Desde hace ya bastantes años, mucho del hardware que solíamos ver en placas ISA, EISA, PCI o demás protocolos se han integrado a la motherboard,con el fin de hacerlas más económicas y atractivas al usuario, todo ello gracias fundamentalmente a la posibilidad que ofrece la electrónica miniatura de estos días.
Es más, en la actualidad podemos ver computadoras tan pequeñas que hasta incluso podemos colgar del soporte VESA del monitor, conservando pese a su tamaño, una excelente potencia y rendimiento. Por supuesto que esto es debido a que todas las funciones básicas como el video, el audio, la red y demás están integradas en la motherboard.
Es más, en la actualidad podemos ver computadoras tan pequeñas que hasta incluso podemos colgar del soporte VESA del monitor, conservando pese a su tamaño, una excelente potencia y rendimiento. Por supuesto que esto es debido a que todas las funciones básicas como el video, el audio, la red y demás están integradas en la motherboard.
En este sentido, una de los componentes básicos e imprescindibles de la PC como es la placa de audio, o tarjeta de sonido como también se la llama, hace años que viene integrada en la placa base, y sin que prácticamente llamara la atención de nadie, lo que nos hace preguntar si realmente añadir una placa de sonido extra puede mejorar la experiencia de audio cuando utilizamos nuestra computadora.
Lo cierto es que después de este movimiento de la industria, los fabricantes de placas de sonido quedaron bastante golpeados, y tuvieron que salir a competir con una estrategia de “Mejor que una placa de sonido onboard”,por lo que ofrecen al mercado modelos de alto valor. Sin embargo su costo es muchas veces juzgado, ya que según muchos especialistas, la calidad de sonido que brindan en ciertos escenarios no se separa demasiado de chips de audio integrados en las motherboards.
Para entenderlo mejor
Básicamente, la placa de sonido es un hardware que permite reproducir y grabar audio desde una computadora. Sin embargo, lo que muchos se preguntan es ¿por qué no se encarga el CPU de la propia computadora de esta tarea?
Si bien la tarea de procesar sonido parece sencillo comparándola con el proceso de video, lo cierto es que no es así, ya que aunque se procesen menos datos, los ciclos de CPU necesarios para ello son bastante, y pueden llegar a paralizar por completo una PC cuando se trabaja con archivos de audio grandes.
Por este motivo es que se prefiere contar con un chip auxiliar dedicado que se encargue de esta tarea, los cuales además de minimizar el trabajo del CPU central pueden ofrecer otras funciones aprovechables para el usuario como más canales, pudiendo llegar hasta los 6, o circuitos de preamplificación y demás. En la actualidad esto es un estándar, y podemos ver estos chips integrados a la mayoría de las motherboards que se fabrican hoy en día.
Sin embargo, que se haya convertido en un estándar no significa que sea la mejor opción, debido principalmente a la poca flexibilidad que brindan, desde las limitadas posibilidades de interconexión a través de sus conectores tipo Plug hembra de 3.5 mm, hasta las escasas opciones del software que acompaña a estas placas de audio onboard.
Para obtener algo mejor, como 8 salidas de audio, conectores dedicados o funciones tales como S/PDIF, deberemos optar por la compra de una placa de sonido del tipo PCI, es decir de las que tenemos que instalar dentro de la computadora, o bien una placa de sonido externa vía USB.
¿Es posible mejorar el audio añadiendo una placa de sonido extra?
La calidad de sonido es subjetiva, y por lo tanto un tema bastante difícil de tratar, ya que no todos escuchamos de la misma manera. A pesar de esto, existen sitios web que nos pueden orientar en la materia, los cuales hacen pruebas a diferentes tipos de placas de audio para determinar la calidad de sonido o el rendimiento de las principales tarjetas de sonido del mercado.
Estos sitios han llegado a la conclusión de que las placas de sonido que podemos añadir a través de PCI o USB son un poco mejores que las placas de audio onboard. Sin embargo, darse cuenta de la diferencia puede ser bastante complicado de llevar a cabo, salvo que utilicemos instrumental apropiado para ello, el cual un usuario común no posee.
Usuario básico vs. Usuario con necesidades especiales
Es sabido que el usuario básico generalmente utiliza el sistema de audio de la PC principalmente para escuchar música, ver películas u oír las notificaciones del sistema, por lo que añadir una placa de sonido en este tipo de configuración no tiene realmente mucho sentido.
Donde podemos encontrar una mejor posibilidad para añadir una placa de audio es en el mundo de los juegos, pero tampoco es que las cosas mejorarán, ya que la mayoría de las veces el audio es un elemento secundario de la acción, y los jugadores no noten la diferencia ni en calidad de sonido ni en otros aspectos técnicos como la latencia, ya que están demasiado concentrados en la acción que transcurre.
En donde terminantemente es necesario añadir una buena placa de audio externa vía USB o PCI es cuando nos dedicamos al audio, o en donde el sistema de reproducción, es decir el amplificador, sea capaz de tratar y reproducir fielmente el audio que se le envía. En el caso de que nos dediquemos al audio, con una placa de este tipo obtendremos una menor latencia, es decir un menor tiempo entre que se produce el sonido y es reproducido en los altavoces.
La pregunta fundamental: ¿Mejora el rendimiento?
Lamentablemente, en los escenarios básicos, es decir ver películas y escuchar música, no existe mejora, por lo menos audible, salvo que nuestras fuentes de audio sean de las del tipo de alta calidad sin comprimir. En este punto añadir una buena placa es una excelente idea. Si escuchamos música en MP3, no habrá diferencia. Lo mismo sucede con los juegos, no se ejecutarán más rápido si añadimos una placa de audio de mejor calidad que la integrada.
En el caso de las películas con sonido envolvente añadir una placa de audio también puede ser de ayuda para mejorar el sonido, ya que generalmente las placas de audio integradas en este punto tienden a sonar demasiado plano en todos sus canales.
Fuente: www.informatica-hoy.com.ar
Si bien la tarea de procesar sonido parece sencillo comparándola con el proceso de video, lo cierto es que no es así, ya que aunque se procesen menos datos, los ciclos de CPU necesarios para ello son bastante, y pueden llegar a paralizar por completo una PC cuando se trabaja con archivos de audio grandes.
Por este motivo es que se prefiere contar con un chip auxiliar dedicado que se encargue de esta tarea, los cuales además de minimizar el trabajo del CPU central pueden ofrecer otras funciones aprovechables para el usuario como más canales, pudiendo llegar hasta los 6, o circuitos de preamplificación y demás. En la actualidad esto es un estándar, y podemos ver estos chips integrados a la mayoría de las motherboards que se fabrican hoy en día.
Sin embargo, que se haya convertido en un estándar no significa que sea la mejor opción, debido principalmente a la poca flexibilidad que brindan, desde las limitadas posibilidades de interconexión a través de sus conectores tipo Plug hembra de 3.5 mm, hasta las escasas opciones del software que acompaña a estas placas de audio onboard.
¿Es posible mejorar el audio añadiendo una placa de sonido extra?
Estos sitios han llegado a la conclusión de que las placas de sonido que podemos añadir a través de PCI o USB son un poco mejores que las placas de audio onboard. Sin embargo, darse cuenta de la diferencia puede ser bastante complicado de llevar a cabo, salvo que utilicemos instrumental apropiado para ello, el cual un usuario común no posee.
Es sabido que el usuario básico generalmente utiliza el sistema de audio de la PC principalmente para escuchar música, ver películas u oír las notificaciones del sistema, por lo que añadir una placa de sonido en este tipo de configuración no tiene realmente mucho sentido.
Donde podemos encontrar una mejor posibilidad para añadir una placa de audio es en el mundo de los juegos, pero tampoco es que las cosas mejorarán, ya que la mayoría de las veces el audio es un elemento secundario de la acción, y los jugadores no noten la diferencia ni en calidad de sonido ni en otros aspectos técnicos como la latencia, ya que están demasiado concentrados en la acción que transcurre.
En donde terminantemente es necesario añadir una buena placa de audio externa vía USB o PCI es cuando nos dedicamos al audio, o en donde el sistema de reproducción, es decir el amplificador, sea capaz de tratar y reproducir fielmente el audio que se le envía. En el caso de que nos dediquemos al audio, con una placa de este tipo obtendremos una menor latencia, es decir un menor tiempo entre que se produce el sonido y es reproducido en los altavoces.
La pregunta fundamental: ¿Mejora el rendimiento?
Lamentablemente, en los escenarios básicos, es decir ver películas y escuchar música, no existe mejora, por lo menos audible, salvo que nuestras fuentes de audio sean de las del tipo de alta calidad sin comprimir. En este punto añadir una buena placa es una excelente idea. Si escuchamos música en MP3, no habrá diferencia. Lo mismo sucede con los juegos, no se ejecutarán más rápido si añadimos una placa de audio de mejor calidad que la integrada.
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