sábado, 25 de noviembre de 2017

TDAH Y REFUERZO POSITIVO



Un niño con déficit de atención no es que no quiera estudiar o atender en clase, así como un niño con hiperactividad no tiene afán de protagonismo. En ambos casos, estos niños tienen una dificultad real para guiar su conducta, obstaculizando el alcance de sus propios objetivos. Estos niños padecen TDAH.
Para los que desconocéis el tema: el TDAH es un funcionamiento anormal del lóbulo frontal en la región córtex encargada de regular las llamadas funciones ejecutivas. Esta alteración afecta al desarrollo de la atención, se manifiesta a varios niveles y suele corresponderse con conductas impulsivas, hiperactividad o dificultades de desarrollo. 
La última modificación del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales definió que ya no se habla de TDA o TDAH en función de si existe o no hiperactividad, sino que ambos se engloban bajo la etiqueta TDAH diferenciando subtipos en función de si se presenta predominantemente la hiperactividad, la inatención o ambos de forma combinada.


Will Smith: un ejemplo de TDAH y Refuerzo positivo

La historia de Will Smith es casi como la de muchos otros adultos que crecieron con TDAH. El graciosillo de la clase, que siempre tenía problemas para prestar atención; un estudiante de notables que podría haber obtenido sobresalientes.
Lo curioso en su historia (además de su gran fama y trayectoria) es que el adulto que es hoy es consciente de que fue gracias a la transformación de aquellas barreras de su infancia que consiguió obtener sus mayores triunfos.
De pequeño los calificaban de ser distraído, impulsivo, de tener mala memoria y un gran grado de frustración. De adolescente y adulto logro transformar esos calificativos en espíritu de lucha, sentido del humor, persistencia, creatividad, energía y entrega.
A pesar de haber tenido grandes éxitos desde el principio de su carrera en la industria del cine, la música y la comedia, Will sentía que no era suficiente; pero nunca se dejó vencer por la frustración que el TDAH le hacía sentir. Por el contrario, transformó toda esa energía en pasión por lo que hacía, haciendo despegar su carrera hasta llegar a convertirse en productor, speaker y motivador, obteniendo así más del reconocimiento que esperaba.
Mi impulso al triunfo ha sido producto de mi incapacidad para quedarme quieto. Will Smith

Aproximadamente un 5% de los niños en nuestro país tienen TDAH

Es muy importante no estigmatizar ni culparse por la conducta de un niño con TDAH, por el contrario, si es vuestro caso y sois padres de un niño con TDAH debéis ser conscientes de que vuestro papel es ayudarle a convivir con ello sin que resulte un gran obstáculo.
Estudios e historias de personas con TDAH demuestran que el refuerzo positivo y el apoyo y la intervención desde la infancia ayudan a su impacto social y emocional, así como al desarrollo de su vida adulta.
Si el TDAH fuera una enfermedad por la cual se debería estigmatizar a las personas, entonces personalmente no os habría contado mi historia y no habría forma de explicar el inmenso éxito de personajes tan conocidos como Jim Carrey, Gillian Lynne, Richard Branson, Ryan Gosling, Pete Rose, Adam Levin y otras tantas historias que ya comentaremos más adelante.
Lo cierto en todo esto y lo que en ocasiones ya hemos conversado es que el apoyo de la familia y la guía de expertos es fundamental para enseñar a un niño con TDAH a desarrollar al máximo sus capacidades.
Os aseguro que más que una carga puede llegar a ser un don.

Fuente: http://antoniorenom.com

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