Una de las formas que más han evolucionado en los últimos años a la hora de controlar smartphones es la voz gracias a los asistentes inteligentes. Con ello también han evolucionado los ataques por parte de terceros. En una nueva investigación se ha demostrado que un simple aparato que emita determinadas vibraciones puede controlar el asistente de un smartphone para acceder a datos privados.
SurfingAttack es como han decido llamar al ataque un equipo de investigadores de la Universidad Estatal de Michigan con la ayuda de academias de China, Nebraska y Washington. En una reciente investigación publicada al respecto, explican cómo se utiliza ultrasonidos imperceptibles para el oído humano pero sí efectivos para controlar los asistentes inteligentes. A continuación el ataque en acción:
Vibraciones en la mesa que ni sientes ni escuchas
Si bien esta técnica ya se ha utilizado en el pasado la novedad que encontramos en esta ocasión es el proceso seguido para ello. A diferencia de emitir directamente ultrasonidos desde un altavoz, los investigadores colocaron un hardware especial debajo de una mesa para que emitiera determinadas vibraciones sobre la superficie. Estas vibraciones, a fin de cuentas, son sonido. Y aunque no lleguemos a escucharlo, sí lo hacen los micrófonos de los móviles y otros aparatos inteligentes.
Las vibraciones ultrasónicas emitidas por esta pieza (que se puede conseguir por unos 6 dólares, según explican) generan sonidos que pueden ser órdenes determinadas para activar el asistente del teléfono móvil y pedirle desde hacer llamadas hasta obtener o enviar fotografías y mensajes. Esto es especialmente peligroso si por ejemplo pensamos una situación en la que el atacante busca obtener un código de confirmación para iniciar sesión que acaba de llegar por SMS.
Los investigadores explican que la pieza que se coloca sobre una superficie puede ser más o menos efectiva dependiendo de lo conductor que sea el material. Una mesa de madera parece ser suficiente para controlar el teléfono mediante estas vibraciones pero si se trata de una superficie sólida de aluminio las vibraciones imperceptibles pueden llegar hasta a más de 9 metros.
¿Y para evitar esto? Algo tan simple como cambiar los ajustes del asistente para que no se active con comandos y sólo lo haga mediante un botón o acción determinada que no sea la voz. La otra opción es que el teléfono esté colocado sobre una superficie que amortigua las vibraciones, esto puede ser desde un mantel más grueso hasta una funda de silicona en el móvil por ejemplo. O bueno, siempre puedes utilizar una pulsera específicamente diseñada para inhabilitar estos ataques.
Vía | Hackster
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