con el móvil en la mano y a kilómetros de distancia es muy fácil pero... ¿Qué pasa a la hora de dar la cara? Te trabas, te pones roj@ y las palabras no terminan de salir bien de la boca y acabas diciendo cosas sin sentido. Con lo difícil que era antes conquistar a alguien y lo regalado que está hoy en día con WhatsApp...

Sufrir la denominada nomofobia
A priori puede parecer un término un tanto extraño pero no significa otra cosa que tener auténtica fobia a salir de casa sin el teléfono móvil. Fobia, miedo... Se puede llamar cómo un@ quiera pero ya es considerada por los expertos como la enfermedad del siglo XXI. Según los últimos datos disponibles, afecta ya al 60% de los españoles, independientemente de su edad, condición o sexo. 
La nomofobia no sólo afecta a las personas que tienen que dejar el móvil en casa por obligación o por un simple lapsus sino a aquellos que sufren cuando se quedan sin batería o cuando pasan por una zona sin cobertura. ¡Hemos perdido completamente el juicio!

Creer que te llaman o te escriben a todas horas
¿No has vivido la situación en la que crees que tu móvil ha sonado o ha vibrado como si te hubiera llegado un WhatsApp? Esa patología, ya que es así calificada por los expertos, recibe el nombre de síndrome de la vibración fantasma que deja en evidencia la total dependencia de tu teléfono y que te vuelve tan idiota que llegas a imaginar cosas donde no las hay.
Según las cifras, hasta el 70% de las personas que tienen móvil han sufrido alguna vez este síndrome. Los expertos aseguran que se produce debido a que el cerebro asocia al propio móvil cualquier estímulo que recibe... ¡De locos!

Cibercondria al poder
¡Con lo bien que vivíamos sin Internet! En los últimos años nos hemos vuelto un tanto locos al hacer un propio diagnóstico de las 'enfermedades' (que igual luego son simples molestias) que padecemos. Y es que nos metemos en Google, ponemos los síntomas que tenemos y... ¡voilá! Hacemos de médicos improvisados gracias a algunos artículos un tanto desproporcionados que nos hacen pensar que el fin del mundo está cerca. 
Esto en los años ochenta no pasaba, señores...

Te pones nervioso al buscar en una enciclopedia
En los colegios e instituto, los diccionarios y las enciclopedias estaban a la orden del día. La palabra "x" existe o no, nos preguntábamos muchos. ¿Dónde nació Miguel de Cervantes? ¿En qué fecha piso el hombre la Luna por primera vez? Ahora, Internet nos acerca todo pero... ¿Qué ocurriría si tuviéramos que buscar esa información en un enciclopedia gigante? ¿Cuánto tardaríamos? ¿Nos agobiaríamos? Seguro que pasarían los minutos y tardaríamos mucho en encontrar lo que queríamos... ¡Lo que nos hacía falta!

El móvil, presente a todas horas
Lo que han cambiado las típicas cenas de familia y de amigos en los últimos años. Antes había que pedir vez para contar lo que Juan ha hecho con su mujer en las pasadas vacaciones y lo que Cristina quiere regalar a María en su primer aniversario. ¡Ahora eso es imposible! ¿Por qué? Muy sencillo. A la mínima que podemos cogemos el móvil para mirar quién nos ha escrito en WhatsApp, ya sea un grupo insoportable o el típico mensaje en cadena para pasar a cinco contactos y no morir. ¡Definitivamente estamos perdiendo el juicio!

Expones tu vida a desconocidos 
Si te paras a pensar muchas de las cosas que ha hecho la tecnología en tu vida, dejarías de utilizarla inmediatamente. Por ejemplo, te pararías por la calle a un desconocido a decirle que has ido a un restaurante genial y que es barato y que volverás la próxima vez que puedas. ¿A qué no? Pues eso es un ejemplo de lo que dices cada dos por tres en Twitter y a lo que acceden (salvo que lo tengas privado) todo aquel que quiere... ¿Somos idiotas o no somos idiotas? Tu privacidad reducida a la mínima expresión.

Fuente: www.que.es

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