Cuando acudimos a una entrevista de trabajo, siempre tratamos de dar la mejor impresión posible. Sin embargo, el lenguaje corporal es algo que muchas veces obviamos y que nuestro interlocutor puede descifrar.
1- Apretón de manos débil o demasiado fuerte:
El apretón de manos debe ser firme pero no apabullante. Si es demasiado flojo pareceremos carentes de confianza, pero si es excesivamente fuerte denotará intención de dominar.
2- Cruzar los brazos:
El cruzar los brazos o las piernas establece una barrera física entre entrevistador y entrevistado. Hay que evitar estos gestos de tu cuerpo para no dar la impresión de que quieres mantenerte alejado e inaccesible o de que eres una persona de mente estrecha que no admite otras opiniones. Las manos a los lados o en el regazo darán mejor impresión.
3- El contacto visual:
El contacto visual es importantísimo en una entrevista. No ha de ser excesivo ni escueto. Se considera que mantener la mirada entre 7 y 10 segundos es lo ideal. Más rato puede interpretarse como agresividad y evitar la mirada produce la sensación de que escondes algo sospechoso e incluso puede resultar inquietante.
4- Gestos exagerados:
Si gesticulamos exageradamente, moviendo mucho las manos y los brazos, pareceremos caóticos y desordenados. Seguro que nuestro entrevistador no busca esas “cualidades”. También pueden dar la impresión de que faltamos a la verdad, mientras que utilizar pequeños gestos acompañando nuestras palabras hará que parezcamos honestos, inteligentes y dignos de confianza.
5- Manos en la espalda o en los bolsillos:
La manos en la espalda o en los bolsillos te impedirán moverte con soltura y parecerás rígido y poco flexible. También puede dar a entender que estás mintiendo, ya que cuando se falta a la verdad, muchas veces se esconden las manos.
6- Toquetear objetos:
Lo mejor es no toquetear los objetos que tengas a tu alcance. Si jugueteamos con bolígrafos, libretas, clips… parecerá que estamos ansiosos y angustiados porque no tenemos la preparación suficiente. Tampoco debemos tocarnos la cara o la nariz, ya que podemos parecer deshonestos, ni el pelo ya que denota inseguridad.
7- Apretar los puños:
Las manos deben permanecer visibles, abiertas y relajadas. Si por nervios cerramos los puños, daremos la sensación de estar a la defensiva y listos para discutir con el entrevistador.
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