viernes, 8 de noviembre de 2019

30 TIPOS. 30 ALTERNATIVAS. 30 VARIANTES


Ya lo decía un proverbio chino: La tensión es quien crees que debes ser. La relajación es quien eres.  Actualmente, vivimos en una sociedad apresurada, en la que predomina un estado de tensión continuo, al que podemos añadir una sensación de estrés y rapidez. Por eso es interesante conocer los beneficios del yoga, una disciplina física, mental y también espiritual.
El yoga ha evolucionado muchísimo, llegando incluso a desdibujarse según la opinión de algunos maestros y puristas, o llegando a enriquecerse e interculturalizarse según la opinión de otros. Sobre todo en occidente, el yoga se ha fusionado con otras disciplinas y conocimientos que lo han transformado en múltiples versiones.


En los orígenes el yoga existían cinco sendas principales:

Karma Yoga: el atruista

El karma yoga preconiza que el ser humano debe cumplir con su deber espiritual (dharma) sin esperar nada a cambio. Se suele poner de ejemplo reciente el emblemático activista político Mahatma Gandhi ya que trabajó toda su vida para el beneficio de la India.

Bhakti Yoga: el devoto

Es considerado el yoga del amor puro y universal. El devoto practicante es llamado bhakta o “partaker” y considera a Dios presente en cada persona o ser vivo. Se enfoca en la mente y el corazón en lugar de las respiraciones o los asanas (posturas físicas). Su fuente de desarrollo son los actos de culto, devoción y servicio. Es desarrollado, sobre todo, a través de la Sociedad Internacional para Conciencia de Krishna, conocidos como “Hare Krishnas”.

Japa Yoga: el meditativo

Basado especialmente en la meditación que aporta sabiduría a través de la observación y la conciencia. Se realiza a través del estudio y la reflexión aunque también es un yoga dirigido, ya que se realiza a través de la obediencia a las instrucciones del maestro. El objetivo es alcanzar el control mental y el discernimiento que nos conducirá a tomar conciencia universal y personal.

Raja Yoga: reglas morales y éticas

Sus practicantes lo llaman “Yoga Real”, aunque también se le conoce como astanga-ioga o yoga de los ocho miembros debido a sus ocho etapas. Sin embargo, hay maestros que consideran que el raya-yoga es una amplia categoría que abarca varios yogas como el ashtanga, el kundaliní, el kriya, el mantra  y el dhyana. En la actualidad, se asocia a los yoga-sutras. Hace referencia al control, superación y sublimación de la mente. Está compuesto de determinadas reglas morales y éticas denominadas de “desapego” (yamas y niyamas), diferentes practicas físicas denominadas de “purificación corporal” (asanas y pranayamas) y técnicas mentales denominadas “iluminación” (pratiyhara, dyana y shamadi).

Hatha Yoga: el más popular

Es el yoga practicado a través de las asanas y el pranayama. Es un método holístico, ya que tiene en cuenta tanto lo físico como lo mental. Sus posturas corporales aportan a los músculos tonificación y flexibilidad. Este tipo de yoga recomendado por los que se inician en la práctica.

MODALIDADES CLÁSICAS DE YOGA

Los yoga clásicos fueron evolucionando, transformándose, enriqueciéndose… y han llegado a nuestros tiempos gracias al respeto por la tradición que existe en los países donde tradicionalmente más se practica. Estas son las modalidades clásicas que podríamos destacar:

Kundalini Yoga: despierta tu energía

Esta práctica es considerada un despertar energético que todos necesitamos ya que no se trata de una energía “estresante” para nuestra mente, músculos y órganos, sino todo lo contrario. Hay una energía vital llamada Kundalini que reposa en base de la columna y aspira a ascender hasta el último chakra. El objetivo de esta modalidad es poder despertarla y activar tanto los canales donde se produce como los canales por los que circula. Este tipo de yoga llegó a occidente gracias al Yogui Bhajan. En él se practican asanas dinámicas, pranayama y meditaciones.

Yoga Nidra: el sueño consciente

Consiste en una poderosa técnica para aprender a relajarnos de forma consciente. Ante el cuerpo, las emociones y la mente están completamente relajadas pero a la vez, conservan la lucidez. Gracias a ello, podemos mejorarla capacidad de concentración o la memora.

Mantra Yoga: energía a través de la vibración

Busca la conexión a través de la vibración, ya que entiende que todo está formado por energía vibratoria. La conseguimos activar cantando mantras hasta entrar en un estado meditativo que genera una sensación de paz y calma plena en nuestro cuerpo y nuestra mente.  Es un yoga que puedes sumar a la práctica de otros o integrar en cualquier momento del día.

Kriya Yoga: la modalidad practicada por Steve Jobs

Es una de las modalidades de yogas más antiguas. Es un yoga mental que requiere, además, una preparación energética para después trabajar la concentración. Gracias a él se alcanza un estado meditativo y después, técnicas de control de la energía o prana. Si lo que te interesa es el yoga más mental y menos físico, este puede ser tu estilo.

Yoga Integral: integrador de las sendas clásicas

Sri Aurobindo fue el maestro que reunión y unificó para esta modalidad de yoga, todas las sendas del yoga clásico. Sin embargo, ahora podemos encontrar muchas variantes alegadas de la integración inicial y que se adaptan a los contextos sociales y culturales donde se aplica y practica. También es conocido por los nombres como Purna Yoga o Yoga Completo.

20 MODALIDADES NUEVAS DE YOGA

11. Vinyasa Yoga: el yoga con más flow

Para practicarlo debes tener gran control sobre tu respiración. Todas las posturas sostenidas por el cuerpo están conectadas a través de la respiración rítmica, por lo que la fuerza y la energía se crea en el cuerpo. No es recomendado para principiantes.

12. Asthanga Vinyasa Yoga: respiración sincronizada

Es una forma de yoga dinámico que se desarrolla a través de movimientos y respiración sincronizados. Cada postura está diseñada con un número determinado de movimientos y de respiraciones. Cuando un alumno empieza a dominar la técnica y el sentido de la misma, esta modalidad te permite crear posturas encadenadas de forma sincronizada siguiendo con maestría el ritmo de respiraciones y movimientos indicados. Es un yoga muy físico no recomendado para iniciados pero sí para los que quieren avanzar hacia asanas más exigentes.

13. Vini Yoga: concentración

Esta modalidad se divide en dinámicas. Las cuatro esenciales son las de concentración (dhâranâ), de meditación (dhyâna), de integración (samâdhi) y la de proceso (samyama). Consiste, en esencia, en escoger un objeto de meditación, fijar intensamente la atención plena en este objeto y ejercerla como una práctica consciente y habitual. Lo más importante para su práctica no es la técnica física sino las dinámicas internas (concentración, meditación, integración y proceso). Por tanto, es un método que se ajusta a las características, capacidades, necesidades y objetivos de cada persona y es muy recomendado para principiantes.

14. Yoga Iyengar: integración filosófica

Esta recomendado para aquellos alumnos que buscan en el yoga, sobre todo, objetivos espirituales. Gracias a su desarrollo, podrán encontrar, aprender y poner en práctica la integración de los principios filosóficos clásicos. Entre estos aprendizajes extraídos de los textos clásicos sánscritos encontramos el del arte y la ciencia de āsanas y prāņāyāma. También se trabaja la “meditación en la acción”: un estado de atención en el aquí y el ahora.
Su creador, tras décadas de práctica y estudio, también confeccionó secuencias de posturas altamente beneficiosas para diferentes trastornos médicos y dolencias, tales como dolores de espalda, anemia, trastornos menstruales, hipertensión, depresión, insomnio, estrés, etc. Pero para su aplicación, deberás contactar sólo con profesores una alta cualificación.

15. Anusara Yoga: filosofía tántrica

Es una novedosa escuela de yoga creada en 1997 por John Friend. Su filosofía tántrica hace que la práctica sea realizada desde nuestro interior hacia nuestro exterior. Implica una co-participación constante con lo Supremo (que consideran presente en todas las cosas). Las posturas están orientadas desde nuestro sentimiento interior más profundo son y expresadas a través de la bondad.

16. Yoga Restaurativo: relajación

Es una propuesta terapéutica basada en la relajación, la respiración y el trabajo con soportes físicos como por ejemplo: mantas, bolsters, cinturones, sillas, pelotas, bloques, niveles del suelo o una pared. Estas herramientas de apoyo nos ayudan a que haya un estiramiento sin esfuerzo. A diferencia de otras posturas de yoga que, aunque en su perfecta ejecución son cómodas y estables, involucran un componente activo y de tensión muscular en su aprendizaje. El soporte nos da una sensación de bienestar y de seguridad. Esa sensación nos ayuda a relajarnos y evitar que el cuerpo se someta a estrés y distracción. Es un tipo de yoga muy suave, indicado para todo aquel que quiera simplemente relajarse y no soportar una alta exigencia física.

17. Yoga Terapéutico: sanador

Indicado para quién tiene algún tipo de lesión o circunstancia que le impide seguir una clase tradicional con el resto del grupo. Las clases pueden ser más suaves y menos exigentes ya que sus objetivos están enfocados a la sanación. Pone el énfasis en la práctica de la relajación, meditación y visualización. Las clases del Yoga Terapéutico son personalizadas o bien realizadas en grupos muy reducidos. Están diseñadas específicamente para volver a equilibrar desajustes físicos y ayudar a mejorar las afecciones orgánicas y psicológicas de los practicantes que las requieren.

18. Bikram Yoga: calor y humedad

Esta curiosa modalidad ee realiza en una sala a 42 grados de temperatura y con bastante humedad. Estas condiciones ambientales favorecen la sudoración y con ello la eliminación de toxinas. También ayuda a mantener los músculos calientes y nos invita a desarrollar una mente atenta y concentrada. Consiste en una combinación de posturas que engloba los beneficios de distintos tipos de Yoga consiguiendo un cuerpo saludable, paz interior y la felicidad consciente.

19. Aero Yoga: practicar la ingravidez

Es considerado como una práctica artística que ayuda al crecimiento personal. Fue desarrollado por el español Rafael Martinez hace unos años y cada día goza de más popularidad. Utiliza la suspensión y la ingravidez en un columpio especialmente diseñado como plataforma para fomentar creatividad, desbloqueo, tonicidad, definición muscular y rejuvenecimiento. Está Inspirado en técnicas tradicionales y aunque conserva su esencia, han incorporado técnicas más modernas como el Pilates, la danza contemporánea , el método Alexander o la gimnasia holísitica. Quizás por ello, no es un yoga acosejado para los más “puristas”.  Es un estilo de yoga que despierta tu lado más artístico.

20. Acro Yoga: práctica solar y práctica lunar

La verdad es que la idea suena bastante bien:  crear una fusión perfecta y sincronizada de acrobacia, yoga y masaje tailandés. A la parte acrobática también se le conoce como práctica solar y a la parte de masaje tai como práctica lunar. Nos ayuda a desarrollar confianza en nosotros mismos, la fuerza y la diversión de lo acrobático. También facilita la respiración, el equilibrio y la conexión interior. A través de él, favorecemos la escucha, la compasión, la comunicación, el movimiento, la conexión y el juego.

21. Yin yoga: regenerativo

Gracias a esta modalidad, podemos actuar en las capas profundas de nuestros músculos y acceder al contacto con los órganos vitales. Es un yoga muy avanzado que recomiendan practicar sobre todo si se practican previamente yogas más dinámicos. Se realizan con mucho contacto con una base estable por lo que pueden realizarse con el mínimo esfuerzo muscular. Eso sí, requieren del practicante una atención plena y consciente sobre su propio cuerpo. Es una práctica para equilibrar nuestras vidas y nuestro cuerpo. También es una práctica que puede dar una oportunidad a nuestros canales energéticos para conectarse y relajar tensiones.

22. Power Yoga: dinámico y fluido

Si lo que te gusta es un yoga muy exigente en lo físico, esta modalidad puede llegar a ser tu preferida. Sin embargo, para su iniciación, puede acceder a ella cualquier persona con cierta tonificación física. Consiste en una serie de asanas con las que descubrirás una vigorosa manera de fortalecimiento de tu cuerpo, mientras te abres a descubrir aspectos mentales que solemos desatender por el estrés o las rutinas. Es una combinación dinámica de esfuerzo y espiritualidad; desintoxica y llena de energía el cuerpo y la mente.

23. Rocket Yoga: rápido y práctico

Otra de las nuevas modalidades diseñadas para aportarte energía y vitalidad. Encuentra su base en el Ashtanga yoga, enfocado sobre la creación del Prana (energía) y el despertar del sistema nervioso a través de secuencias equilibradas, rápidas e intensas. En este sistema encontramos series fijas que forman parte de una rutina semanal donde todos los días se practica algo distinto. Incluso se anima a los todos los estudiantes avanzados a que hagan sus propias variaciones de las asanas o que las eliminen. Es un yoga rápido y muy dinámico pero exigente físicamente.

24. Sivananda Yoga: meditación y devoción

Los practicantes del Sivananda yoga se focalizan en los aspectos más espirituales de la disciplina del yoga. Es un tipo de yoga ideal para las personas que buscan potenciar, sobre todo, la meditación y devoción frente al ejercicio físico. Incluye cánticos y no solo posturas o ejercicios. A veces puede resultar bastante repetitivo porque intenta incidir sobre tus hábitos pero si estás empezando, las rutinas te ayudaran interiorizar los aprendizajes.

25. Jivamukti Yoga:

Es un yoga dinámico e intenso. Es muy completo en cuanto a su ejecución espiritual y se basa en cinco principios esenciales que vertebran el desarrollo de las dinámicas:  la escritura (shastra), la no violencia (ahimsa), la devoción (bhakti), la nada (sonido interior y cantos o mantras) y la meditación (dyhana).

26. Yoga en Pareja: dos mejor que uno

El Yoga en pareja es simplemente un conjunto de asanas que puedes realizar junto a otra persona. Ayuda a desarrollar valores como el trabajo en pareja, la confianza, la constancia, el compromiso… Y su objetivo es la unión de ambos mediante el movimiento, el juego, la respiración, el tacto y la amistad. Es un proceso que reconoce y valora el trascender los límites individuales y fortalece las relaciones.

27. Yoga para embarazadas: aliviar dolores y mejorar la postura corporal

El yoga también nos sirve para mantenernos en forma durante el embarazo. Los diferentes asanas nos permiten hacer ejercicio al mismo tiempo que controlamos nuestra respiración y nuestro equilibrio. Mejora la circulación sanguínea y disminuye la posibilidad de retención de líquidos (dos de las dolencias más extendidas durante el embarazo). El estiramiento de los músculos puede ayudarte a aliviar los dolores y se mejora la postura corporal. También nos puede ayudar a reducir dolores de espalda asociados a esta etapa , especialmente los relacionados con el nervio ciático.

28. Yoga para niños: para realizarlo en familia

Hay adaptaciones realizadas para que niños y niñas puedan iniciarse en el yoga a nivel personal o bien, para practicarlo junto a sus familias. A través del yoga los niños pueden ejercitar su respiración y aprenden a relajarse para hacer frente al estrés, a las situaciones conflictivas y a la falta de concentración. El yoga les ayudará en su camino madurativo hacia el autodominio físico y psíquico.

29. Beer Yoga: modalidades divertidas

Hay incluso un tipo de yoga diseñado simplemente divertirse junto a los amigos. Como ejemplo, para los más cerveceros han diseñado un tipo de yoga que incluye botellines en su práctica. En palabras de la yogi Jhula, fundadora de este movimiento tan sorprendente y alternativo: “el Beer Yoga es divertido, pero no es ninguna broma. Tomamos la filosofía del yoga con el placer de beber cerveza para alcanzar un mayor nivel de conciencia”. Os lo dejamos como sorprendente ejemplo de cómo el yoga puede integrarse en casi cualquier otra actividad.

30. Yoga integrado en festivales: yoguear juntos

El yoga ya forma parte integrada de muchos festivales de ocio consciente y sostenible junto a distintas actividades paralelas. Están diseñados tanto para yoguis que se inician, avanzados, mindfulners, familias que quieren compartir una jornada diferente, foodies interesados en alimentación sostenible, deportistas, amantes del desarrollo personal, de la música, de la danza, de la experimentación… Entre los más destacados encontramos el Big Yoga  o el Wanderlust 108 (un triatlón consciente que combina running, yoga y meditación).

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