Los cambios hormonales en la menopausia no suceden repentinamente, sino que se instauran poco a poco. La menopausia no es un momento puntual, sino un proceso. Te explicamos aquí qué debes esperar de esta etapa cuando los estrógenos empiezan a descender.
Atravesar los cambios hormonales en la menopausia no es fácil para casi ninguna mujer. Como toda etapa de cambios, aparecen nuevas cuestiones y problemáticas que son un desafío para el cuerpo y para la mente.
Debemos entender que no es lo mismo hablar de menopausia que de climaterio. En la menopausia nos estamos focalizando en los ciclos menstruales. Se entiende que una mujer es menopáusica cuando han transcurrido doce meses consecutivos sin menstruación.
El climaterio, en cambio, es la cesación del ciclo menstrual más todos los otros elementos que acompañan el proceso. Como la menopausia es gradual, podemos hablar de tres etapas dentro de ella:
- Perimenopausia: son los meses o años previos a la pérdida definitiva de la menstruación. Los ovarios tienen menos óvulos y desciende bruscamente la producción hormonal.
- Menopausia propiamente dicha: son los doce meses consecutivos sin menstruar.
- Postmenopausia: es el período posterior a la menopausia declarada.
La menopausia y los cambios hormonales
Los cambios hormonales en la menopausia aparecen comandados por el descenso de la producción de estrógenos y progesterona. La menor cuantía de ambas hormonas en el cuerpo es la culpable de los síntomas.
En los ciclos menstruales normales, una ovulación sucede a mitad de la fase. Esta ovulación, o sea la salida de un óvulo a las trompas de Falopio para aprestarse a la fecundación, es posible porque el cuerpo femenino tiene estrógenos y progesterona.
Ambas hormonas se sintetizan en los ovarios. Cuando estos órganos suspenden la producción, no hay ovulación y, por ende, no hay menstruación. En síntesis, esa es la causa directa del período de menopausia.
Como los estrógenos y la progesterona cumplen funciones variadas en el cuerpo humano, y no solo dirigen la ovulación, la menopausia tiene muchos síntomas. Principalmente, la sustancia que más cambios hormonales origina en la menopausia es el estrógeno.
El problema de los estrógenos
Los cambios hormonales en la menopausia pueden atribuirse, en su gran mayoría, a los estrógenos. Estas son hormonas sexuales que se fabrican en los ovarios y en las glándulas adrenales. Cuando la mujer está embarazada, también la placenta produce.
Los estrógenos activan y desactivan genes de las células para lograr su cometido. Así, pueden dar la orden de que se produzcan o no ciertas proteínas del cuerpo. Y no sólo promueven la ovulación, sino que también:
- Cambian la mucosidad de los sistemas urinario y reproductivo
- Hacen crecer el vello púbico de una forma característica
- Afectan el metabolismo de los lípidos
- Participan en la síntesis de colágeno
- Determinan el lugar de almacenamiento de la grasa corporal
- Sostienen el ritmo menstrual
- Intervienen en el metabolismo óseo
Síntomas relacionados a los cambios hormonales
En base a todas las funciones de los estrógenos que mencionamos, debemos imaginar que los síntomas de los cambios hormonales en la menopausia se derivan de alteraciones en esas funciones. Cuando los estrógenos disminuyen, sucede que:
- Los ciclos menstruales no tienen ritmo definido y se alternan con meses sin ovulación.
- Aparecen desregulaciones de la temperatura, con sofocos y calores.
- La sudoración de la piel se altera, dando lugar a una profusa pérdida de líquidos durante la noche.
- Las mucosas se resecan, sobre todo en la vagina, lo que ocasiona dolor al practicar relaciones sexuales –dispareunia.
- El hueso pierde más calcio del que absorbe y se llena de poros, en una situación que clínicamente se conoce como osteoporosis.
La terapia de reemplazo para los cambios hormonales en la menopausia
Para contrarrestar los cambios hormonales en la menopausia,los médicos pueden indicar una terapia de reemplazo hormonal. La misma puede realizarse sistémicamente o de manera local para síntomas puntuales.
Esta terapia consiste en añadir al cuerpo el estrógeno que le falta por culpa de la disminución de la producción. Este estrógeno artificial y externo suplantaría las deficiencias y controlaría los síntomas.
La forma sistémica de uso de la terapia de reemplazo hormonal son las pastillas o los parches de estrógenos. En razón de que algunos estudios científicos asociaron algunas de estas terapias con el aumento en el riesgo de padecer otras enfermedades, se debe utilizar con precaución.
Los médicos evalúan si en realidad el beneficio de la terapia es superior al riesgo posible. También se debe valorar cuánta molestia en calidad de vida significa un sofoco o una sequedad vaginal. Para la osteoporosis se puede optar por otros tratamientos que dan soporte a los huesos sin emplear hormonas.
Una opción interesante es el estrógeno local, el cual no penetra todo el cuerpo. Existen preparaciones vaginales con dosis muy pequeñas de estrógenos que mejoran, por ejemplo, la sequedad vaginal. Allí los riesgos antes mencionados no aplican.
Es muy importante que consultes con un médico de confianza sobre tus síntomas. El mejor primer acercamiento es evacuar todas las dudas que te generan los cambios hormonales para tomar una decisión terapéutica sabia. Si entendemos que la menopausia es un cambio inevitable, entonces lo afrontaremos de la manera más natural posible.
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