Cuando hablamos de educación financiera, a muchas personas les parece que nos estamos refiriendo a algo muy lejano. Quizá lo relacionen, exclusivamente, con los profesionales del sector.
Sin embargo, esa es una idea equivocada, la educación financiera es una de las más vinculadas a nuestra vida cotidiana. Sin que seamos siempre plenamente conscientes de ello, muchas de nuestras acciones diarias tienen implicaciones financieras.
¿Qué es la educación financiera?
Es un conjunto de acciones orientadas a que nuestros niños y jóvenes (y muchas veces los adultos también) puedan mejorar su capacidad de manejarse en los aspectos financieros de su vida.
Las finanzas aparecen en nuestra vida cuando tenemos que tomar decisiones que van a afectarnos en ese instante y/o en algún momento posterior. Esa mecánica se reproduce en una gran variedad de situaciones que mucha gente reconoce fácilmente, como por ejemplo:
- Realizar un depósito en el banco que, más adelante, podremos retirar.
- Comprar unas acciones que nos den dividendos y que algún día venderemos.
- Contratar un seguro que suponga pagar unas primas para poder percibir una indemnización en caso de siniestro.
- Pedir una hipoteca que devolveremos poco a poco.
Sí, todas son decisiones financieras, pero hay muchas más y no siempre intervienen los intermediarios y profesionales del sector financiero. Entre ellas:
- Cuando vamos a hacer la compra, tenemos que tomar la decisión de hasta qué punto consumimos nuestros ingresos y desde qué punto preferimos ahorrar para acumular un capital que nos permita mejorar nuestras posibilidades materiales de vida.
- Si compramos un coche, hemos de pensar cuántos kilómetros vamos a hacer cada año.
- Estudiar supone renunciar a trabajar durante una parte de nuestro tiempo (y al sueldo asociado) con la esperanza de tener mejor formación y mejores expectativas salariales.
- La crianza de los hijos representa sacrificios orientados a que puedan crecer lo mejor posible y tengan un buen futuro.
Las finanzas están relacionadas con aspectos mucho más cotidianos de lo que las personas creen
Las finanzas impregnan silenciosamente la mayoría de los aspectos de nuestra vida. Sí, vivimos en el presente, pero hay que construir el futuro. Por ese motivo, es muy importante que se extienda un cierto conocimiento entre la población de cómo es el entorno institucional financiero y cuáles son las principales operaciones de inversión y financiación. También hay que familiarizarse con los cálculos y aprender a razonar en términos financieros.
La educación financiera en Primaria
Lógicamente, los conocimientos financieros básicos no se aprenden de golpe. La enseñanza reglada obligatoria juega un papel fundamental. En España, se van cubriendo objetivos a lo largo de las diferentes etapas del sistema educativo.
En Primaria, el objetivo fundamental es que el niño asimile la importancia de la toma de decisiones. Va adquiriendo conocimientos sobre el entorno que lo rodea y eso incluye, entre otros aspectos, las bases más simples del contexto financiero institucional.
En el ámbito financiero, aunque no comprenda estas figuras en toda su dimensión, se irán familiarizando con la existencia de organizaciones tan importantes como la banca, el tejido empresarial y la Administración. En ese sentido, es importante generar curiosidad, que los niños empiecen a preguntarse “para qué sirve...”.
Más allá, existe un entorno no estrictamente institucional en el que se toman las decisiones que tienen una implicación sobre la utilización a lo largo del tiempo de los recursos. En concreto, tiene mucho valor la asimilación de la noción de sostenibilidad que se adquiere, fundamentalmente, en el ámbito de las ciencias de la naturaleza.
Es esencial entrar en contacto con nociones como sostenibilidad, riesgo, previsión, imprevistos, ahorro, inversión, banca, seguros, empresa, etc.
También en el ámbito de las ciencias de la naturaleza se producen los acercamientos a dos conceptos de extraordinario valor financiero: lo previsto y lo imprevisto. Se interioriza la idea, por ejemplo, de que el cambio de las estaciones produce efectos en nuestra vida y debemos acomodar a ellos nuestras decisiones.
Se explica que pueden suceder circunstancias no controlables que modifiquen (positiva o negativamente) el entorno en el que vivimos. Y de ahí comienzan a comprender que hay que actuar con antelación para evitar los efectos de una catástrofe o para aprovechar alguna oportunidad. En esta etapa los niños empiezan a ver que el mundo en el que viven depende de las decisiones que se toman y se adquieren valores cívicos y ciudadanos.
A esa edad es muy difícil introducir mucho más que una idea esquemática del valor de la planificación. No obstante, sí es mucho más sencillo incidir en la necesidad de hacerse preguntas a uno mismo y a los demás**, algo que asumen de forma muy natural y que, a lo largo de la vida, tiene un valor extraordinario para cualquier clase de planificación. Es decir, es muy importante desarrollar el sentido crítico.
Transversalidad en Secundaria; especificidad en Bachillerato y FP
Secundaria se caracteriza, entre otros aspectos, por ofrecer una visión panorámica de algunas ramas importantes del conocimiento. La dificultad en el ámbito financiero se encuentra en la transversalidad, ya que es abordado por una amplia variedad de disciplinas, cada una con su propia metodología.
El conocimiento financiero ha sido construido a través de una variedad de metodologías y ramas del saber
Por ejemplo, no se explican con la misma metodología las nociones de teoría económica financiera que las relativas al derecho que regula los mercados o las aplicaciones informáticas destinadas a tratar este tipo de asuntos.
Ello dificulta cubrir todo el espectro del conocimiento financiero en una sola asignatura que presente las cuestiones más importantes. Sin embargo, favorece que se puedan ir adquiriendo y consolidando nociones financieras en una gran variedad de asignaturas.
En esta etapa, por otro lado, se abre un conjunto de posibilidades formativas que se orientan hacia territorios especialmente relacionados con las finanzas, como la enseñanza económica y empresarial en Bachillerato o algunos módulos de Formación Profesional, especialmente los de la familia de administración y gestión.
La primera incursión de la generación Z
Los nacidos a finales del siglo XX y principios del XXI han empezado a estar muy cerca de los mercados laborales en los últimos años. Se encuentran inmersos en unos períodos fundamentales para edificar su futuro, como es la adolescencia y la primera juventud.
Se están enfrentando a sus primeras decisiones autónomas y personales. Y lo están haciendo en un entorno inédito: ninguna generación anterior había sido nativa digital. A diferencia, por ejemplo, de los millennials, no han conocido un mundo sin tecnologías como Internet o la telefonía móvil.
Y lo más paradójico es que, a pesar de encontrarnos ante la generación con un catálogo de posibilidades de empleo más variado, la que se está preparando para poder ejercer un sinfín de profesiones que hoy ni siquiera podemos imaginar, es también una generación desconcertada. Necesita construir sus propias referencias en un proceso de transformación muy importante de la economía.
De hecho, según un informe del Observatorio de Innovación en Educación y Empleo 2017, el 61% de los jóvenes considera que el salto hacia el mundo laboral es demasiado grande. Y el 52% de los universitarios se muestran inseguros al enfrentarse al mundo laboral. Estas circunstancias hacen que más de la mitad de los jóvenes españoles estén recelosos a la hora de enfrentarse al mundo laboral.
Se mueven en un ambiente de incertidumbre. No saben muy bien cuáles son los escenarios posibles para su futuro, pero sí saben que tienen más herramientas que nunca para moldearlo y saber adaptarse a los cambios.
Iniciativas para el fortalecimiento del conocimiento financiero
Por su transversalidad e importancia en la vida particular y profesional, los esfuerzos por mejorar el conocimiento financiero de los españoles merecen una atención singular.
En muchas materias, cuando termina el curso, puede quedar la duda razonable de hasta qué punto se han asimilado aquellos temas que no entraron en los exámenes correspondientes. Por suerte o por desgracia, en las finanzas eso no sucede porque todo se refleja con total transparencia en la forma de afrontar las decisiones vitales que tienen alguna influencia sobre el futuro.
Por ese motivo, se trata de un ámbito en el que puede resultar muy interesante aplicar técnicas de enseñanza comprensiva, aprovechando al máximo las posibilidades de las novedades tecnológicas y metodológicas e, incluso, de la gamificación de la enseñanza.
En este sentido, una iniciativa relevante está siendo el programa de educación financiera organizado por la entidad ABANCA y bautizado como 'Segura-mente'. Se encuentra orientado hacia la adquisición de sentido crítico y nociones básicas sobre el mundo de las finanzas y los seguros en Primaria, Secundaria y FP Básica. Este proyecto escolar pretende sensibilizar a los estudiantes en la cultura de la prevención, la asunción de riesgos, la toma de decisiones y la aceptación de responsabilidades.
Va, en definitiva, encaminado hacia el objetivo recomendado por la OCDE de desarrollar en los escolares las habilidades y confianza precisas para adquirir mayor conciencia de los riesgos, tomar decisiones informadas y capacitar a los futuros ciudadanos en la asunción de riesgos con espíritu emprendedor.
Para alcanzar este propósito y motivar al alumnado, tiene una clara vertiente lúdica materializada en forma de juego de rol, cómics y un concurso escolar en el que participar por aulas a través de actividades grupales basadas en dos métodos: Aprendizaje Basado en Problemas y Aprendizaje Colaborativo de Kagan.
El programa se ha vinculado en Primaria a las materias de Ciencias naturales, Ciencias sociales y Valores sociales y cívicos. En Secundaria y FP Básica, se asocia a Economía e Iniciación a la actividad económica y empresarial. Aquellos centros que deseen participar en esta iniciativa, solo han de registrarse aquí para poder descargar el material pedagógico y competir en el concurso.
Tanto a través de esta como de otras propuestas, lo cierto es que la formación financiera de nuestros niños y jóvenes es una pieza muy importante en la construcción de su futuro.
Fuente: www.elblogsalmon.com
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