martes, 5 de mayo de 2015

ÉXITOS Y FRACASOS DE APPLE A LA HORA DE QUITAR Y PONER CONECTORES EN EL ORDENADOR


Usb Type C Macbook
Apple es una marca que para muchos no tiene término medio. O te encanta, o la detestas. Las opiniones a su alrededor suelen ser muy encendidas, o bien tan estrictamente posicionadas que uno acaba prefiriendo evitar el debate y simplemente disfrutar de sus dispositivos y servicios a su medida.
Y sin duda, uno de los motivos que generan ese tipo de debates es la facilidad con la que Apple adopta y erradica conectores o formatos físicos de datos. El motivo de eso es una máxima que dijo Steve Jobs: "el consumidor no sabe lo que necesita hasta que lo ve" . O dicho de otro modo: "tranquilos, que veréis como esto me lo vais a agradecer". Y puede que haya sido cierto en varias ocasiones, pero no en todas.

Muchos conectores han estado en Apple, pero pocos han durado

Puertos Macbook Pro
En cuanto a los cables y sus conexiones aceptadas por Apple, podemos hablar de historias muy diversas. La compañía suele meter "con calzador" sus propuestas, y algunas calan más que otras. Hay que decir que fue de las primeras en ofrecer los conectores USB (ahora presentes en todas partes), pero llegaron muy tarde con su versión 3.0 y cada vez tenemos que mendigar más por ellos. Justo al contrario que en el resto del mercado, donde siguen colocando USBs siempre que se lo puedan permitir y dependiendo del tipo de portátil.
Otro puerto común es el Ethernet, el típico cable de red, que empezó a desaparecer en los portátiles más finos de Apple y ahora sólo se encuentra en los ordenadores de sobremesa. El sustituto indudable es la red inalámbrica, que con el protocolo AC ya alcanza velocidades propias de un cable Gigabit. Es el sueño "sin cables" de Apple: cuantos menos haya en nuestra casa mejor. Muchos PCs, sin embargo, siguen teniendo la toma Ethernet como algo básico.
Poco hay que discutir al afirmar que fue Apple la que empujó los protocolos G, N y AC a la industria a través de sus AirPort Extreme. Son estándares que han terminado adoptándose por todas partes y que dieron sus primeros pasos con esta presentación de Steve Jobs (minuto 58:50, donde se ve por primera vez un iBook usando Wi-Fi):
Pero miremos ejemplos más raros, como el FireWire. Su primera versión, FireWire 400, era mucho más rápida que los USB de la época y estaba orientado a profesionales que necesitasen una transferencia de datos rápida para edición de vídeo o audio. Tuvo su pequeña época de oro, luego fue sustituido por el FireWire 800 y finalmente el protocolo dejó paso al Thunderbolt ideado entre Apple e Intel. Ninguno de estos protocolos ha tenido demasiado éxito fuera de Cupertino.
Hay casos breves, como el MiniDisplayPort, o largos como el FireWire. Pero todos han sido "muy Apple" y han terminado desapareciendo
Thunderbolt, por cierto, reemplazó a su vez los puertos miniDisplayPort y los MiniDVI que se encargaban de dar la posibilidad de conectar monitores externos a los Mac. De nuevo son puertos que sólo estaban presentes en los ordenadores de Apple, con una pequeñísima excepción del miniDisplayPort que podíamos encontrarlo en muy pocos monitores y ordenadores con Windows preinstalado.
Al puerto Thunderbolt siempre se le ha dado un futuro prometedor acentuado en el Mac Pro (donde hay seis tomas), pero parece tropezar con la llegada del nuevo MacBook. De repente, todas las propuestas de cables de Apple (incluso las más cerradas y propietarias reservadas para su uso exclusivo) se ven apartadas por un único USB Type-C. Sorprende incluso que eliminen el MagSafe, su cargador magnético patentado, que tan bien protegía el ordenador de los tropezones que pueden llevarse el portátil por delante.
¿Éxitos? ¿Fracasos? Yo diría que cada puerto ha tenido su época de gloria en Apple, pero en algunos casos ha sido cortísima y en otros ha sido larga y plácida. El miniDisplayPort no duró casi nada, muy pocos lo recordarán cuando pase el tiempo. Pero el FireWire, aunque también ha terminado desapareciendo, ha estado muchos años con nosotros y también fue adoptado por otros fabricantes de la industria durante mucho tiempo. Me gustaría poder decir lo mismo del Thunderbolt, pero al filo de una era inalámbrica como en la que nos empezamos a ver soy más pesimista.

De adaptadores de Apple están llenos los cajones (y vacíos los bolsillos)

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El probar tus propios conectores para ver si tienen éxito está muy bien, pero hacerlo como lo ha hecho Apple tiene una consecuencia dura: adaptadores. Como casi ninguna de las apuestas de la marca de la manzana concuerdan con los estándares, muchos son los que han tenido que hacer el gasto extra de un adaptador oficial.
Adaptador, por cierto, que siempre suele ser mucho más caro de lo que estamos acostumbrados a pagar por otros adaptadores. Y como Apple cambia sus apuestas de conectores cada una o dos generaciones, acabamos gastándonos todo ese dinero en adaptadores para que al poco tiempo acaben abandonados en un cajón. Es, sin duda, el peor aspecto de esto y algo que ha tenido que sufrir todo maquero por mucho que te lo intente maquillar. Servidor tiene tres o cuatro adaptadores sin usar en un cajón, y cada uno no baja de los 25 euros.

Los formatos físicos, exiliados para siempre

Disco
Otro tipo de víctimas aquí son los formatos de almacenamiento físicos. Como el disco floppy o disquette de 3,5 pulgadas, que recordarán sólo los que nacieron en los ochenta y algunos noventeros. Usado ampliamente en el PC incluso para instalar juegos y sistemas Windows enteros en cajas con decenas de ellos, también fue el protagonista en los primeros Macintosh.
Pero todo cambió con la llegada de los primeros iMac en mayo de 1998: el protagonista absoluto pasaba a ser el CD (y más tarde el DVD), mientras que la disquetera desaparecía. Nadie había dado un paso tan fuerte, y las quejas se generalizaron a medida que se empezaron a vender disqueteras externas para los que no podían vivir sin ellas. Pero con el tiempo, poco a poco, los ordenadores y los usuarios fueron abandonando ese formato y Apple se llevó el tanto.
Apple ha hecho como si el Blu-Ray no existiera, pasando del DVD a retirar las lectoras de discos ópticos
Exactamente lo mismo está pasando con las unidades de almacenamiento óptico: CDs, DVDs... sólo queda un ordenador de Apple que pueda leerlos, el MBP de 13 pulgadas sin pantalla retina, y ya está al borde de ser jubilado definitivamente. En Apple ya no quieren que montemos DVDs con nuestros vídeos, sino que los compartamos usando iCloud si las otras miles de opciones que nos dan las redes sociales no nos convencen. La diferencia es que los ordenadores de otros fabricantes sí siguen llevando lectoras ópticas, y los usuarios siguen agradeciéndolas aunque no las usen tanto como antes.
Y ya no digamos el Blu-Ray, formato del que en Cupertino directamente se han olvidado después de que Jobs lo calificase como "una bolsa de dolor". Han pasado del DVD a la nada, defendiendo el formato digital que se vende en iTunes y apoyando de rebote a servicios como Netflix o Wuaki. Lo sentimos, pero tener el armario lleno de bobinas de discos ya es cosa de la década pasada.
Por último, tenemos las tarjetas SD. El nuevo MacBook rompe con la tradición presente en los Mac actuales (y en multitud de PCs) de ofrecer una ranura para leerlos sin necesitar un accesorio extra, en pos de ganar delgadez. ¿Qué ocurre entonces con nuestras tarjetas de la cámara? Ah, toca conectar la susodicha por USB. Ah, pero ahora tenemos un sólo USB Type-C. Toca usar un adaptador, justo lo que comentábamos antes. O eso o usar directamente un iPhone para tomar fotografías y gestionarlas en la nube. Pero muchos fotógrafos no estarán de acuerdo con esto. Apple no vende cámaras, así que prefiere lavarse las manos con el asunto.

Los dispositivos iOS tampoco se libran de ser "peculiares"

Cables Apple
Quizás es en el iPhone y el iPad, por el volumen de sus ventas, donde se ha notado más este fenómeno. En vez de usar el clásico MiniUSB o MicroUSB que podemos encontrar en muchos dispositivos móviles, los terminales móviles de Apple han tenido dos conectores propietarios: el clásico ancho de 30 pines y el Lightning de hoy en día. Nadie más que Apple los ha usado, pero el éxito de sus apuestas móviles ha hecho que todo el mundo los conozca.
Ambos puertos han sido siempre cerrados y no se han colocado en ningún sitio más, cosa que ha traído protestas de la misma legislación Europea que acabó obligando a Apple a ofrecer un tipo de compatibilidad con el estándar USB. Y ahora que ese estándar está presente con el Type-C y unas formas muy similares al Lightning, no vería nada raro que en Cupertino terminasen cediendo y usando ese estándar en favor de sus propuestas más cerradas. Total, si poco a poco nos estamos moviendo a un mundo sin cables, poco va a importar en unos años.

¿Un futuro con una Apple despiadadamente inalámbrica?

Apple Phil Schiller
Hay algunas pistas que me hacen ver el nuevo MacBook con sólo un puerto USB Type-C como un primer paso hacia algo con todavía menos puertos. Sí, ese MacBook tiene un puerto de auriculares en su lateral derecho, pero me da la impresión de que lo han hecho simplemente porque tenían espacio y se lo han podido permitir.
Ya hay auriculares de algunos fabricantes que usan el puerto Lightning de los iPhone, lo que a su vez nos propone que se podría eliminar el precioso espacio que ocupa el jack de los auriculares para poder añadir más batería, almacenamiento o potencia. Y ya no hablemos de los auriculares Bluetooth, que no necesitan ni cable ni conectores.
Un MacBook sin absolutamente ningún cable puede ser posible en unos años
Pensemos también en que ahora Apple tiene su propia gama de auriculares Beats, y que promociona precisamente esos auriculares Bluetooth. Si me preguntáis por lo que creo, personalmente apuesto por un futuro en el que Apple tendrá portátiles sin ningún puerto. Nada. Nothing. Esperad a que la carga por inducción se mejore y ya no habrá motivos para darlo por imposible.
De todos modos, aquí ya estoy adelantando mucho los hechos. Pasarán años antes de ver algo así, pero ahora que Apple ha pasado de todo con sus apuestas de cables y conectores ya no quieren arriesgar nada más. Ya no les hace falta. Y menos cuando el grosor y rendimiento de los ordenadores se ve comprometido. Tim Cook quiere abandonar los cables, y el proceso para convencernos de ello ya ha empezado.

Fuente: www.xataka.com

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