El problema de los depredadores en línea es un problema real y que debe ser tomado muy en serio por los padres o guardianes de menores de edad. Cualquier menor, al momento de entrar a Internet y estar en línea, se convierte en una víctima potencial.
El Internet, dado que provee cierta capa de anonimidad, es un medio que les permite a los depredadores proliferar, ya que pueden interactuar con sus posibles víctimas de forma rápida y establecer un vínculo de confianza con relativa facilidad.
Además, los depredadores usan Internet para comunicarse entre sí, de forma anónima y libre, lo que les permite intercambiar experiencias, técnicas para engañar a los menores y formas para evadir a la policía. Esto valida y refuerza su comportamiento.
Contrario a lo que se pudiera pensar, los depredadores en línea que tienen intenciones sexuales, no son individuos que engañan a sus víctimas para tener un encuentro en el cual los secuestran y violan, sino que son individuos que buscan seducir a sus víctimas, tomándose el tiempo para desarrollar cierto nivel de confianza, de tal forma que para las víctimas parezca una aventura o un romance.
¿En qué se basan los depredadores para elegir o atacar a sus víctimas?
- En la necesidad o curiosidad que el menor tiene de romance, aventura o información sexual. Esto incluye la curiosidad natural que los menores tienen respecto al sexo.
- En manipular a los menores escuchándolos y siendo empáticos con sus problemas, sentimientos e inseguridades.
- En bajar la guardia y las inhibiciones de los menores estableciendo conversaciones de naturaleza sexual, mostrándoles pornografía o fotografías explícitas (sexuales) del depredador.
- En invertir una considerable cantidad de energía, tiempo y dinero en "preparar" a sus víctimas (véase la sección siguiente).
- En establecer una relación, ya sea romántica o de dominación, de tal forma que genere una dependencia del menor.
- En desestabilizar las relaciones del menor con su familia y sus amigos, de tal forma que se genere una dependencia.
- Pueden llegar a extremos, desde promesas de una vida mejor, hasta amenazas y chantaje (con fotografías o conversaciones grabadas).
"Preparación" de sus víctimas
La "preparación" (grooming en inglés) de sus víctimas es un proceso en el que un depredador establece contacto con una posible víctima, usualmente usando mentiras respecto a edad (aunque estudios han dado por resultado que sólo el 5% de los depredadores han fingido ser adolescentes), identidad e intereses, para entablar conversaciones con la intención de establecer algún nivel de relación personal. Este proceso les puede llevar desde horas hasta días, dependiendo de cuánto tiempo les tome ganarse la confianza del menor. Comúnmente, los depredadores conocen el lenguaje de los menores, artistas populares, tendencias de moda, conocen de deportes o sobre cualquier tema que le sea de interés a los menores.
Una vez que los depredadores establecen esta relación, los menores llegan a sentir un nivel de confianza que puede llegar hasta el nivel de que piensan o sienten que nadie más los comprende como el depredador. Es en este momento en que el depredador usa conversaciones con intensión claramente sexual, y así ir probando los límites o la curiosidad del menor. Usualmente el intercambio de material pornográfico empieza en esta etapa, material que puede ser tanto de pornografía infantil como fotografías explícitas de sí mismos.
Para estas alturas, el nivel de conocimiento que los depredadores tienen de sus víctimas es tal que pueden manipular sus sentimientos, su curiosidad o sus inseguridades.
El objetivo final de esta "preparación" es el tener un encuentro en persona para tener relaciones sexuales con el menor. Estudios han dado por resultado que cerca del 75% de las víctimas tienen encuentros con los depredadores más de una vez.
Síntomas de alerta
La siguiente lista describe los comportamientos que se consideran de alerta de que un menor está en contacto con un depredador en línea:
- El menor oculta o se vuelve anormalmente privado sobre sus actividades en línea.
- Estar en línea es casi un comportamiento obsesivo y se frustra y enfada cuando no puede ponerse en línea.
- Recibe llamadas telefónicas de gente que sus padres no conocen, o de números de teléfono privados o que no se pueden reconocer.
- Recibe regalos o correspondencia de personas que no conoces y que le resulta al menor difícil de explicar.
- Aislamiento de familiares y amigos.
- Oculta sus actividades en línea y se muestra nervioso(a) cuando un adulto se encuentra cerca. Cambia de pantallas constantemente (como por ejemplo con ALT+TAB).
- Ven pornografía en línea.
- Tienen cuentas "secretas" de correo electrónico o mensajería instantánea.
¿Qué hacer como padre o guardián?
Lo más básico que puede hacer un padre o guardián, ya sea para prevenir o corregir un ataque de un depredador en línea, es establecer comunicación con ellos, hablar claro sobre los peligros que existen y poner atención a sus actividades en línea. Es muy recomendable el usar herramientas de control paterno y establecer monitoreo de sus actividades en línea. Los aspectos más importantes a cuidar son, si un extraño:
- Establece amistad con ellos en redes sociales o mensajería instantánea. Lo más importante a conocer de este aspecto es cómo estos extraños establecieron contacto con los menores.
- Les habla de sexo en línea.
- Les solicitan información personal, como dirección, teléfono, escuela a la que asisten, etc.
- Les piden o les envían fotografías, de cualquier tipo.
- Les han hecho sentir incómodos con su conversación o con las preguntas que hacen.
- Les ofrecen regalos o se los envían.
Para más información y herramientas, puedes consultar la guía para los padres sobre seguridad en Internet que el FBI tiene disponible en línea (puedes cambiar el idioma a español usando el selector de idioma -"select language"- que está por debajo de la barra de menú, al lado derecho de la página).
Fuente: http://aprenderinternet.about.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario