Comprar teléfonos de segunda mano está cada vez más a la orden del día. Sí, ya han sido usados, no los estamos estrenando, no vamos a quitarle nosotros todos los plásticos... ¡Pero son más baratos! Considerablemente más baratos, además. Son oportunidades que no se pueden dejar escapar en muchas ocasiones, auténticas gangas que merece la pena tener en cuenta.
No obstante, muchas veces estas gangas esconden cosas que no nos resultaría agradable saber. Por ejemplo: el teléfono que nosotros, inocentemente, estamos comprando, podría ser robado. Y teniendo en cuenta que al comprar teléfonos de segunda mano no hay ningún tipo de contrato de por medio, los responsables directos de ese hurto seríamos nosotros. No tendríamos forma de demostrar que lo hemos comprado, y, aunque la tuviéramos, eso no nos eximiría de haber comprado un teléfono robado. Lo hemos hecho desde el desconocimiento, sí, pero lo hemos hecho.
Siempre se pueden tener en cuenta unas cuantas pistas que podrían llegar a indicarnos si el teléfono que estamos comprando es robado, o realmente pertenece a la persona que nos lo ha vendido. Pese a todo, se nos puede pasar, o podemos dudar: ante cualquier duda, lo mejor es acudir directamente la Policía, y que sea esta la que interceda en el caso. De esta forma vosotros podréis tener vuestra conciencia tranquila y si finalmente resulta ser un robo, el ladrón será convenientemente castigado.
Pero, ¿cómo podemos saber si un teléfono es robado? ¿En qué tenemos que fijarnos? ¿Hay alguna pista que pueda ser decisiva? Es un poco más intuitivo que cualquier otra cosa, pero sí que hay detalles que podrían llegar a hablarnos de móviles evidentemente robados. ¡Vamos a verlos!
¿Ese vendedor tiene muchos móviles puestos a la venta?
Lo primero que debéis tratar de hacer es investigar al vendedor en cuestión. En Wallapop es muy fácil, puesto que no hay más que ver si tiene muchos otros anuncios puestos en la plataforma de teléfonos móviles. Hay otras páginas webs donde puede ser más complicado, puesto que los vendedores pueden llegar a tener perfiles anónimos. E incluso en Wallapop puede llegar a ser complicado, puesto que una misma persona puede hacerse distintos perfiles para ir vendiendo móviles a través de distintas cuentas y, de esta forma, no levantar sospecha.
Pero vosotros debéis intentarlo. Tratad de buscar toda la información que podáis sobre la persona que os vaya a vender el móvil. Si podéis mantener una conversación más directa, tratad de preguntar por qué vende exactamente el terminal; la respuesta más socorrida es que ha cambiado de teléfono, y no tiene por qué ser necesariamente falsa. Puede que sea cierta. Este paso sí que depende mucho más de las vibraciones que vosotros tengáis. Normalmente, notaréis bastante rápido si una persona es de fiar o no; dejaros llevar por vuestras sensaciones y, sobre todo, no compréis a lo loco. Hay muchos más móviles en el mercado.
Si no se vende con cargador incorporado, mala señal
Una de las claves fundamentales para saber si un teléfono es robado o no es ver si se vende con cargador, sobre todo en el caso de los Apple. Es cierto que los teléfonos Android tienen todos el mismo conector y, por eso, puede que los vendedores opten por no introducir los cables. No obstante, si ese es el caso, pedidlo. Aludid que no tenéis cable, o que queréis tener el original para evitar cualquier posible incidente que pudiera llegar a darse.
En el caso de que no quieran daros el cargador completo (en un teléfono Android), decidles que queréis el cable. Y si tampoco os lo dan, dudad. Puede que se les haya roto pero, en ese caso, tendrán otro cable sustitutivo que no deberían tener ningún inconveniente en daros. Los cables van siempre incluidos con los teléfonos, y en el caso de teléfonos de segunda mano debería ser igual. Si os ponen muchas pegas, o sentís que tenéis que presionar mucho para que cedan, lo mejor que podéis hacer es buscar otro vendedor.
Si hablamos de un teléfono de Apple, el hecho de que os den el cargador es aún más importante, puesto que son teléfonos que tienen su propio conector. Lo necesitaréis para poder cargarlo; puede darse el caso de que ya tengáis otro teléfono Apple pero, aún así, pedidlo. Si os señalan que el cargador original se rompió, y que tienen uno de imitación, no compréis el teléfono. Muchas veces las baterías pueden dañarse por eso, y no queréis un teléfono roto, ¿verdad? Y si os dicen que no lo tienen, que lo han perdido, ahí sí que tenéis una señal clara de que el teléfono ha sido robado.
También podéis pedir la caja original del dispositivo, aunque esto puede ser bastante más complicado. La gente tiende a perderlas, o simplemente tirarlas con el paso del tiempo, así que es más lógico que no la tengan.
Hay más teléfonos robados de los que pudiéramos imaginar
En un primer momento, podéis llegar a pensar que eso de los teléfonos robados no es más que un mito, y que realmente no hay. Pero nada más lejos de la realidad: cada día se roban decenas de teléfonos, muchos de ellos para ser vendidos a otros compradores, y otros tantos para ser convertidos en chatarra.
Incluso en las tiendas de segunda mano con entidades físicas están comenzando a colaborar con la Policía para encontrar a todos aquellos que roban móviles. CEX, por ejemplo, una de las tiendas más famosas de venta de segunda mano tanto de videojuegos como de películas y cualquier otro tipo de artículo tecnológico, ya han anunciado esta colaboración directa. Así pretenden evitar que haya personas que vendan sus móviles y después denuncien el robo, por ejemplo, o que haya quien venda móviles robados.
Es complicado detectar a ciencia cierta cuándo un teléfono es robado, pero lo mejor que se puede hacer ante la duda es siempre prescindir de comprar ese móvil en cuestión, y buscar otro igual o parecido. Hay muchos terminales en venta, muchas opciones diferentes, y lo mejor es tratar de evitar los móviles robados. Así estaremos favoreciendo que no se roben tantos móviles.
Fuente: www.gadgetos.com
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