Varias claves nos ayudan a ser felices y lograr desarrollarnos como seres humanos.
Hay mucha gente que piensa que con soñar en una cosa ya es suficiente para que se cumpla. Nada más lejos de la realidad, los sueños no dejan de ser pensamientos y solo la consecución de actos suele llegar a dar frutos.
No hay una fórmula, ni tampoco una misma versión del éxito. Para tu padre puede ser tener un coche 4x4, para tu vecino tener una colección de figuritas terminada y para otra ser emprendedor y tener su propia empresa. Realmente, al no haber una misma concepción, es difícil generalizar.
En una de las definiciones que la Real Academia Española da para el concepto de ‘éxito’, se concibe como el “Resultado feliz de un negocio, actuación”. Resumiendo, la misma RAE nos dice que debemos tomar acción y actuar. Solo de esa manera podemos lograr los objetivos.
Y es que no debemos confundir el éxito con la suerte, hay un pequeñísimo porcentaje de la sociedad que quizás un día se despierta y le ha tocado la lotería, siendo esa posibilidad estadísticamente improbable, es mejor focalizar nuestros esfuerzos en un objetivo que se pueda lograr, ya que si nos pasamos la vida comprando ‘La Primitiva’ esperando a ver si toca.
La cruda realidad: si quieres algo, ve a por ello
En cualquiera de los casos, es malo saber que tenemos una juventud tan poco entusiasta, con pocas ganas de fracasar para aprender, de arriesgarse y tomar decisiones, aunque a la primera vez no consigan su objetivo no hay que desanimarse, siempre podemos pensar que Thomas Alva Edison falló 1.000 veces antes de dar con la bombilla que hoy ilumina nuestros hogares, por lo que es normal que nosotros no acertemos a la primera.
Lo importante es saber cambiar tus metas a medida que vayas avanzando en el camino. Quizás lo que te marcaste al principio ya no te interesa o realmente es difícil que se pueda alcanzar. La psicología recuerda a menudo que la importancia de las cosas no es inherente a cada acontecimiento, sino que depende de la relevancia que queramos darle nosotros.
A veces hay que saber decir no a cosas que nos gustaría hacer, pero que nos perjudicarán a largo plazo en nuestros esfuerzos por obtener nuestra meta. Si te invitan a ir a un asado pero tienes que entregar un trabajo del que depende que apruebes la asignatura, quizás merece la pena que te quedes en casa acabándolo, habrá otras oportunidades para hacer un asado en tu vida.
Para concluir, también hay que recordar que es totalmente respetable que las personas sean más cómodas y no quieran arriesgarse, no todos tenemos las mismas ambiciones y como sabemos, en la democracia cualquier opinión es respetable.
Así que si queréis cumplir vuestras metas, recordad a planificar bien, priorizar vuestros esfuerzos y sobretodo, trabajad con ambición para cumplir vuestro objetivo.
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