¿Quién soy? Lo cierto es que todos nosotros trabajamos con una definición propia, que aunque no haya sido explicitada, suele condicionar, y mucho, nuestra forma de sentir, actuar y pensar.
¿Quién soy? es el título de unos de los episodios de la serie de las hermanas Whatshosky «Sense 8». Es una pregunta difícil de responder que nos solemos hacer a menudo, sin ser capaces de encontrar una respuesta clara.
Con la siguiente reflexión, el personaje de Lito Rodríguez, uno de los ocho protagonistas de «Sense 8 «, nos deja claro que «nadie es más que nadie», que todos somos iguales y únicos al mismo tiempo. Nos hace viajar por el pasado, presente y futuro de la vida de cualquier ser humano, mientras nos habla de la importancia de los roles y del peligro de las etiquetas.
«¿Quién soy?Una pregunta difícil de responder para todos nosotros, de dónde soy, lo que hago, lo que he hecho, lo que haré, a qué te refieres, lo que ves, lo que hago, lo que tengo, lo que llegaré a ser, a quien amo o a quien he amado, lo que he perdido, ¿quién soy yo?Creo que lo que soy es exactamente lo mismo que tú, porque no hay nadie exactamente igual que tú ni que yo. ¿Quién soy?Etiquetar es lo contrario a entender.Ni color de la piel, ni raza, ni religión, ni condición sexual…… roles.Creo que lo que soy es exactamente lo mismo que tú, ni mejor ni peor, porque no hay nadie exactamente igual que tú ni que yo.»-Lito Rodríguez , personaje de Sense 8-
Roles y etiquetas
¿Quién soy? Ante esta pregunta, aparentemente sencilla, a veces respondemos dando nuestro nombre, profesión, edad, ciudad de residencia, número de hijos, estado civil…. buscando responder con aquello que creemos que nos caracteriza o representa y que pueda ser útil como presentación.
En realidad, con frecuencia nuestra respuesta se basa en aquello que será socialmente aceptado y, por lo tanto, en lo que otras personas quieren oír y esperan de nosotros. Solemos creer que esos roles nos hacen ser quienes somos; pero, ¿realmente es así?
Es probable que durante años las personas que nos rodean y, en ocasiones, nuestros seres más queridos, nos hayan tratado o repetido mil veces que somos de una determinada manera, lo han repetido con tanto fuerza que al final lo acabamos creyendo. Llegando a adaptar ese rol, comportándonos en función de lo que se esperan de nosotros.
Por ejemplo, podemos llegar a creer que somos débiles o personas frías, aunque no sea así, porque en cierta manera es lo que sentimos que se espera y quiere de nosotros. Es el espacio que los demás abren para nosotros, de alguna manera «la forma en la que encajamos».
Sin embargo, las etiquetas son dañinas y peligrosas, provocando que acabemos juzgando a una persona sin conocerla. Que juzguemos a alguien por su color de piel, raza, religión, orientación sexual…Sin molestarnos en conocer a la persona en la complejidad de su conjunto.
«Para recordar quién eres, necesitas olvidar lo que otros te dijeron que eres».-Anónimo-
¿Quién soy?
La reflexión de Lito nos deja claro que responder a la pregunta de «¿quiénes somos?» una tarea sencilla y compleja a la vez. Compleja, porque buscamos una respuesta única que parece no existir, ya que somos el resultado de nuestras vivencias pasadas, presentes y futuras; sencilla, porque todos somos seres únicos e irrepetibles, construyendo nuestra historia día a día, con cada decisión, con cada interacción con las personas que se cruzan en nuestro camino.
Somos mucho más que aquellos roles que nos vienen predeterminados y que no hemos podido elegir. Somos mucho más de todo aquello que si hemos elegido ser. Somos un conjunto perfecto y único de lo elegido y no elegido, de roles y etiquetas.
«No serás el mejor, pero tampoco hay nadie mejor que tú».– Anónimo-
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