¿POR QUÉ SANGRAN MIS ENCÍAS?

La inflamación y el sangrado de las encías es un problema mucho más frecuente de lo que podamos pensar. De hecho, afecta a un porcentaje nada desdeñable de la población. Lo más habitual es que este problema se produzca como consecuencia de una eliminación deficiente de la placa bacteriana. Queremos hacer hincapié en la importancia de acudir al dentista si detectamos algún síntoma relacionado con la inflamación de las encías o gingivitis. Es necesario tratar esta dolencia para evitar que el problema derive en otra patología más grave: la periodontitis.

La higiene bucodental es una cuestión muy importante, una limpieza deficiente puede dar lugar a la enfermedad de las encías. Cuando se produce acumulación de placa en la boca, esta se endurece formando lo que conocemos como sarro. Los depósitos de sarro se acumulan entre el diente y la encía y es necesario eliminarlos con una limpieza profesional. En caso contrario, la periodontitis podría agravarse e, incluso, podría producirse la pérdida de piezas dentales.

La placa dental es la causa más frecuente del sangrado de las encías pero, además de la higiene, pueden darse otras causas que ocasionen la inflamación como un cepillado demasiado enérgico que puede dañar la mucosa. También, es importante utilizar la seda dental o los cepillos interproximales de forma adecuada para no causar lesiones en las encías.

Queremos destacar que la dieta también puede afectar a la salud de nuestras encías. Algunos alimentos ácidos o las bebidas alcohólicas pueden dañar la mucosa de las encías. Del mismo modo que otros malos hábitos como el tabaquismo puede empeorar, notablemente, el problema. Abusar de enjuagues bucales que contengan alcohol también contribuye a deteriorar el estado de una gingivitis o periodontitis.

Finalmente, las mujeres embarazadas deberán extremar las precauciones durante la gestación, realizar revisiones periódicas rutinarias, ya que algunas de las hormonas que se liberan durante el embarazo pueden alterar la salud de las encías. Si sospechas que tus encías están sensibles, sangran o están inflamadas te recomendamos visitar a tu odontólogo para eliminar el problema y evitar que derive en otras patologías de mayor gravedad.