jueves, 5 de marzo de 2020

SEIS IDEAS PARA VIVIR AL MÁXIMO


Para vivir al máximo has de comprometerte con tu propia felicidad. Dejando de, simplemente, sobrevivir para comenzar a implicarte con la vida.
Con frecuencia nos encontramos tan sumidos en la rutina, tan preocupados por cumplir con expectativas y obligaciones que olvidamos nuestro verdadero propósito: ser felices. Es tu derecho, y a la vez tu deber, proporcionarte una existencia plena de sentido. Vivir al máximo, no sólo sobrevivir. 



Para cada persona esta afirmación tiene un significado diferente, y el camino a seguir para lograrlo también es distinto. No obstante, hoy te presentamos seis ideas que te ayudarán a acercarte a tu mayor potencial. Léelas con calma, saboréalas, compréndelas y comienza a aplicarlas en tu día a día. Anótalas, y cuando flaqueen tus fuerzas relee ese papel y comienza de nuevo. Mereces ser feliz.

Seis ideas para vivir al máximo

1. Si te tienes a ti, lo tienes todo

Muy a menudo sufrimos porque no obtenemos de los demás el trato o el reconocimiento que deseamos. Anhelamos tener más amistades, un mejor trabajo o una relación de pareja más comprometida. Sentimos frustración y decepción ante acontecimientos externos y conductas ajenas, sin percatarnos de que hemos de volver la mirada hacia nosotros.
Muchas veces el vacío que sientes no refleja más ausencia que la tuya propia. Necesitas amarte tú, aprobarte, reconocerte y apoyarte. Has de convertirte en tu propio centro emocional. Completarte de tal manera que no necesites mendigar amor en el exterior. No todo irá siempre como te gustaría, no todos serán amables contigo. Pero ningún dolor es comparable a la falta de uno mismo. Por eso quédate a tu lado siempre. Si te tienes a ti, lo tienes todo.

2. Si tienes miedo, hazlo con miedo

El miedo es una emoción básica y necesaria, que cumple la función de mantenernos a salvo. No obstante, cuando se vuelve excesivo y desproporcionado puede llegar a paralizarnos y a privarnos de nuestra libertad. Si el temor te aleja de tus sueños, si te impide convertirte en quien deseas ser, hazle frente.
Esta emoción se alimenta de nuestra inmovilidad. Por ello te invito a matarla de inanición: actúa, y si tienes miedo, hazlo con miedo. Cada vez que enfrentas tus temores ellos pierden poder y tú lo ganas. Comienzas a comprobar que no eran tan aterradores como parecían y que tú eres mucho más capaz de lo que pensabas.

3. Siempre puedes decidir, elige vivir al máximo

Uno de los aspectos que más infelicidad nos genera a los seres humanos es la sensación de no tener control sobre nuestra propia vida. Cuando ocurren sucesos desagradables nos sentimos indefensos ante los vaivenes de la vida, y esto nos conduce al pesimismo y la desesperanza.
Por ello recuerda que, aunque no puedes controlar lo que ocurre, siempre puedes decidir qué actitud tomar al respecto. Este es un poder que nadie puede arrebatarte. Sólo tú decides cómo interpretar la realidad que vives, y de tu interpretación dependerá tu estado de ánimo. Por ello elige ser flexible, calmado y optimista. Escoge siempre los pensamientos que te traigan paz.

4. Todo es pasajero

Cuando atravieses periodos de dificultad recuerda siempre que todo es pasajero. La tristeza no se quedará a vivir en ti, el dolor no será eterno. La tormenta terminará y el sol volverá a brillar. No caigas presa del pánico y permítete fluir con esas emociones que son las que ahora corresponden. No te desgastes luchando contra la corriente, flota, descansa, acepta y recuerda que todo pasará.

5. Agradece, para vivir al máximo

Cuando te quejas, pones tu foco de atención en todo aquello que no funciona en tu vida. Por tanto, comienzas a percibirla como un lugar gris, carente e injusto. Y te instalas en la negatividad y la apatía. Al contrario, cuando agradeces diriges tu energía hacia todo lo que sí funciona en tu vida y te sientes afortunado. La mente está programada para hallar en el ambiente más de aquello en lo que se enfoca. Acostúmbrate a agradecer a diario y cada vez encontrarás más motivos para hacerlo. 

6. Aquí y ahora, todo está bien

Por último, recuerda la importancia de vivir en el presente. Si el dolor del pasado te angustia y el temor al futuro te abruma, ánclate al momento actual. Atiende a tu respiración, observa los colores y aromas del ambiente, disfruta la presencia de quienes te rodean. No permitas a tu mente vagar, aquí y ahora, todo está bien.

No hay comentarios:

Publicar un comentario