A primera vista, nadie diría que trabajar delante de un ordenador es peligroso. Es bastante más arriesgado ser minero, astronauta o bombero, por poner algunos ejemplos. Pero el trabajo delante de un PC también conlleva pequeños riesgos que, si no les pones remedio a tiempo, a la larga pueden acabar convirtiéndose en un problema de salud.
Afortunadamente en su mayoría son dolencias leves que, como decimos, pueden aliviarse fácilmente mediante la adopción de unas sencillas pautas, que te explicamos con detalle a continuación. Sólo tienes que incorporarlas en tu vida diaria para evitar que esas largas jornadas ante el PC pasen factura a tu salud.
Por supuesto, nuestra intención no es ni mucho menos la de reemplazar el consejo profesional de un médico. Si tienes alguno de estos síntomas, y adoptando los consejos que te damos en este artículo no mejoras, lo más recomendable es que acudas al especialista adecuado.
La idea es que te tomes estas sugerencias simplemente como tales, y como una forma de prevenir los problemas de salud asociados al trabajo con ordenadores. Porque, si tienes que pasarte ocho o diez horas al día con el PC, al menos hazlo de la forma más sana posible.
Los ojos rojos
Los ojos son probablemente el órgano que más se resiente a causa del uso continuado de pantallas. Porque ya no es sólo cuestión de que trabajes ocho horas al día con el PC, sino que cuando sales del trabajo sigues con el móvil, y luego en casa con la tablet o el portátil, y por la noche con la tele... demasiadas pantallas al cabo del día.
Así, no es raro que muchos acabemos con los ojos rojos o irritados, o con una molesta sensación de sequedad. Esto ocurre porque cuando miramos una pantalla tendemos a parpadear menos de lo necesario, con lo que los ojos no reciben la dosis de hidratación necesaria. También influye la posición del monitor, o que haya calefacción o aire acondicionado en tu lugar de trabajo.
Cómo solucionarlo
Por suerte, este problema suele desaparecer a las pocas horas de dejar de usar la pantalla. Si no es así, puedes usar unas lágrimas artificiales que ayuda a aliviar la sequedad. También es importante ajustar los niveles de brillo y contraste de tu monitor, y asegurarse de que no estás demasiado cerca de la pantalla y de que tu fuente de luz principal no te da en la cara o directamente en la pantalla.
Asimismo, comprueba que la posición del monitor con respecto a tu vista es la correcta: su parte superior debería estar alineada con tus ojos, de forma que al mirarlo inclines ligeramente la vista y así no abras mucho los ojos (evitarás que se sequen tanto).
La fatiga visual
El hecho de que los ojos sean uno de los más afectados por el trabajo delante del ordenador hace que puedan sufrir más de una condición. Así, además de los ojos rojos, un uso excesivo de pantallas puede producir fatiga visual.
La reconocerás enseguida: no es sólo que los ojos estén rojos o te piquen, sino que además los notas cansados, es como si literalmente te dolieran, como cuando te duelen los músculos después de una buena sesión de entrenamiento en el gimnasio. Porque al fin y al cabo, los ojos también están controlados por músculos, y éstos se resienten si abusamos de ellos.
Y sí, pasar demasiadas horas delante de una pantalla es abusar de la musculatura ocular. Los ojos están relajados si miramos a lo lejos, pero al intentar constantemente enfocar cosas de cerca le estamos exigiendo más esfuerzo. Y después de varias horas, la fatiga ocular hace su aparición.
Cómo solucionarlo
De nuevo, este problema es relativamente fácil de aliviar. Algunos consejos del punto anterior se pueden aplicar aquí también, como los relativos a los valores de brillo y contraste de la pantalla, o de la fuente de iluminación de la habitación. Pero también puedes aplicar otros como hacer descansos de la pantalla con frecuencia, y aprovechar para mirar a lo lejos, o incluso tapar los ojos unos minutos para proporcionarles un ratito de descanso y oscuridad.
Un truco que funciona muy bien en estos casos es la llamada "regla del 20-20-20": cada 20 minutos, mirar durante 20 segundos a un objeto situado a 20 pies (unos seis metros). Así ayudarás a relajar la vista.
El sedentarismo
Si bien es evidente que el trabajo con el ordenador no es la única causa del estilo de vida sedentario que llevamos muchos de nosotros, también es cierto que se lleva cierta parte de la culpa. Y no es sólo el tiempo que pasas con él en el trabajo, sino que luego, cuando llegamos a casa, muchos seguimos con más de lo mismo.
Estos hábitos sedentarios pueden tener consecuencias nefastas para la salud: obesidad (con todo lo que eso implica), problemas de circulación y eventualmente cosas tan serias como problemas cardíacos o diabetes. Por eso es algo que debe tenerse muy presente.
Cómo solucionarlo
La solución es evidente y todos la tenemos clara: ser más activo. Pero lógicamente no se puede pasar de ser un vago redomado a correr maratones de sopetón, así que puedes empezar por hacer pausas frecuentes en tu trabajo y levantarte del ordenador para dar un paseo por la oficina (lo recomendable, dicen, son 5 minutos por cada hora de trabajo). Aprovecha por ejemplo para ir a rellenar tu vaso de agua, o comentar algo con un compañero.
A partir de ahí, la búsqueda de un estilo de vida más activo está en tus manos: empieza por dar un paseo cada día (o si lo prefieres y puedes hacerlo, ve caminando al trabajo), y más adelante, considera la idea de apuntarte a un gimnasio. Lo que sea, con tal de no llegar a casa y seguir sentado.
Las malas posturas
A veces el problema no es estar sentado muchas horas, sino cómo estamos sentados. Porque aunque parezca una cosa muy básica, no todo el mundo sabe sentarse correctamente - y menos aún hacerlo para trabajar durante varias horas.
Una mala postura puede dar lugar a todo tipo de dolencias musculares: dolores de espalda, de cuello y de hombros, o sensación de entumecimiento en piernas y brazos son las más comunes, y pueden acabar afectando a tu rendimiento. En general, la causa se encuentra en el mobiliario que usamos, que no es el más adecuado, o en nosotros mismos, que no adoptamos la postura correcta.
Cómo solucionarlo
Este caso también tiene una solución tan sencilla como el anterior punto: adoptar y mantener la postura correcta. ¿Y cuál es esa postura? En general, se recomienda mantener la espalda recta en un ángulo de 90º con respecto a los muslos, y éstos a su vez en un ángulo de 90º con respecto a las pantorrillas. Los pies, por su parte, deben poder apoyarse totalmente en el suelo o un reposapiés. Los brazos también deben estar doblados en ángulo recto con respecto a la mesa, con las antebrazos apoyados frente al teclado.
En cuanto al mobiliario, ya hemos mencionado el reposapiés (al que puedes añadir un reposamuñecas si es necesario). Comprueba también si tu escritorio y silla de trabajote permiten respetar esos ángulos recomendados en la articulaciones. En caso contrario, quizás tengas que renovarlos - pero recuerda, estás invirtiendo en tu propia salud.
Los movimientos repetitivos
Un elemento asociado al uso de ordenador es la ejecución de movimientos repetitivos, como por ejemplo cuando usamos el ratón. Si lo hacemos en una postura forzada sin darnos cuenta, podemos a la larga causar lesiones en tendones, nervios, músculos y otros tejidos blandos del cuerpo, y derivar en dolencias como el síndrome del túnel carpiano.
Y el problema no es sólo el hecho de repetir movimientos, sino de hacerlo además en un entorno no ergonómico, donde el mobiliario no está adaptado correctamente o nosotros mismos no sabemos cuál es la mejor postura.
Cómo solucionarlo:
Para reducir en la medida de lo posible la aparición de lesiones por esfuerzo repetitivo, puedes aplicar los consejos mencionados en le punto anterior respecto a la postura correcta. Asegúrate sobre todo de que la mano que maneja el ratón tiene todo el antebrazo apoyado en la mesa, para evitar tensión en la muñeca, y de que haces movimientos suaves y sin demasiada fuerza. Hacer pausas frecuentes en el trabajo, y aprovecharlas para hacer algunos estiramientos, también ayudará.
Recuerda que esto son sólo una serie de consejos básicos para prevenir y aliviar los problemas de salud asociados normalmente al uso de ordenadores. Si tienes alguno de estos síntomas y no consigues que desaparezca, visita a tu médico de cabecera para obtener ayuda.
Fuente: www.genbeta.com
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