Si no hay Wi-Fi en el hotel entonces la reacción es negativa. ¿Desconexión? Ahora lo que se busca es justo lo contrario: todas las facilidades del mundo para poder seguir conectado a internet al viajar. Por más que podamos preguntar a una agencia, a un medio especializado en viajes y a otros expertos sobre la materia la tecnología forma parte de la maleta del viajero medio y los enclaves se adaptan a ellos, aún así la desconexión se propone como una alternativa en alza para una experiencia que denominan turismo detox.
LA CONEXIÓN CONSTANTE
Un 78% de los usuarios españoles dedica más de una hora al día a acceder a Internet a través de su móvil, el cual consultan una media de 34 veces al día, según el Informe ditrendia: Mobile en España y en el mundo, publicado en julio de 2014. La consulta del email supone un 82% y la mensajería instantánea un 78%; España destaca por ser el país europeo donde más se usa este tipo de aplicaciones: un 51,5% de los usuarios lo hacen diariamente, según un informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
Los datos se mantienen durante las vacaciones, un periodo que supuestamente tendría que servir para romper la rutina diaria. Nueve de cada diez españoles no desconectan o apagan el móvil durante sus días de descanso, según un estudio sobre hábitos de consumo de la empresa bq. Solo un 1,6% deja el móvil en casa al empezar sus vacaciones.
BUSCANDO EL DESCANSO
El turismo de desconexión o desintoxicación (Detox en inglés) surgió hace unos años en los países anglosajones. Dicha corriente tiene hasta su propio festejo con el Día Nacional de la Desconexión o National Day of Unplugging, a través del cual quieren promover “una vida diferente, interactuando con las personas de tu propia calle, barrio o ciudad, disfrutando de una comida sin interrupciones o leyendo un libro a tu hijo”. La desconexión dura 24 horas.
“Todo lo que sea intentar cambiar el movimiento de adicción a la tecnología que hay es positivo”, comenta Marc Masip, director de Desconecta y psicólogo experto en adición a las Nuevas Tecnologías. “Soy partidario de que en vacaciones toda la tecnología relacionada con el ámbito laboral no es necesaria y la tecnología personal debe estar más limitada. Al final te pierdes muchas cosas al llevar encima la tecnología todo el rato”.
“Hay lugares en los que agradezco que no se pueda usar el móvil”, señala Anabel Vázquez, cocreadora de Laconicum, consultora y colaboradora de Traveler y Vanity Fair, entre otras tantas pasiones. “Por ejemplo, en la exposición Savage Beauty del Victoria&Albert está prohibido y eso es un acierto. La energía es totalmente diferente, la mirada más atenta. Me gusta que los spas no lo permitan y no me molesta que los restaurantes lo hagan. St John no quiere móviles ni fotos y eso genera más concentración y disfrute. Creo que somos disciplinados y acatamos ese tipo de normas, quizás porque aún son exóticas”.
El descanso de la desconexión a la hora de buscar nuevas prácticas que rompan con nuestro día a día y cambien nuestro enfoque, al menos durante unos días. “Vivimos en una sociedad en la que utilizamos la tecnología para todo y a veces es necesario echar la vista atrás y acordarnos de los momentos en que no dependíamos tanto de ella”, comentan desde Vincci Hoteles, empresa española que se ha distinguido por ofrecer un producto especializado para este tipo de turismo. “La tecnología tiene muchas ventajas pero a veces es necesario desconectar y buscar un momento para ti”.
Las vacaciones son el cambio de la rutina, “el momento en el que es más sencillo olvidarse de la tecnología”, afirman desde Barceló Hotels & Resorts. “Distanciarse del entorno diario también ayuda a meterse en esa burbuja, y nuestro objetivo es que así sea para nuestros huéspedes, un retiro de desconexión (no necesariamente tecnológica)”.
¿Estos días tienen que ser nuestra pequeña burbuja para desconectar de todo? “Me temo que no”, dice Anabel Vázquez. “Cuando viajamos se activa nuestro yo más ansioso de hiperconexión. Pensamos que cuando viajamos tenemos más que compartir que cuando vamos caminando al trabajo. Lo remoto no se relaciona necesariamente con lo desconectado y los nuevos proyectos que surgen no lo evitan. El avión es de los pocos espacios libres de conexión que quedan y es cuestión de tiempo que esto desaparezca. No creo que sea un tema tanto de estar desconectados como de saber a qué prestamos atención cuando nos conectamos al viajar. La desconexión igual no pasa por dejar de mirar Instagram, sino por consultar el mail 2 veces al día en lugar de 40”.
LA ESPECIALIZACIÓN
A la hora de trasladar esta desconexión a una experiencia la industria turística tiene ante sí una posibilidad de rentabilizar un nuevo negocio. “Se trata de un producto interesante y que está ganando adeptos de forma rápida y original”, comenta Rodrigo Martínez, Jefe de Proyectos Operaciones Hoteleras del Instituto Tecnológico Hotelero. “Existen muchos productos hoteleros que se están especializando y eso hace, evidentemente, que se trate de un nicho de interés que comienza a encontrar respuestas adecuadas a la necesidad de desintoxicarnos de nuestro día a día tecnológico”.
“En algunos casos”, continúa Rodrigo Martínez, “se trata de ofertas especiales hechas por hábiles empresarios independientes que hacen de una carencia de infraestructuras móviles de su establecimiento, un punto fuerte para la comercialización y el posicionamiento de su producto, en otros son cadenas hoteleras españolas, como pueda ser Vincci Hoteles, con programas como el Digital Detox Pack lanzado hace unos meses que, además de ofrecer una rica oferta complementaria con spa y wellness, tiene entre sus premisas, que el cliente entregue a la llegada todos sus aparatos electrónicos, incluido el móvil, la tablet o cualquier otro dispositivo electrónico con el que llegue al hotel”.
Este pack “Vincci Digital Detox” se puede disfrutar en dos hoteles de cinco estrellas, el de Estrella del Mar en Marbella y el Buenavista Golf&Spa en Tenerife (que es Gran Lujo). Enclaves exclusivos donde la experiencia es el principal objetivo. “Cada vez más las personas viajamos en busca de una experiencia. Algunos por diversión y otros por descanso y relax”, afirman desde Atrápalo. “Las ciudades que ofrecen la posibilidad de hacer deporte al aire libre, cuidan su gastronomía y proponen actividades culturales de diferente índole tendrán mayores posibilidades de incrementar sus visitantes”.
La belleza y el descanso son de las principales bazas entre las experiencias ofrecidas, tanto en el territorio nacional como en el extranjero. “Hace un par de años estuve en Lonhea, una clínica suiza que se denomina “de salud”, comenta Anabel Vázquez. “Ofrece estancias de 7 o 15 días de puesta a punto integral que incluye ejercicio físico, actividades al aire libre, comida supervisada, yoga, masaje, supervisión médica y descanso. Las villas no tenían wifi y en los espacios públicos no se podía usar el móvil. Al final, quedaba reservado para un rincón de la casa principal y a unas horas determinadas”.
El turismo de desconexión es una especialización más para los hoteles y cada uno la enfoca desde un punto de vista diferentes. Barceló Hotels & Resorts han puesto en marcha “la tendencia ‘’estar conectado para desconectar’” en el Barceló Illetas Albatros, en Mallorca, con un servicio único en Europa, Whenever Wherever”, según afirman desde la empresa, “una atención al cliente vía Whatsapp, para que la conexión esté de la mano del descanso”. Y al mismo tiempo, buscan la versión opuesta en el granadino Barceló La Bobadilla, “epítome de slow hotel”, en palabras de la empresa, “que como acción puntal propone a los huéspedes que así lo deseen dejar sus dispositivos móviles en la recepción para seguir de forma más fiel la filosofía slow”.
Un turismo cuya originalidad es “tener una alternativa en la que no hay tecnologías”, comentan desde Vincci Hoteles, “una forma de turismo que te hace desconectar totalmente y centrarte en ti y en la persona con la que viajas”.
LA DESCONEXIÓN CRECE
“El turismo de desconexión es uno de los que mayor crecimiento está teniendo. Los viajeros buscan la naturaleza y el descanso”, afirman desde Atrápalo. Dicha práctica es una de las más destacadas dentro del informe “Hábitos y tendencias del turismo español”, que publicó en enero de 2015 la empresa española, donde hacen hincapié en el potencial de esta alternativa “para aquellos alojamientos hoteleros, ubicados en pequeños núcleos, que a través de sumar a la estancia una experiencia, atraen a un turista cada vez más exigente en la búsqueda de lo auténtico”.
El aumento de la demanda es confirmado por las distintas empresas consultadas, como afirman desde Vincci con la particularidad de la estacionalidad: “esta iniciativa está siendo más solicitada por nuestros clientes. Más que en verano, sobre todo, nos lo piden a lo largo del año para desconectar de sus día a día y del estrés del trabajo”.
España es un país rico a la hora de ofrecer este tipo de turismo puesto que “cuenta con varias ventajas frente a otros”, según nos comentan desde Atrápalo. “Por un lado, el buen clima que tenemos en España, por otro lado, la cercanía de zonas de montaña y de zonas costeras dentro de los grandes núcleos urbanos más importante”.
EL PERFIL DE UN TURISTA DESCONECTADO
Adiós al móvil, a los distintos terminales tecnológicos y, por tanto, adiós a la conexión durante unos días. Al igual que el uso de la tecnología está calando más entre los jóvenes, este tipo de turismo encuentra en ese nicho un cliente destacado, según Barceló Hotels & Resorts. “El grueso de los huéspedes de este tipo se sitúan en la franja de entre los 25 y 45 años, aunque estas iniciativas atraen a todo tipo de turistas”.
Junto a estos vemos que hay distintos tipos de perfiles, según Atrápalo, “hay familias, deportistas y grupos de amigos que quieren descubrir nuevos destinos”. Las experiencias que ofrecen en Vincci Hoteles acaban triunfando entre todos, “aunque en su mayoría son parejas que buscan una alternativa original al estrés al que están sometidos durante la semana en su jornada laboral”, según dice la empresa.
LOS PROBLEMAS DE NO DESCONECTAR NI EN VACACIONES
¿Es posible desconectar al completo con este tipo de turismo? “Todo depende del huésped, aunque lo cierto es que es difícil (como usuario) establecerse una desconexión total…”, según Barceló Hotels & Resort, que vinculan la experiencia y el disfrute con las redes sociales. “¿Es posible estar al borde de una piscina turquesa con hileras de palmeras como en el Barceló Sancti Petri (Cádiz) y no compartir la experiencia en redes sociales? La respuesta siempre la tiene el usuario, pero, como comentábamos anteriormente, la tarea de los equipos de los hoteles de Barceló es garantizar una estancia inolvidable, y eso inevitablemente implica querer compartirla”.
El constante uso de la tecnología y de la conectividad absoluta “no es bueno”, como afirma Marc Masip. “Esto provoca que no descansemos y no desconectemos de nuestra vida diaria ni en vacaciones, que es un periodo para descansar y relajarse”. Una práctica que puede conllevar ciertos peligros y quizá hasta estar despertando los síntomas de una adicción. “Lo primero que puede causar la tecnología en vacaciones es un conflicto familiar o una discusión de pareja porque estés prestando más atención a otras cosas. El hecho de no de no desconectar de la tecnología aún en vacaciones puede ser motivo de causa de adicción, esto puede provocar el uso que hagas durante el año sea aún peor. Si decimos ‘me voy diez días sin el móvil y solo estoy pensando en él o no he disfrutado del viaje’ es cuando realmente tenemos un problema y hay que buscar soluciones”.
Hay dos perfiles que están destacando entre las personas adictas a las nuevas tecnologías, según Marc Masip: los adolescentes y los adultos que no desconectan del trabajo. “El adolescente ha nacido y ya se ha encontrado de primeras con tanto abuso tecnológico y no procesa ciertas diferencias entre lo real y lo tecnológico. Considera que muchas cosas que deberían de ser reales, como las relaciones interpersonales, solventar conflictos u otro tipo de situaciones, las lleva haciendo toda su vida a través de la pantalla. Es muy complicado que le puedas explicar a esa persona que no se debe de hacer así, que es mejor hacerlo cara a cara”.
“También nos encontramos con mucho adulto que por motivos de trabajo el uso que hace de la tecnología es casi superior al uso de la no tecnología”, continúa Masip. “Está enganchado, nunca deja de trabajar, no descansa y no duerme. Necesita que todo no sea solo trabajo, que haya un momento para el espacio personal que le alivie, y las vacaciones son claves”.
Fuente: www.bloglenovo.es
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