En todos los aspectos de la vida hay leyendas urbanas o mitos que hay que erradicar. Por haberlas, las hay incluso propias de una década. La tecnología no iba a ser menos y tiene historias para asustar y atemorizar al más incauto.
Aquí te dejo diez mitos tecnológicos que han de ser erradicados sí o sí, con su adecuada explicación.
1. La batería del móvil
Mito: Dejar el móvil cargando toda la noche destroza la batería
Realidad: No hay pruebas que concluyan esto. Los ‘smartphones’ actuales tienen baterías de litio que saben detenerse cuando están cargadas al 100%.
2. Tenemos más batería: el ciclo completo de carga
Mito: Hay que cargar el móvil o el portátil por completo, hasta que llegue al cien por cien, porque si no perderán más tarde ese tope y tendrán una batería más limitada .
Realidad: Hace un tiempo, esto podía ser verdad. Sin embargo, de nuevo nuestras amigas las baterías de litio impiden que ocurra: no hace falta esperar a que complete un ciclo completo de carga.
3. Dejar el ordenador encendido en el trabajo hasta el día siguiente
Mito: No deberías apagar el ordenador cada día, porque afecta a su funcionamiento (o porque eres muy vago y no quieres perder tiempo a la jornada siguiente), algo que verás que hacen muy a menudo tus compañeros de trabajo.
Realidad: ¡Insensato! Todo lo contrario, así que ya puedes ir apagando las computadoras de todos antes de marcharte. Apagándolo consume menos energía y sus componentes duran más tiempo, ya que en esas horas no tienen que estar en suspensión. Si no te convence, siempre te quedará la opción de hibernar (en el caso de que estemos hablando de un PC).
4. Internet y la web
Mito: Internet y la web son lo mismo.
Realidad: Va más allá de una diferencia semántica. Internet es una estructura que permite que todos estemos conectados y compartiendo información a través de ordenadores, teléfonos inteligentes… La web es la suma de todas las páginas que empiezan con ‘www’.
5. Nadie monitoriza mi actividad web
Mito: El modo privado de los navegadores web significa que navegas de forma anónima.
Realidad: Cuidado con las páginas que visitas. El modo ‘incógnito’ se limita a no almacenar tu historial, cookies… Algo ideal cuando estás en ordenadores públicos, como los del trabajo (sí, los que no se apagan por la noche), y luego viene otro compañero a usar la misma máquina. Sin embargo, tu empresa o tu proveedor de servicios de internet puede estar registrando tu actividad igualmente. Lo sentimos mucho.
6. Facebook no se puede quedar con nada mío
Mito: Si publico una declaración legal en mi perfil de Facebook en la que pido a la red social que no se quede con mis fotos y textos, no lo hará.
Realidad: Pues no. Un mito ya clásico, que aparece cada dos por tres en nuestro muro por culpa de algún amigo demasiado crédulo. No tiene validez legal, y tú ya has firmado sus términos y condiciones de uso, así que ten cuidado con lo que subes al ‘caralibro’.
7. ¡Quiero tener hijos!
Mito: Un portátil en tus rodillas podía dejarte estéril.
Realidad: No hay un estudio concluyente que afirme que las frecuencias de radio emitidas por un portátil afecten al ADN de los espermatozoides. Por otra parte, ¿quién utiliza continuamente el ordenador sobre su regazo? ¿Acaso es cómodo para trabajar?
8. Vigilan mi teléfono móvil todo el tiempo
Mito: Los gobiernos pueden monitorizar los teléfonos incluso cuando están apagados.
Realidad: Nada, si tienes el teléfono apagado poco se puede hacer porque el GPS no funcionará. Por tanto, si estás huyendo de la justicia o de los amigos, no tengas el móvil encendido (el que avisa no es traidor).
9. Tengo buena cobertura
Mito: Las rayas que aparecen en la parte superior de la pantalla de nuestro móvil indican si tenemos buena o mala cobertura: a más rayas, mejor será.
Realidad: Más bien, lo que indican las rayas es nuestra cercanía a una torre de telefonía. Puede suceder que muchas personas estén conectadas a esa estructura y utilizando el teléfono al mismo tiempo, y entonces se cae todo (algo parecido a lo que solía pasar en Año Nuevo). Por lo tanto, no te vuelvas a fiar de las rayas.
10. Queda poco para que podamos ver esa película que nos hemos descargado
Mito: La pantalla que aparece en nuestro ordenador cuando estamos descargando un archivo dice la verdad.
Realidad: Un poco imposible. Recuerda que a veces dice dos minutos, otras veces cinco… El tiempo siempre será estimado y dependerá de la sofisticación del servicio de descarga. Todo depende del contexto en el que se realice la transferencia de datos: congestión de la red, ancho de banda contratado… Así que paciencia.
Mito: Hay que cargar el móvil o el portátil por completo, hasta que llegue al cien por cien, porque si no perderán más tarde ese tope y tendrán una batería más limitada .
Realidad: Hace un tiempo, esto podía ser verdad. Sin embargo, de nuevo nuestras amigas las baterías de litio impiden que ocurra: no hace falta esperar a que complete un ciclo completo de carga.
3. Dejar el ordenador encendido en el trabajo hasta el día siguiente
Mito: No deberías apagar el ordenador cada día, porque afecta a su funcionamiento (o porque eres muy vago y no quieres perder tiempo a la jornada siguiente), algo que verás que hacen muy a menudo tus compañeros de trabajo.
Realidad: ¡Insensato! Todo lo contrario, así que ya puedes ir apagando las computadoras de todos antes de marcharte. Apagándolo consume menos energía y sus componentes duran más tiempo, ya que en esas horas no tienen que estar en suspensión. Si no te convence, siempre te quedará la opción de hibernar (en el caso de que estemos hablando de un PC).
4. Internet y la web
Mito: Internet y la web son lo mismo.
Realidad: Va más allá de una diferencia semántica. Internet es una estructura que permite que todos estemos conectados y compartiendo información a través de ordenadores, teléfonos inteligentes… La web es la suma de todas las páginas que empiezan con ‘www’.
5. Nadie monitoriza mi actividad web
Mito: El modo privado de los navegadores web significa que navegas de forma anónima.
Realidad: Cuidado con las páginas que visitas. El modo ‘incógnito’ se limita a no almacenar tu historial, cookies… Algo ideal cuando estás en ordenadores públicos, como los del trabajo (sí, los que no se apagan por la noche), y luego viene otro compañero a usar la misma máquina. Sin embargo, tu empresa o tu proveedor de servicios de internet puede estar registrando tu actividad igualmente. Lo sentimos mucho.
6. Facebook no se puede quedar con nada mío
Mito: Si publico una declaración legal en mi perfil de Facebook en la que pido a la red social que no se quede con mis fotos y textos, no lo hará.
Realidad: Pues no. Un mito ya clásico, que aparece cada dos por tres en nuestro muro por culpa de algún amigo demasiado crédulo. No tiene validez legal, y tú ya has firmado sus términos y condiciones de uso, así que ten cuidado con lo que subes al ‘caralibro’.
7. ¡Quiero tener hijos!
Mito: Un portátil en tus rodillas podía dejarte estéril.
Realidad: No hay un estudio concluyente que afirme que las frecuencias de radio emitidas por un portátil afecten al ADN de los espermatozoides. Por otra parte, ¿quién utiliza continuamente el ordenador sobre su regazo? ¿Acaso es cómodo para trabajar?
8. Vigilan mi teléfono móvil todo el tiempo
Mito: Los gobiernos pueden monitorizar los teléfonos incluso cuando están apagados.
Realidad: Nada, si tienes el teléfono apagado poco se puede hacer porque el GPS no funcionará. Por tanto, si estás huyendo de la justicia o de los amigos, no tengas el móvil encendido (el que avisa no es traidor).
9. Tengo buena cobertura
Mito: Las rayas que aparecen en la parte superior de la pantalla de nuestro móvil indican si tenemos buena o mala cobertura: a más rayas, mejor será.
Realidad: Más bien, lo que indican las rayas es nuestra cercanía a una torre de telefonía. Puede suceder que muchas personas estén conectadas a esa estructura y utilizando el teléfono al mismo tiempo, y entonces se cae todo (algo parecido a lo que solía pasar en Año Nuevo). Por lo tanto, no te vuelvas a fiar de las rayas.
10. Queda poco para que podamos ver esa película que nos hemos descargado
Mito: La pantalla que aparece en nuestro ordenador cuando estamos descargando un archivo dice la verdad.
Realidad: Un poco imposible. Recuerda que a veces dice dos minutos, otras veces cinco… El tiempo siempre será estimado y dependerá de la sofisticación del servicio de descarga. Todo depende del contexto en el que se realice la transferencia de datos: congestión de la red, ancho de banda contratado… Así que paciencia.
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