Después de leer este artículo quizá sientas interés por estudiar Ingeniería de Sonido. Si no es así, por lo menos conocerás algunas fascinantes cosas que pueden hacer las ondas sonoras.
1. Levitación sónica
En 2014, científicos de una universidad escocesa postularon que la percusión sónica podía hacer levitar un objeto. El principio es que, liberadas en un orden específico, las ondas de percusión son capaces de anular el efecto gravitatorio.
Otro equipo científico usó los datos escoceses y encontró el «patrón mágico» de liberación de ondas e hizo levitar bolas de poliestireno con un campo de sonido en 3D generado por 64 altavoces exquisitamente pequeños.
2. Sonido contra incendios
Usar el sonido para apagar incendios podría ser una realidad a la vuelta de la esquina. Los jóvenes científicos Seth Robertson y Viet Tran, de la Universidad George Mason de Virginia, tuvieron éxito en un experimento en el que golpearon el fuego con frecuencias de entre 30 y 60 Hz.
3. Sonido y gusto
Los sentidos del oído y el gusto parece que están mucho más relacionados de lo que creeríamos. Estudios recientes demuestran que los sonidos de alta frecuencia sacan a relucir el sabor amargo de los alimentos, mientras que las bajas frecuencias parecen invertir el proceso y destacan el sabor dulce.
El «engaño» que una onda sonora puede ocasionar a las papilas gustativas no ha podido ser explicado con certeza. Se presume que el cerebro prefiere distintos sabores según el estímulo musical que recibe.
4. Efecto cóctel
El «efecto cóctel» es la habilidad de poder focalizar un estímulo auditivo en particular entre un cúmulo de estímulos mayores; en otras palabras, es la capacidad de distinguir una voz en particular en una zona de mucho ruido.
El fenómeno comenzó a ser estudiado en la época de los 50 y se demostró que requiere el uso de ambos oídos para su óptimo funcionamiento. En el proceso, el cerebro prioriza el sonido de la voz a la que prestamos atención, mientras desecha otras voces.
5. Ruido rosa
En el «ruido rosa» el sonido disminuye de manera proporcional al aumento de su frecuencia. El efecto puede ser generado mediante códigos computacionales y ha demostrado ser altamente beneficioso para el sueño profundo y la memoria.
6. Intolerancia al ruido
La misofonía es una anomalía cerebral que literalmente hace «odiar al ruido» a quien la padece. Sonidos solo desagradables que no producirían más que una mueca en personas normales, son capaces de estresar severamente a la gente afectada por la intolerancia al ruido.
El contenido del post no es de mi autoría, y/o, es un recopilación de distintas fuentes.
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