La nueva Versys 1000 2019 llega apelando directamente al espíritu aventurero de quienes se enamoren de ella. Pero ¡cuidado! la cosa no se queda en meros slogans; esta Kawasaki es una maravilla tecnológica dotada de todo el catálogo de ayudas que la marca de Kobe ha sido capaz de desarrollar para hacer posible esa aventura y del explosivo motor de la Z1000.
Las novedades de las grandes marcas suelen presentarse siempre con un slogan alrededor del cual gira el acto y que pretende definir lo que el fabricante espera del modelo. En muchas ocasiones son simples buenas intenciones maximalistas, tipo estilo y confort potencia y pasión pero en otras son mensajes muy claros y concretos y en el caso de la Versys 1000 no dejaba lugar a dudas: una llamada a la aventura. Como tampoco lo hacía el bonito vídeo corporativo que abría el evento y que mostraba a la nueva criatura de Kawasaki rodando por exóticos paisajes. Ni una sola apelación a términos como “polivalencia” o “funcionalidad”; la Versys 1000 es una moto diseñada por y para los largos viajes y Kawasaki no miente al respecto sobre ello.
Así que, antes de entrar en otras consideraciones, conviene dejar bien claro desde el principio que lo último de Kawasaki sólo sirve para una cosa: viajar pero esa cosa la hace muy, muy bien. Lo fácil sería decir que es una maxitrail asfáltica elevada a la enésima potencia viajera... pero a mi me sale más decir que es una GT elevada con forma de maxitrail asfáltica.
Hecha esta salvedad conviene señalar que en Kobe lo han puesto todo de su parte para que el viajero que elija su Versys disfrute de un viaje seguro, rápido y cómodo. La moto es un verdadero catálogo rodante de todas las ayudas electrónicas disponibles al servicio de un concepto.
La Versys es una máquina diseñada para que cada uno de sus módulos -chasis, motor, electrónica, ergonomía- sea capaz de llegar independientemente al máximo grado de optimización en cada viaje. Es una moto diseñada para rendir al máximo incluso en las rutas más duras.
Un reto, el de la ruta, que nos dispusimos a afrontar por los bellísimos paisajes de Lanzarote y Fuerteventura y que compendiaban tramos rápidos, lentos, carreteras con buen pavimento, comarcales con mal pavimento, embarque y desembarque en ferrys... y todas las circunstancias reales de una travesía por unos parajes tan impresionantes como inhóspitos.
La Versys es una máquina diseñada para que cada uno de sus módulos -chasis, motor, electrónica, ergonomía- sea capaz de llegar independientemente al máximo grado de optimización en cada viaje. Es una moto diseñada para rendir al máximo incluso en las rutas más duras.
Un reto, el de la ruta, que nos dispusimos a afrontar por los bellísimos paisajes de Lanzarote y Fuerteventura y que compendiaban tramos rápidos, lentos, carreteras con buen pavimento, comarcales con mal pavimento, embarque y desembarque en ferrys... y todas las circunstancias reales de una travesía por unos parajes tan impresionantes como inhóspitos.
La Versys 1000 llegará en dos versiones; la estándar y la SE. Ambas equipan exactamente los mismo elementos de seguridad y ayudas a la conducción; la segunda -sin embargo, monta suspensión electrónica, luces de “cornering” y un cuadro digital algo más completo además de otros detalles de acabado. En tanto que equipada por suspensión inteligente, puede ser reglada desde el smartphone en todos sus parámetros con la aplicación ad-hoc Rideology
Además, cada una de estas versiones puede presentarse en formato Tourer y Grand Tourer y cuenta -a su vez- con infincidad de accesorios y capacidades de personalización.
La parte ciclo está a la altura y la ligereza del bastidor de aluminio hace sentir su presencia en el momento de enlazar virajes cerrados. Pese a su aparatosidad, la moto es fácil de maniobrar y acepta de buen grado los cambios de dirección... para ser una 1000. El tren delantero transmite en todo momento aplomo y confianza aunque puede ser algo perezoso enlazando curvas muy cerradas a buen ritmo y ha de ser "conducido" desde el manillar. No es, en este sentido, la Versys una moto que se lleve desde el trasero Pero recalco que estamos hablando de una 1000 con mucho tonelaje y
equipamiento. También el compromiso de la frenada es claramente turístico en el primer tramo de la leva y deportivo en el último, con un ABS -no desconectable- nada intrusivo. Y en cualquier caso, también se puede regular... como casi todo en esta moto.
Además, cada una de estas versiones puede presentarse en formato Tourer y Grand Tourer y cuenta -a su vez- con infincidad de accesorios y capacidades de personalización.
La parte ciclo está a la altura y la ligereza del bastidor de aluminio hace sentir su presencia en el momento de enlazar virajes cerrados. Pese a su aparatosidad, la moto es fácil de maniobrar y acepta de buen grado los cambios de dirección... para ser una 1000. El tren delantero transmite en todo momento aplomo y confianza aunque puede ser algo perezoso enlazando curvas muy cerradas a buen ritmo y ha de ser "conducido" desde el manillar. No es, en este sentido, la Versys una moto que se lleve desde el trasero Pero recalco que estamos hablando de una 1000 con mucho tonelaje y
equipamiento. También el compromiso de la frenada es claramente turístico en el primer tramo de la leva y deportivo en el último, con un ABS -no desconectable- nada intrusivo. Y en cualquier caso, también se puede regular... como casi todo en esta moto.
Alguna vez ya he confesado que las GT y las grandes viajeras no son el tipo de moto en el que estoy más cómodo. Suelen ser motos pesadotas de mover en parado y siempre me siento inseguro teniendo que controlar 200 y pico kilos con la puntita de los pies. Por eso quizás todavía valdrá la confesión de que lo pasé muy bien con la Versys 1000... porque en carretera se me antojó más una Versys que una GT. Con mi 1,75 raspado llegaba al suelo sin problemas -existe además, en opción, la posibilidad de instalar un asiento rebajado aún más 20 mm- y no tuve demasiado problema en maniobrar con ella ni siquiera en las farragosas tareas de embarcar y desembarcar del garaje de un ferry. Por lo demás la parte ciclo transmite un aplomo y una seguridad envidiable.
Esta Versys tiene tantas cosas de las que hablar que una primera toma de contacto se queda necesariamente corta, a expensas de una prueba más en profundidad que realizaremos en breve. Pero ahí van algunas impresiones que quedaron muy claras por encima de las demás
De entrada repetir que estamos ante una máquina para viajar sin concesiones. Escogería siempre una Versys 1000 para ir hasta la Patagonia con seguridad y potencia... pero no tengo tan claro que la eligiera para ir al centro a comer o para una salida corta de extraradio. (Bueno... sí lo tengo claro. No la escogería). La Versys 1000 no es una moto polivalente... pero esto no es un defecto porque tampoco lo pretende. Es una moto nacida para viajar y para ir en busca de la aventura.
Esta Versys tiene tantas cosas de las que hablar que una primera toma de contacto se queda necesariamente corta, a expensas de una prueba más en profundidad que realizaremos en breve. Pero ahí van algunas impresiones que quedaron muy claras por encima de las demás
De entrada repetir que estamos ante una máquina para viajar sin concesiones. Escogería siempre una Versys 1000 para ir hasta la Patagonia con seguridad y potencia... pero no tengo tan claro que la eligiera para ir al centro a comer o para una salida corta de extraradio. (Bueno... sí lo tengo claro. No la escogería). La Versys 1000 no es una moto polivalente... pero esto no es un defecto porque tampoco lo pretende. Es una moto nacida para viajar y para ir en busca de la aventura.
El contenido del post no es de mi autoría, y/o, es un recopilación de distintas fuentes.
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