Quienes practican deporte de manera asidua son conocedores del bienestar general y del placer químico que provoca la producción de endorfinas en sus cerebros. Que la actividad física intensa (o moderada pero continuada) genera una sensación analgésica de felicidad no es nuevo para ellos. Ahora bien, esto no lo es todo, existe otro factor determinante a la hora de disfrutar y aprovechar al máximo el entrenamiento: la compañía.
“La identidad de grupo es muy importante para nosotros. Somos seres sociales. Los grupos con sus valores, creencias e identidad influyen en nosotros de diferentes maneras, nos afectan de una manera, de otra o de ninguna. Esta forma de actuar que caracteriza a los grupos se llama estereotipo”, nos confirma Erika Villaécija García, psicóloga, coach deportivo y cofundadora de BeValue Sports, empresa que fusiona la psicología, el coaching y la neurocienciapara sacar el máximo potencial de los deportistas.
Grupos de running, programas de entrenamiento de Les Mills (esa tribu que se mueve al unísono en bodypump, bodybalance, bodycombat o The Trip), disciplinas colaborativas como las carreras de relevos o sectarias (no lo decimos nosotros, sino ellos) como el CrossFit están cambiando el modo de relacionarnos socialmente en el siglo XXI. Afirmar esto en el país con mayor densidad de bares por persona en todo el mundo es arriesgado, pero todo se andará... o se correrá o se saltará o se golpeará o se pedaleará.
Es por ello que para profundizar en los beneficios que provoca el entrenamiento en grupo le hemos preguntado la teoría a la cuatro veces olímpica en natación y campeona del mundo y de Europa, pero también hemos querido completar las enseñanzas de Erika Villaécija García con los testimonios reales de cinco deportistas –unos profesionales y otros no– que han abrazado con fuerza, mucha fuerza, el poder de la comunidad.
Identidad de equipo, compañerismo y autoestima
Explica Erika que la identidad social que se crea en los grupos nos ayuda a potenciar el sentimiento de pertenencia, respeto, comprensión y carácter distintivo. Todo ello se engloba para que nuestra autoestima sea mayor y, cuando esta aumenta, la motivación también, por lo tanto seremos capaces de conseguir más retos, de no abandonarlos, de aprender de los errores (ya que si no es por uno mismo, tendrás la ayuda de compañero) y de cambiar de táctica para volver a empezar.
Diego Jiménez Sánchez y María García-Peñuela, creadores del portal de vida activa y saludable 1000 Fit Meals, no eran precisamente unos novatos en esto de entrenar (deportes de nieve, sala, clases colectivas...), pero desde hace cuatro años se sienten “embaucados” por el crossfit, que ha sido “un gran punto de conexión”.
“El Crossfit ha sido un deporte que me ha enseñado que no hay límites, que siempre existe ese punto de superación y de mejora que te hace sentirte bien contigo mismo y querer compartirlo con otros. En mi caso, prefiero infinitamente entrenar y competir en equipo, se crean unos lazos muy intensos... quizás, precisamente, por la intensidad de los momentos que se viven junto a esas personas que forman tu equipo de ‘sufrimiento’ y en muchos casos de ‘éxito’. ¡Imagínate qué torrente de emociones!”, asegura María, quien insta a buscar en su instagram, además de recetas para deportistas, la motivación y el empujoncito necesario para encontrarse cada vez más en forma.
Por su parte, Diego, nos cuenta que ya no va tanto a clases colectivas porque ahora ha de prepararse para competir de manera individual y por ello necesita un entrenamiento específico para mejorar, pero recuerda con mucho cariño su participación en los regionales de CrossFit con su equipo, Canarias Team CF: “ La unión que conseguí con los miembros del equipo no se pierde nunca ”. Todos los atletas siempre se quedan animando y aplaudiendo hasta el último aliento del último que termina, y de hecho, en multitud de ocasiones, son esos gritos de ánimo de tus compañeros los que te hacen sacar ese ‘extra’ que creías que ya no tenías”.
Ambos desean aclarar que, en esencia, en el CrossFit sí que se compite contra los otros, pero nos hablan de una ‘norma’ no escrita que existe entre los crosfiteros por la cual antes que rivales son compañeros. “Se trata del compromiso de dar el máximo entre todos. En los ejercicios de fuerza saber que tienes la ayuda de tu compañero si fallas una repetición o esa motivación que nos damos unos a otros para hacer un movimiento de halterofilia... Sin duda, lo mejor es la sensación de compartir y de compañía. Siempre resulta todo mucho más divertido, mucho más ameno y mucho más fácil”, concluyen los creadores de 1000 Fit Meals.
Empatía y comunicación
Cuando te sientes parte de un grupo, prosigue Erika Villaécija García, esto mejora la empatía y la comunicación y hace que se compartan objetivos y sentimientos (de éxito y de frustración). Asociamos este bienestar, así como la mejora física y psicológica, al tiempo que compartimos con esas personas.
“¡Un flechazo instantáneo!” fue el que sintió David Perea Moreno, Brand Comms Manager de Reebok Iberia, cuando –debido al vínculo que une a esta marca deportiva con el CrossFit– por fin se atrevió a unirse al grupo que entrenaba con un coach esta disciplina en sus oficinas. Siempre había practicado natación en solitario –concentrarse en las brazadas le relajaba mucho–, pero en el agua no hay compañeros que te aplaudan, te motiven o te den un abrazo cuando logras avanzar en ese ejercicio que te cuesta tanto.
“¿Alguna vez has oído eso de que el CrossFit es un poco secta ? Pues sí, es verdad, ¡una secta que mola todo! Se organizan cenas, salidas a la nieve, trecking, conciertos... y, por supuesto, se crean relaciones dentro que se mantienen fuera del box. Podría incluso decir que es como un Tinder pero sin la pantallita”, comenta de manera divertida David, quien se pone más serio a la hora de expresar cómo esta disciplina te lleva al límite de tus capacidades: “Te hace ser consciente de tus límites y eres tú el responsable de superarlos con esfuerzo, dedicación y práctica. Y si a esto, además, le sumamos un sentimiento de comunidad como en pocos deportes he visto, pues mucho mejor”.
Es cierto, confiesa David, que la mejora física es evidente y muy rápida, pero compartir risas, confidencias y logros con tus compañeros de CrossFit también tiene que ver ¡y mucho! en que nunca se salte las citas de entrenamiento en grupo de su agenda.
Compartir objetivos y camino
Cuando se le pregunta a la cofundadora de BeValue Sports sobre cómo interviene la imitación en las clases grupales, la psicóloga nos aclara que la experiencia es el mejor aprendizaje para el ser humano: “Observar a diario a gente que, con los mismos recursos materiales (material, entrenador e instalaciones), ha conseguido un reto, hace que pienses que es cuestión de tiempo que tú también lo consigas”. En definitiva, que tienes los medios, el resto depende de tus facilidades físicas y psicológicas, algo mejorable con entrenamiento y ganas.
Aleix Heredia es médico (dirige el desarrollo de un proyecto que tiene por objetivo el tratamiento de enfermedades crónicas) y atleta profesional en la disciplina Pentatlón Moderno, un deporte individual que se entrena en equipo. Para que nos quede claro, utiliza la analogía de la esgrima, en la que: “Necesitas compañeros y, cuanto mejores sean estos, mejor te harán ser a ti”.
El entrenamiento en grupo a él no le ha cambiado la vida... porque siempre ha sido su modo de prodecer. De hecho, cuando se ha visto obligado a hacerlo en solitario, ha echado en falta su estímulo positivo, ya que a su entender: “ Mentalmente es mucho más duro entrenar solo. El grupo te ayuda a ser más constante y regular en la práctica diaria. El día que no tienes buenas sensaciones y no eres capaz de llevar un ritmo determinado tu compañero sí que lo es y tú sólo tienes que dedicarte a ir con él o detrás suyo”.
Aunque en la actualidad se dedica a tiempo completo a entrenar para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, no hemos querido desaprovechar la oportunidad de preguntarle por su experiencia con otras dos disciplinas también relacionadas con la marca Reebok: Midnight Runners y Ragnar Relay.
“Ambas son experiencias muy recomendables”, nos confirma Aleix, “el grupo de entrenamiento Midnight Runners nos permite relacionarnos con personas con pasiones afines a las nuestras en un ámbito deportivo creando grandes amistades”. Y qué decir del vínculo cercano establecido en la serie de carreras de relevos de larga distancia organizada por Ragnar Events : “Son muchas experiencias concentradas en una furgoneta, 20 horas sin dormir y 250 kilómetros llenos de sorpresas. Tienes que asumir tu parte del reto, confiar en el resto de compañeros y, además, me tocó ocupar el rol de capitán y decidir las postas en función de las características de mis compañeros”, explica.
Algo más que una clase de risoterapia
No le resta importancia Erika Villaécija García al buen humor, a la alegría extrínseca y al ambiente distendido que se generan en el entrenamiento grupal –yo me referí a este aspecto como “llevarse gratis una clase de risoterapia”–, pero la coach deportivo desea puntualizar y concluir su discurso aludiendo a que, además de esto, supone conseguir “ mayor autoestima, salir de tu zona de confort, llegar a los límites y superarlos, ya que crea vínculo e identidad, genera confianza, aporta dosis de empatía, esfuerzo y complicidad y reduce el estrés ya que después de hacer deporte se generan endorfinas (la hormona de la felicidad)”.
Beneficios individuales que Nordin El Yemlahy, quien se dedica a la creación de contenido para redes sociales, ha podido comprobar en primera persona, ya que lleva ocho años practicando Calistenia, un sistema de entrenamiento donde únicamente se requiere el propio peso corporal. No obstante, también desea recordar otros aspectos más sociales de de este deporte, que es “muy grupal y en en el que lo que es adictivo no son sólo las mejoras físicas o las habilidades que puedes adquirir, sino la comunidad a la que perteneces una vez bajas al parque a entrenar ”.
En su instagram, muestra sus entrenamientos y sus progresos y siempre que aparece junto a otros atletas se desvive en alabanzas y utiliza el término “comunidad” para referirse al estilo de vida que practican todos juntos al aire libre, porque “gracias a los compañeros adquieres el compromiso de seguir yendo al parque para formar parte del grupo, este compromiso se transforma en constancia y en superación diaria. Todos juntos nos ayudamos para superar esos pequeños retos que se nos complican y todos juntos celebramos los éxitos del compañero ”.
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