Un informe divulgado recientemente por la corporación dedicada a la seguridad informática Kaspersky Lab señaló que los cibercriminales que efectúan ataques de DDoS pueden ganar hasta US$ 18 cada hora. Al mismo tiempo, sostienen, este tipo de dinamismos no deja de progresar. Y concluyen que el costo de una agresión de este tipo posee un costo mínimo de US$ 7,5, al tiempo que para una compañía los daños pueden ser de hasta miles o millones de dólares.
Según reseñó el portal Cromo, existen diversas razones para resultar víctima de este tipo de ataques, de acuerdo a lo mencionado el portal haycanal.com: ciber-acoso, extorsión o para entretener al personal de IT de la compañía mientras tiene lugar otra amenaza (como el robo de data crítica).
Ya existen portales web en el mercado negro (y algunos que pueden encontrarse googleando) que ofrecen el servicio donde, por supuesto, no existe contacto entre el “cliente” y quien “comercializa” este tipo de acciones. De hecho, según el informe de Kaspersky, algunos de estos espacios hasta brindan “puntos” por cada ataque elaborado, a modo de un programa de confianza.
¿Por qué el ataque posee diferentes valores? No resulta lo mismo un ataque botnet, congruentemente natural que se monta desde dispositivos de Internet o del denominado Internet de las Cosas (IoT), que uno asentado en servidores ( ataques DDoS). Otro argumento a tener en cuenta resulta la duración de los ataques, que se calculan en segundos, horas y días.
¿Qué es la IoT?
Aunque existen diversas definiciones, la Internet de las Cosas hace referencia a los “dispositivos inteligentes”, como las heladeras que nos advierten cuando se acabó la leche, o los carros modernos.
Por otra parte, las agresiones a las páginas web de habla inglesa o hispana resultan más costosos que a mercados de lengua rusa. Igualmente, puede acrecentarse el valor del ataque en aquellos términos que tienen protección delimitada contra este tipo de ataques o que sean contra una web oficial.
El término botnet surge de la unión del término bot, que hace alusión a un robot informático y network que personifica la red. Su traducción sería una red de robots informáticos.
De este modo, una agresión a un sitio “cualquiera” cuesta entre US$ 50 y US$ 100, al tiempo que uno a una web resguardada llega a más de US$ 400. Concretamente, un ataque de 300 segundos ronda los US$ 5 y uno de 24 horas US$ 415.
Según los versados y especialistas de la compañía de ciberseguridad, un ataque botnet desde 1.000 ordenadores de escritorio le cuesta al agresor un promedio de US$ 7 cada hora. Esto simboliza que la ganancia, por hora, escala a US$ 18.
El contenido del post no es de mi autoría, y/o, es un recopilación de distintas fuentes.
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