El término obesidad digital hace referencia al uso excesivo o dependencia de las nuevas tecnologías. Las personas no pueden prescindir de sus dispositivos móviles o de la conexión a Internet sin que les produzca una gran ansiedad.
¿Recordáis la primera tablet o teléfono inteligente que salió al mercado? Y de la aparición de Internet, ¿os acordáis? Quién iba a pensar que podríamos estar conectados desde cualquier parte del mundo hasta el punto de, algunos de nosotros, poder llegar a atiborrarnos de tanta tecnología que nos hiciese plantearnos una obesidad digital.
La tecnología ha llegado a nuestros hogares de manera masiva, casi sin darnos cuenta. Ha llegado tan rápida que no nos ha permitido ni si quiera digerirla. Muchas personas aún no han tenido tiempo a aprender a cómo gestionarla. La revolución tecnológica nos ha pillado, a muchos, por sorpresa.
Si bien el imparable avance de las nuevas tecnologías está beneficiando en muchos aspectos a la sociedad, también está produciendo ciertos problemas que pueden poner en riesgo la salud física y mental de las personas que hacen uso de ellas. Hablamos de la dependencia o del cambio en la forma relacional: ahora tenemos más relaciones, pero de menos calidad.
«Si tu negocio no está en Internet, tu negocio no existe».-Bill Gates-
¿A qué hace referencia el término de obesidad digital?
La obesidad digital se refiere al abuso de las tecnologías por sobreuso de las mismas, con una conectividad absoluta. Un fenómeno que puede llegar a generar dependencia y sobrepeso, afectando a la vida privada y disminuyendo así las relaciones sociales, familiares y el rendimiento laboral, con aparición de aislamiento, ansiedad, insomnio, alteraciones endocrinas, músculo-esqueléticas y/o cardiovasculares.
El término obesidad digital fue acuñado por Daniel Sieberg, director ejecutivo de las relaciones institucionales de Google. Este especialista sabe, por experiencia propia, lo que es naufragar en el mundo de las nuevas tecnologías. Así, para que los demás no repitan su historia, señala la necesidad de una educación digital adecuada.
Con su libro Dieta digital, pretende que dejemos de consumir excesivas dosis de tecnología para evitar el sobrepeso digital; así nos propone evaluar nuestro nivel de sobrepeso digital para detectar el problema mediante preguntas sencillas. Ejemplos de ellas serían:
- ¿Cuántas pantallas tenemos en nuestro hogar?
- ¿Con qué frecuencia consultamos las redes sociales al día?
- ¿Las utilizamos durante la comidas?
- ¿Qué opinión tienen nuestra pareja o familia al respecto?
«La tecnología hizo posible las grandes poblaciones; ahora las grandes poblaciones hacen que la tecnología sea indispensable».-José Krutch-
¿Qué dice la Organización Mundial de la Salud sobre la obesidad digital?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 25% de las personas, tienen trastornos de conducta relacionados con el uso de las nuevas tecnologías. Algunas señales de alarma que indican una dependencia a las nuevas tecnologías son:
- Privarse de sueño para permanecer conectado durante más tiempo.
- Descuidar actividades, como la familia, estudio o relaciones sociales.
- Recibir quejas de alguien cercano (familia, pareja) en relación con el uso inadecuado.
- Irritabilidad cuando la conexión falla o resulta muy lenta.
- Mentir sobre el tiempo real que se pasa en las diferentes pantallas.
- Intentar limitar los tiempos de exposición sin conseguirlo.
En definitiva, la dependencia está ya instalada cuando hay un uso excesivocon pérdida de control, cuando aparecen síntomas de abstinencia ante la imposibilidad de acceso y cuando se producen repercusiones negativas en la vida cotidiana, reduciendo actividad física, ocio, relaciones interpersonales, con las consecuencias nocivas que tienen sobre la salud.
Los adolescentes constituyen un grupo de riesgo en la adicción a las nuevas tecnologías, ya que buscan nuevas sensaciones y están muy familiarizados con ellas. Por esto, la educación familiar juega un papel muy importante para un uso adecuado.
«Se ha vuelto terriblemente obvio que nuestra tecnología ha superado nuestra humanidad».-Albert Einstein-
¿Qué dieta podemos hacer contra la obesidad digital?
La obesidad digital es un problema educacional. No nos han dado las pautas suficientes para que sepamos relacionarnos con tanta tecnología. Sin embargo, podemos seguir algunas normas que nos ayuden:
- No utilizar durante las comidas móviles, videojuegos… para evitar distracciones y aprovechar ese tiempo para la comunicación familiar.
- Potenciar el ocio saludable mediante la lectura, el cine, las manualidades, actividades culturales…
- Fomentar el deporte y las actividades en equipo al aire libre, que permitan mejorar las relaciones interpersonales.
- Fomentar el uso de juegos y aplicaciones más saludables, que impliquen movimiento y reduzcan el sedentarismo.
- Limitar el tiempo de uso.
- Es preferible colocar el ordenador, televisión, vídeoconsolas en espacios comunes y no en habitaciones, facilitando de esta forma la interacción familiar.
- Tener los teléfonos móviles lo más alejados posible cuando nos vayamos a dormir, para evitar que sean lo último que vemos al acostarnos y lo primero al levantarnos.
En definitiva, tenemos que aprender a desconectarnos. Dejar de lado el cerebro externo, como llaman algunos expertos a la infinitud de dispositivos electrónicos a los que estamos conectados, para conectar con nuestro cerebro interno, con nosotros mismos. Y en caso de detectar adicción, es preciso derivar el caso a profesionales expertos para solucionarla.
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