martes, 22 de noviembre de 2016

LA ESTAFA DE SOFTRAM, UNA GENIAL HISTORIA INFORMÁTICA



Un caso genial de la historia del software es el de SoftRAM, uno de 
los mayores fraudes de su época, un programa que en teoría liberaba y ampliaba la memoria RAM de una vieja PC dejándole espacio para funcionar más rápido. 
¿Era esto posible? ¿Inventar memoria de la nada? ¿Hacía algo? Ante 
la desesperación e ignorancia de los primeros tiempos de la PC como computadora masiva, cualquier cosa era válida, había que probarla.  



Estamos hablando de 1995, año donde la mayoría de las computadoras no tenían Windows 95 como creían 
sino el 3.1, donde con suerte tenías una 286 medio castigada y tus 
recursos no alcanzaban para más que una 386SX. En ese contexto era
fácil estafar pero notarán cómo esto ha vuelto en los últimos años, se los 
cuento a continuación. 
En 1995 el precio de la memoria RAM era prohibitivo y la mayoría de 
los problemas con Windows 3.1 eran por falta de memoria. He aquí 
que una pequeña empresita llamada Syncronys lanzó un software para 
aprovechar mejor el primer megabyte de memoria en cada PC donde Windows debía asignar un área para cada programa (el Program 
Segment Prefix, PSP).  

El truco era utilizado por muchas aplicaciones de la época que "optimizaban" el uso de esta área liberando 
algunas DLL, pero SoftRAM aseguraba que, además, ampliaba la capacidad comprimiendo el contenido de las páginas virtuales de 
memoria almacenadas en el swap del disco rígido, supuestamente reduciendo la cantidad de llamadas al disco. Además ampliaba el 
tamaño de este archivo y así simulaba más espacio de intercambio. 
Esta versión logró vender 100.000 copias!  

Obviamente la salida al mercado de Windows 95 necesitaba de otro SoftRAM, el SoftRAM95, fue un éxito 
para su creador con 600.000 
copias vendidas a un precio de USD 79.95, una ganga considerando 
que tener más de 4MB de RAM un una 386 era un lujo que muy pocos podían darse y Windows necesitaba, al menos, unos 8MB para 
funcionar decentemente.  

Syncronys vendía SoftRAM como una alternativa económica a 
comprar módulos de memoria, algo que sonaba demasiado tentador, 
pero ya saben, no existen milagros y no se puede inventar lo que no 
existe, en este caso memoria RAM.  

En Agosto de 1995 el software se vendía como pan caliente, pero en Diciembre de ese mismo año la 
revista alemana ct hizo un interesante descubrimiento.
Luego de descompilar y desensamblar el programa se dieron cuenta de algo: no hacía nada.  

La memoria no era comprimida, pasaba de largo, jamás aumentaba la capacidad ni hacía nada de lo 
prometido, los drivers instalados eran un mockup bajado del SDK de Microsoft, sin agregarle código ni nada, 
se instalaban para no efectuar ninguna operación salvo un sólo cambio: ampliar el tamaño del archivo de Swap.  

Esto, que cualquier usuario medianamente avanzado podría hacerlo 
por su cuenta, sólo ampliaba el espacio de intercambio, la memoria 
RAM seguía siendo insuficiente.  

Hasta el packaging tenía el logo de "Designed for Windows 95" que no había sido autorizado por Microsoft, 
era una estafa completa, 
la FTC actuó de oficio, obligando a Syncronys a retirar el SoftRAM y SoftRAM95 del mercado terminando en un acuerdo con los usuarios 
que reclamaron,que obviamente fueron los que se habían enterado de la estafa en una época de escasa comunicación global, y terminó en bancarrota en 1998.  

Ahora bien, a 600.000 unidades por 80 dólares cada una estamos 
hablando de una facturación de 48 millones de dólares, descontando 
el costo de packaging, CD ROM o Diskettes, envíos y demás detalles, 
nuestro querido developer estafador había embolsado varios millones 
antes de declararse insolvente (y vaya uno a saber cuanto movió a 
alguna cuenta en el Caribe ).  

En la actualidad hay TONELADAS de aplicaciones similares, 
antivirus que no hacen nada, optimizadores que no optimizan,
detectores de adware o troyanos que son ellos mismos un troyano, antivirus para teléfonos que NO PUEDEN funcionar por cómo es un Android, optimizadores de Windows que se apropian 
de la PC para inyectare de todo, etc.  

El negocio se popularizó, se volvió masivo, y hasta las empresas más serias de antivirus son de caer en 
estas prácticas, no se puede confiar en nadie  


Fuente: La estafa de SoftRAM, una genial historia informática

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