Sabemos que el TDAH (déficit de atención con o sin hiperactividad), produce alteraciones en funciones cognitivas necesarias para que el niño se adapte al entorno escolar y adquiera la información académica adecuada. Así mismo, perturba la dinámica familiar.
Son niños que tienen dificultades para controlar su conducta y sus principales manifestaciones son:
- Hiperactividad: se mueve de forma inapropiada, en exceso, suele hablar mucho
- Impulsividad: actúa sin pensar, interrumpe, le cuesta esperar su turno
- Déficit o falta de atención: se distrae fácilmente, no se concentra, no acaba tareas, pierden u olvidan objetos necesarios para sus actividades.
Hoy sabemos que las primeras manifestaciones clínicas, las encontramos en las primeras etapas de vida del niño, la formación de los primeros vínculos. Desde muy pequeños podemos observar además de los síntomas mencionados, una intolerancia a la frustración, marcada por no poder aceptar un “no” por respuesta, ni soportar perder o equivocase), etc. Estas alteraciones les llevan a tener incapacidad para integrarse en el proceso de enseñanza-aprendizaje, o bien conservar un trabajo o mantener lazos sociales y afectivos.
Por esto consideramos que la clínica en niños con TDAH no debe apuntar solamente a tratar los síntomas, sino que debe ir dirigida a intervenir en la dinámica familiar alterada, con el objeto de modificar las relaciones del niño con sus padres, especialmente con la madre.
Los primeros vínculos que establece el niño con sus padres, son la base de la estructura de su personalidad, si los abordarmos en la primera infancia tenemos más posibilidades de prevenir trastornos como el de TDAH en la etapa escolar, en la adolescencia y en la vida adulta. Muchos casos de la hiperactividad adulta son la consecuencia del TDAH infantil no tratado.
Nuestro centro realiza un tratamiento integral, que contempla todas las dificultades cognitivas, emocionales y los vínculos familiares.
La farmacología es desde nuestro punto de vista un elemento más a ser considerado después de un tratamiento psicoterapéutico y un trabajo interdisciplinar. Pensamos que la medicación como primer o único recurso pone un manto de olvido a las alteraciones que existen en las relaciones del niño con los padres y con el entorno y no soluciona el origen de los problemas que le causan sufrimiento.
Fuente: www.matices.org
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