Las cifras difundidas por la OMS señalan que ha habido un incremento considerable de esta patología
Los casos de depresión aumentaron casi un 20% en la última década, lo cual convierte a esta patología en la mayor causa de discapacidad en el mundo. La afirmación se desprende de un informe publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En 2015, la institución señaló que el número de personas depresivas era de alrededor de 322 millones. ¿Qué significa esto? Que la cantidad aumentó poco más de un 18% desde la última medición, en el año 2005. El estudio no señala las causas ni analiza los motivos por los que la depresión puede haber dado ese salto porcentual en diez años. Sin embargo, se trata de una problemática a la que se debe prestar atención desde el ámbito de la salud. “Estas nuevas cifras son un llamado de atención para que todos los países se replanteen su visión de la salud mental y la traten con la urgencia que se merece”, explicó, en un comunicado, la directora general de la OMS, Margaret Chan. Según la definición de la OMS, la depresión es bastante más que un acceso de melancolía. Se trata de un “trastorno mental en el que el afectado muestra una tristeza permanente y una pérdida de interés por las actividades que la gente suele disfrutar, acompañadas por la incapacidad de llevar a cabo tareas diarias durante dos semanas o más”.Asimismo, puede provocar sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración.
Es importante considerar que en los peores casos la depresión puede conducir a la persona a tomar decisiones perjudiciales para sí misma o para su vida, como el suicidio. SheJar Saxena, director del departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias, señaló que tanto los tratamientos psicosociales como los médicos pueden tener una gran eficacia. Al mismo tiempo, insistió en la importancia de atender a más personas que necesitan ayuda. Uno de los problemas centrales que se manifiestan en torno a esta patología es que la mayoría de los pacientes con depresión no va a atenderse por un profesional. En los países más desarrollados casi la mitad de los depresivos no fueron diagnosticados ni reciben, por lo tanto, ningún tratamiento. Por otro lado, la cifra en los países menos desarrolladas es más alarmante todavía: entre el 80% y el 90% de los casos, según especificó el organismo de Naciones Unidas dedicado a la salud.
El tratamiento puede ser de difícil acceso, lo cual se mezcla como el temor que tienen los pacientes a sufrir un estigma por parte de la sociedad. Ambos factores impiden, en muchos casos, que los afectados busquen ayuda profesional. La tasa de suicidios a nivel mundial es de casi 800.000 personas cada año, según señala la OMS. Esta cifra equivale a un episodio cada cuatro segundos. Si bien se producen por motivos de lo más diversos, es cierto que hay una clara relación entre el suicidio y la depresión. Por eso, desde la OMS consideran imprescindible aumentar la cantidad de pacientes diagnosticados y, en consecuencia, en tratamiento. De este modo, la patología estará más monitoreada y se podrá ayudar a los pacientes.
El informe detalla algunos estudios según los cuales entre el 70% y el 80% de las personas que acaban con su vida en los países ricos y cerca de la mitad de quienes se suicidan en los estados pobres sufren trastornos mentales, principalmente depresión.
La depresión forma parte de los trastornos del estado ánimo y es una patología que puede afectar severamente el bienestar general de las personas que la padecen. Directa o indirectamente, repercute en la interacción social, en el apetito, en el trabajo.. Si bien es una afección que muchas personas conocen o han oído mencionar, pocos saben que existen diversos subtipos de la misma patología, que varían en sus síntomas y también en sus causas.
Depresión mayor
La depresión mayor es el tipo de depresión más grave; se caracteriza por la aparición de uno o varios episodios depresivos que tiene, como mínimo, dos semanas de duración. Por lo general, suele comenzar durante la adolescencia o la adultez joven, aunque también se puede presentar en pacientes de mayor edad. Quienes sufren este tipo de depresión pueden experimentar fases de estado de ánimo regular entre las fases depresivas que incluso pueden durar meses o años. Dado que no presenta síntomas de manía o psicosis en conjunto con los depresivos, se clasifica dentro de los episodios unipolares.
Los síntomas de la depresión mayor son muy diversos y pueden afectar severamente la vida del paciente. La pérdida de interés en sus actividades, la pérdida o aumento de peso, la baja autoestima, la dificultad en la concentración y los pensamientos suicidas son las principales manifestaciones de este tipo de depresión. Los especialistas indican que los pacientes deben presentar al menos cinco o más de los síntomas mencionados durante un período de dos semanas para poder diagnosticar este tipo de depresión.
A su vez, la depresión mayor se puede subdividir en dos tipos. Por un lado, la depresión con episodio único, que suele ser desencadenada por un acontecimiento puntual en la vida de la persona. Por otro lado, existe la depresión recidivante, que se manifiesta por dos o más episodios con períodos de estabilidad en medio.
Distimia
Dentro de los tipos de depresión, es uno de los trastornos menos graves, sobre todo si se la compara con la depresión mayor. Es un tipo de depresión unipolar e interfiere en el funcionamiento regular y el bienestar del individuo que lo sufre. La característica esencial de este trastorno es que el paciente se siente deprimido durante la mayor parte del día, la mayoría de los días durante al menos 2 años. Muchas personas con distimia también pueden padecer de episodios depresivos severos en algún momento de su vida. La sintomatología suele abarcar pérdida o aumento del apetito, insomnio o hipersomnia, falta de energía o fatiga, baja autoestima y dificultades para concentrarse o tomar decisiones.
Depresión maníaca
Este tipo de trastorno, también llamado Trastorno bipolar se clasifica como una afección del estado de ánimo de la persona. Pese a que es posible incluirlo dentro de los tipos de depresión, lo cierto es que combina estados depresivos con estados de manía. Esto significa que el paciente manifiesta cambios profundos y rotundos en su ánimo, pasa de la depresión a la exaltación de un momento a otro.
Los síntomas de este tipo de patología son diversos, dado que se relacionan a los dos extremos del trastorno. Por un lado, es común que los pacientes presenten presenten baja autoestima, sensación de ineptitud, deseos de morir, pérdida de interés en actividades diarias y regulares, dificultad en las relaciones laborales e interpersonales, perturbación del sueño, cambios en el apetito y disminución de la energía. Además, las personas con trastorno bipolar pueden sentir exagerada autoestima, mayor distracción, mayor energía, entre otros síntomas.
Trastorno depresivo estacional (SAD)
Se trata de un estado depresivo que se caracteriza porque aparece en una determinada época del año, generalmente en el invierno, que es la etapa más fría, con menos días soleados y más lluviosa en algunos lugares.
Los síntomas son muy parecidos a los que se presentan en otros tipos de depresión -aumento del apetito y aumento de peso, aumento del sueño, disminución en la energía y la capacidad de concentrarse, pérdida de interés en el trabajo, aislamiento social e irritabilidad-. Además, existe una variante de la SAD que se da en el verano en lugar del invierno. En este caso, algunos síntomas varían y los pacientes pueden presentar falta de apetito, pérdida de peso, insomnio e inquietud.
Depresión psicótica
Se trata de un subtipo de depresión mayor que se presenta en combinación con algún tipo de psicosis. A diferencia de los demás tipos de depresión, los pacientes suelen tener síntomas similares a los que aparecen en trastornos psicóticos, tales como delirios persecutorios o alucinaciones de cualquier tipo.
Depresión posparto
Dentro de los tipos de depresión cabe mencionar a la depresión posparto que se presenta, tal como su nombre lo dice, en las mujeres después del nacimiento del bebé. Este tipo de depresión puede presentarse hasta un año más tarde de que la mujer haya dado a luz, aunque lo más habitual es que ocurra dentro de los primeros tres meses después del parto.
Las causas de la depresión posparto son diversas, dado que se relacionan al día a día de la mujer y también a cambios que se dan en su organismo. Las modificaciones que el embarazo y el parto producen a nivel hormonal son uno de los principales desencadenantes de este tipo de depresión. Asimismo, los cambios que se producen en la vida de la mujer después de que nació su bebé son determinantes al momento de diagnosticar esta patología. Las relaciones laborales y sociales se transforman y la disminución en la libertad y el tiempo para sí misma, son las principales causas que podrían desatar una depresión posparto. Por último, las mujeres pueden manifestar síntomas a raíz de los cambios de sueño debido a la presencia del bebé y a las preocupaciones acerca de su capacidades como madre.
El contenido del post no es de mi autoría, y/o, es un recopilación de distintas fuentes.
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