Beber agua es esencial para que nuestro organismo funcione. Sin embargo, el exceso puede llegar a ser tan peligroso como para provocar la muerte, sobre todo para todas aquellas personas que practican habitualmente deporte intenso.
Los atletas son el grupo de mayor riesgo frente a lo que se denomina hiponatremia asociada al ejercicio. Tanto es así, que al menos 14 muertes de corredores de maratón o futbolistas han sido vinculadas a una excesiva ingesta de agua durante la actividad física.
Lo que sucede en el organismo es que los riñones se ven sobrepasados por tanta cantidad de líquido obligado a procesar durante el ejercicio, por lo que las células se inflaman.
La hiponatremia, por tanto, se produce cuando la concentración de sodio en sangre cae a un nivel demasiado bajo, provocando una veloz inflamación del cerebro que puede provocar convulsiones, coma y, en última instancia, la muerte. La solución preventiva es beber cuando se tiene sed, ni más ni menos.
Fuente: http://sabias.es
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