El Síndrome del Hombre Irritable se define como un estado de hipersensibilidad, ansiedad, frustración y enojo que ocurre en los hombres y está asociado con cambios bioquímicos, fluctuaciones hormonales, estrés y pérdida de la “identidad masculina”.
Es poco conocido pero muy común. Lo cierto es que el término es reciente pero, sin embargo, refleja una realidad que al parecer está relacionada con el balance hormonal y la encrucijada socioemocional con la que se tiene que lidiar en esa época de la vida.
En el año 2002, el científico escocés Gerald Lincoln, de la Unidad de Reproducción Humana del Medical Research Council, compartió los resultados de una investigación de varios años en la que medía el nivel de testosterona de animales macho. Comprobó, tal y como refleja su reporte, que la disminución progresiva de esta hormona los tornaba más irascibles, sensibles y poco comunicativos en el aspecto sexual.
Hacía falta investigación sobre esta realidad, por lo que Jed Diamond se dedicó a investigar sobre ello. En el año 2004 publicó un libro publicado “El Síndrome de la Irritabilidad Masculina”, en el cual exhibía una problemática que se venía viendo desde hacía años en la consulta de varones de 40-50 años.
Los casos estudiados referían falta de energía, poca motivación, disminución del deseo sexual y cambios importantes del humor: más irritabilidad, depresión y agresividad. Como ejemplo tomaban a Gruñón, el enanito de Blancanieves, por lo que se le asignó el nombre de “Grumpy Man”.
Según el Dr. R. Petty, director de la Wellman Clinic de Londres y experto en el estudio de este estado psicológico masculino, el Síndrome del Hombre Irritable afecta al 50% de los hombres mayores de 45 años. No es identificado en la medida en la que se presenta, por lo que es esperable que los tratamientos sean infructuosos por incomprensión o inexistentes. Según apuntan, en poco tiempo la sustitución hormonal acabará siendo un tratamiento establecido tal y como se aplica en mujeres.
¿Es la ya conocida y temida crisis de los 40?
Puede que la descripción de la problemática nos sugiera lo que popularmente conocemos como “la crisis de los 40”. Efectivamente así lo parece. No obstante esto no puede servir para trivializar los sentimientos y las sensaciones de aquellos hombres que lo padecen.
Tenemos que tener el cuenta que el Síndrome del Hombre Irritable no tiene entidad diagnóstica como tal sino que en la actualidad se está teorizando e investigando sobre él para ofrecer un acercamiento científico y popular a ese conjunto de síntomas que padecen algunos varones en una determinada época de la vida.
Esta etapa está repleta de cambios a nivel físico y socio-psicológico, por lo que es esperable que el grado de aceptación y de adaptación deba tratarse, trabajarse y, por ende, no menospreciarse.
No debemos echarnos las manos a cabeza alarmados por la creación de una nueva patología que refleja una realidad que ya conocemos. Simplemente este artículo debe servirnos para tomar conciencia y darnos cuenta de que la salud física y emocional de los hombres requiere atención y cuidados.
¿Cuál es su origen? 5 claves para comprenderlo
El origen de este conjunto de síntomas parece estar mediado por 5 claves que, aunándose y retroalimentándose, pueden generar este estado psicológico y físico tan displacentero para quienes los varones que lo padecen y su entorno. Veamos más detalladamente las factores que crean esta encrucijada:
1. Fluctuaciones hormonales
Diamond describe de manera hermosa la testosterona usando una cita Theresa L. Crenshaw, autora de La alquimia del amor y la lujuria. En sus palabras “La testosterona es el joven Marlon Brando, sexual, sensual, seductor, oscuro, con un matiz peligroso”.
Esto hay que tenerlo en cuenta porque también la testosterona es en parte la culpable de conductas como la agresión, la competitividad e incluso violencia. Así, según apunta Diamond “sabemos que los hombres con niveles de testosterona que son demasiado altos, pueden volverse irritables y agresivos. Pero investigaciones recientes muestran que la mayoría de los problemas hormonales en los hombres son causados por niveles de testosterona que son demasiado bajos“.
2. Cambios bioquímicos en la química cerebral
Otra sustancia responsable es la serotonina. Tal y como se reporta en ciertos estudios, una de las causas más comunes de bajos niveles de serotonina es la alimentación y los hábitos de consumo. Judith Wurtman y sus colegas, en el Instituto de Tecnología de Massachusetts, encontraron que una dieta alta en proteínas y baja en carbohidratos puede provocar mayor irritabilidad en los hombres.
Este estudio encontró que los hombres suelen confundir sus antojos de carbohidratos saludables (presentes en verduras como papas/patatas, arroz, maíz, calabaza, etc.), con antojos de proteínas que se encuentran en la carne. “Comer proteínas cuando necesitamos carbohidratos, nos hará gruñones, irritables o inquietos”, apuntan estos autores.
Al hilo de estos estudios también se encontró que el consumo de alcohol aumenta inicialmente los niveles de serotonina pero que el consumo crónico disminuye drásticamente la serotonina, lo que puede generar estados depresivos, antojos de carbohidratos, trastornos del sueño y propensión a la irritabilidad.
3. Aumento de los niveles de estrés
Para nuestro cuerpo el sinónimo de estrés es “cambio”, sean estos buenos o malos. Una mudanza, un cambio de trabajo, la ampliación de la familia, etc, todos pueden ser cambios positivos y maravillosos. Sin embargo puede que nos generen tensión y, con ella, se acrecienten otros estados emocionales como la angustia o la irritabilidad.
4. Cambios en los roles y en la identidad
La sociedad está cambiando pero en la actualidad la educación y la información que recibimos del exterior sobre los roles de género que “tenemos que” desempeñar son confusos. Así, es normal que en un entorno en el que se vive con una doble moral respecto a este tema, cueste asumir y actuar en consecuencia en pro de una libertad personal.
5. La falla o la imperfección del amor
La irritabilidad aumenta cuando se está desconectado de la pareja. Como sabemos, esto es tristemente habitual en nuestras relaciones, pues muchas veces rutina, estrés, pérdida de comunicación, incomprensión y duelos personales se aúnan para generar distanciamiento emocional con nuestros acompañantes de vida.
Nota para el lector: para profundizar en este tema se recomienda la lectura del libro “El Síndrome de la Irritabilidad Masculina” de Jed Diamond.
Fuente: https://lamenteesmaravillosa.com
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