Aprecio, respeto, apoyo... Son muchos los ingredientes de la amistad que no requieren presencia física. Pero, ¿son suficientes para mantener el vínculo a través de una pantalla?
El avance de las tecnologías ha ampliado las formas de comunicación y relación, posibilitando, por ejemplo, las relaciones de amistad por internet. Son muchas las personas que, cada día, se adentran en el universo online con el fin de conocer y conectarse con otros. Sin embargo, la gran mayoría emplean internet para establecer un primer contacto que, posteriormente, pueda replicarse en la vida real.
La pregunta es: ¿es posible establecer y mantener un vínculo de amistad solo a través de este canal? Como en todas las grandes preguntas, la respuesta nunca será cerrada y habrá que tener en cuenta diversos matices. En las siguientes líneas abordaremos las claves sobre la viabilidad de una amistad por internet.
¿En qué consiste la amistad?
Amistad es un término amplio y polisémico. No todas las relaciones de amistad son iguales, no todas persiguen los mismos objetivos ni están sustentadas en los mismos valores. Existen amistades más funcionales, en las que cada miembro considera conveniente acercarse al otro debido a las circunstancias que los rodean. Este podría ser el caso de la amistad en el ámbito escolar o laboral.
Y, por otro lado, existen amistades por placer. Las cuales emergen y se mantienen debido a los sentimientos recíprocos de afecto, respeto y admiración. En este caso, la unión no está mediada por el contexto y ambas personas eligen relacionarse debido a las agradables sensaciones que obtienen al hacerlo.
Resulta lógico concluir que existen ciertos tipos de amistad que no resultan viables a través de una pantalla. Si tienes un amigo a través de internet no podrás abrazarlo ni acudir con él a un bar los fines de semana. Sin embargo, existen otros muchos ingredientes de la amistad que sí se encuentran presentes en las relaciones a través de internet.
Amistad por internet
Amistad desinteresada
Dado que no existe ningún contexto común que fuerce la interacción (como ocurre en parentescos y relaciones laborales), la relación que se establece es totalmente voluntaria. Además, debido a la distancia geográfica no es posible realizar actividades o planes presenciales.
Por todo ello, podemos estar seguros de que el interés de la otra persona en nosotros es sincero y desinteresado. La amistad que se genere partirá de un genuino agrado por la personalidad del otro. Se sustentará en intereses y valores compartidos y en una gran afinidad personal. Ambos decidirán mantener el vínculo porque lo encuentran enriquecedor y satisfactorio.
Conocimiento profundo
Las amistades por internet suelen tener un gran componente de conversaciones escritas. Algo que puede parecer tan banal facilita enormemente nuestra capacidad para expresarnos y abrirnos al otro. El lenguaje escrito requiere una mayor reflexión e introspección para seleccionar las palabras adecuadas. La comunicación oral, si bien es más espontánea, también es más rápida y, por tanto, más superficial.
Escribir nos ayuda a conectarnos con nuestros sentimientos y a expresarlos en mayor profundidad. Además, nos permite tomarnos el tiempo necesario para apreciar los matices en lo que el otro está compartiendo con nosotros.
En una amistad por internet se puede llegar a un conocimiento profundo de la otra persona que desembocará en un vínculo emocional importante.
Lealtad, apoyo y confianza en la amistad por internet
Estos tres componentes básicos la amistad, lejos de verse afectados por la distancia física, pueden verse potenciados. Cuando se establece una amistad por internet ambos pueden compartir sus experiencias, miedos e indecisiones confiando en la otra persona. Debido a los dos puntos anteriores (interés genuino y gran conocimiento) el otro será capaz de comprendernos y ofrecernos un consejo sincero y afectuoso.
Adicionalmente, que una persona reserve parte de su tiempo para invertirlo en construir un vínculo contigo siempre resulta satisfactorio. Además, el valor de este gesto se multiplica cuando ambos llevan vidas diferentes y alejadas geográficamente y, aun así, se prioriza el cuidado de esa amistad.
En definitiva, podemos concluir que una amistad por internet nunca podrá sustituir el contacto físico y las experiencias compartidas de una amistad al uso. Sin embargo, en ocasiones, conocemos personas realmente interesantes y afines a nosotros que se encuentran en la distancia. Un hecho que, por otro lado, no constituye un motivo para eliminarlas directamente de nuestras vidas.
Así, el hecho de que una amistad electrónica sea de alguna manera prisionera de las limitaciones del medio en el que se desarrolla no quita para que esta pueda ser realmente enriquecedora. Si existe aprecio, afecto y respeto mutuo, si ambas personas se valoran y se admiran por lo que son, una amistad por internet puede constituir una bonita experiencia.
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