Afortunadamente, y al contrario de lo que ocurre con muchas terapias alternativas, la meditación es compatible con el método científico, de manera que ya podemos decir que los efectos que ejerce la práctica de la meditación en nuestro organismo están científicamente probados.
La meditación estimula la autocuración, nos proporciona mayor consciencia y creatividad, estimula y refuerza las zonas del cerebro asignadas a la felicidad y la alegría, aumenta el cociente intelectual y estimula el sistema inmunológico, entre otras muchas ventajas.
Definir lo que es la meditación es complicado, pues se trata de un concepto muy abstracto que cada persona vive de manera particular. Para unos puede tener connotaciones religiosas o espirituales, mientras que para otros es un método intelectual para acallar el bullicio interno y conseguir estados más creativos o emocionalmente positivos.
Aunque cada vez hay más gente que practica la meditación, lo cierto es que en occidente todavía existen muchas personas que relacionan la palabra meditación con aspectos religiosos, con gurús o con prácticas sectarias. Pero meditar no es otra cosa que un ejercicio intelectual. Si nos atenemos al significado etimológico de la palabra, meditación se refiere a una práctica de naturaleza intelectual a través del cual se potencia la atención y la consciencia en el momento presente.
¿Qué objetivos tiene meditar?
Aunque cada persona puede buscar en la meditación un objetivo diferente, algunos de los más comunes son:
Misticismo: desarrollar la consciencia de unidad con el todo.
Descanso mental: acallar la mente y liberarla de las preocupaciones diarias.
Creatividad: limpiar la mente para hacerla más creativa.
Felicidad: estimular las zonas del cerebro asignadas a la felicidad.
Salud: estimular el sistema inmune y los mecanismos de autocuración.
Relax: liberar el estrés y la ansiedad y permanecer en un estado de bienestar.
Concentración: potenciar el estado de concentración y memoria.
Intelecto: incrementar las capacidades intelectuales.
Los puntos clave de la meditación
Sea cual sea el motivo por el que una persona decide empezar a meditar, lo cierto es que la consecuencia es siempre la misma: un estado mental y físico de serenidad, paz interior, concentración y creatividad, que se caracteriza por unos rasgos concretos que van en este orden:
Enfoque de la mente en un solo objeto (respiración, ondas de sonido, luz, etc).
Estado de concentración absoluta en el que el bullicio de la mente se detiene.
Estado de paz en el que la mente se libera de sus propios pensamientos.
Beneficios de la meditación
]La práctica de la meditación tiene unos efectos fisiológicos muy concretos en el organismo, que además han sido demostrados por la ciencia, lo cual siempre parece dar cierta seguridad en nuestra civilización, a pesar de que otras muchas disciplinas maravillosas no encuentren su hueco en el método científico y eso no las convierte en menos eficaces.
Pero bueno, a los amantes de las pruebas científicas les gustará saber que cada vez existen más estudios clínicos y científicos que demuestran el efecto de la meditación en distintas áreas del cerebro:
Potencia la salud mental y física
Aumenta el cociente intelectual
Desarrolla la inteligencia emocional y la empatía
Mejora la memoria
Alivia el estrés, la ansiedad y la depresión
Reduce la presión sanguínea
Aumenta la felicidad (literalmente)
Fuente: Meditación: para qué Sirve Meditar y que Beneficios Tiene
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